cabeza.
Mi madre se arrodillo ante el fuego y se calento las manos.
– La diferencia es… Ve a buscar el trebede, ?quieres? -Me dio un empujoncito; me levante y fui a la parte de atras del carromato mientras ella continuaba-: La diferencia consiste en decirle algo a una persona y decir algo sobre una persona. Lo primero puede ser una groseria, pero lo segundo es, siempre, un chisme.
Le lleve el trebede y la ayude a montarlo sobre el fuego.
– Ademas, lady Perial solo es un personaje ficticio. En cambio, lady Lackless es una persona real, con sentimientos que pueden resultar heridos. -Levanto la cabeza y me miro.
– No lo sabia -argumente poniendo cara de culpabilidad.
Debi de lograr una expresion digna de lastima, porque mi madre me abrazo y me dio un beso.
– No es nada grave, tesoro. Pero recuerda que tienes que pensar siempre lo que estas haciendo. -Me paso una mano por la cabeza y sonrio, radiante como el sol-. Creo que podrias reconciliarte conmigo y con lady Lackless si encontraras unas ortigas para la cena de esta noche.
Cualquier pretexto para eludir un juicio y jugar un rato en la marana de arbustos que habia junto al camino me parecia bueno. Me marche casi antes de que mi madre hubiera terminado la frase.
Tambien deberia aclarar que gran parte del tiempo que pasaba con Ben lo sacaba de mi tiempo libre. Yo seguia teniendo mis obligaciones en la troupe. Interpretaba el papel del joven paje siempre que era necesario. Ayudaba a pintar los decorados y a coser los trajes. Por la noche almohazaba los caballos, y cuando habia que imitar truenos agitaba una plancha de hojalata detras del escenario.
Pero no me importaba ocupar asi mi tiempo libre. Mi infinita energia infantil y mi insaciable afan de conocimiento hicieron del siguiente ano uno de los mas felices que recuerdo.
12 Piezas de rompecabezas que encajan
Hacia finales del verano, oi, sin proponermelo, una conversacion que me saco de mi estado de dichosa ignorancia. Cuando somos ninos, casi nunca pensamos en el futuro. Esa inocencia nos deja libres para disfrutar como pocos adultos pueden hacerlo. El dia que empezamos a preocuparnos por el futuro es el dia que dejamos atras nuestra infancia.
Era de noche, y la troupe habia acampado en el margen del camino. Abenthy me habia pedido que practicara otro ejercicio de simpatia: la Maxima de Calor Variable Transferido al Movimiento Constante, o algo igual de pretencioso.
Era dificil, pero habia conseguido hacerlo encajar como una pieza de rompecabezas. Me habia llevado unos quince minutos, y por el tono de Abenthy, deduje que el habia calculado que tardaria al menos tres o cuatro horas.
Asi que fui a buscarlo. En parte para que me pusiera mas trabajo, y en parte para pavonearme un poco.
Lo encontre en el carromato de mis padres. Los oi a los tres mucho antes de verlos. Sus voces eran meros murmullos, la musica distante que produce la conversacion cuando esta demasiado oscuro para hablar. Pero al acercarme, oi claramente una palabra: Chandrian.
Me pare en seco. Todos los miembros de la troupe sabiamos que mi padre estaba componiendo una cancion. Llevaba mas de un ano sonsacandoles viejas historias y canciones a los habitantes de los pueblos en que parabamos a actuar.
Durante meses recopilo historias sobre Lanre. Luego empezo a recopilar tambien antiguos cuentos de hadas, leyendas sobre ojancanos y engendros. Y entonces empezo a hacer preguntas sobre los Chandrian…
De eso hacia meses. En el ultimo medio ano habia preguntado mas sobre los Chandrian y menos sobre Lanre, Lyra y los demas. La mayoria de las canciones que mi padre componia estaban terminadas en una estacion, mientras que en esa llevaba ya dos anos trabajando.
Tambien debes saber que mi padre nunca dejaba que nadie oyera ni una palabra, ni el mas leve susurro, de una cancion hasta que consideraba que estaba lista para ser tocada. Solo le hacia confidencias a mi madre, pues mi madre intervenia en la composicion de todas las canciones de mi padre. La gracia de la musica era de mi padre; los mejores versos eran de mi madre.
Cuando llevas ciclos, o incluso meses, esperando oir una cancion, la expectacion anade sabor. Pero al cabo de un ano, la emocion empieza a agriarse. Ya habia pasado un ano y medio, y la gente se moria de curiosidad. Ocasionalmente, eso daba pie a discusiones cuando, por ejemplo, sorprendian a alguien pasando demasiado cerca de nuestro carromato mientras mis padres trabajaban.
De modo que me acerque con sigilo al fuego de mis padres. Escuchar a hurtadillas es una costumbre deplorable, pero desde entonces he desarrollado otras peores.
– … gran cosa sobre ellos -oi decir a Ben-. Pero me gustaria.
– Me alegro de poder hablar con un hombre culto sobre el asunto. -La potente voz de baritono de mi padre contrastaba con la voz de tenor de Ben-. Estoy harto de estos pueblerinos supersticiosos, y…
Alguien echo un tronco al fuego, y el chisporroteo me impidio oir lo que dijo mi padre a continuacion. Me acerque lo mas aprisa que pude y me agazape bajo la larga sombra del carromato de mis padres.
– … como si persiguiera fantasmas con esta cancion. Intentar recomponer esta historia es una quimera. Ojala no la hubiera empezado nunca.
– No digas tonterias -intervino mi madre-. Esta sera tu mejor obra, y tu lo sabes.
– Entonces, ?crees que existe una historia original de la que proceden todas las demas? -pregunto Ben-. ?Crees que Lanre tiene una base historica?
– Todo apunta a que si -respondio mi padre-. Es como mirar a una docena de nietos y ver que diez de ellos tienen los ojos azules. Sabes que la abuela tambien tenia los ojos azules. Lo he hecho otras veces; se me da bien. Asi fue como escribi «Bajo las murallas». Pero… -Le oi suspirar.
– ?Que pasa? ?Que problema hay?
– Esta historia es mas antigua -explico mi madre-. Es como si mirara a unos ta-ta-tataranietos.
– Y estan esparcidos por todos los rincones del mundo -refunfuno mi padre-. Y cuando por fin encuentro a uno, tiene cinco ojos; dos verdes, uno azul, uno castano y otro verde ambarino. Y el siguiente solo tiene un ojo, que cambia de color. ?Asi como voy a extraer conclusiones?
Ben carraspeo.
– Una analogia inquietante -concedio-. Pero no me importa que me interrogues sobre los Chandrian. He oido muchas historias a lo largo de los anos.
– Lo primero que necesito saber es cuantos son -dijo mi padre-. La mayoria de las historias afirman que siete, pero ni siquiera en eso se ponen de acuerdo. En algunas son tres; otras, cinco; y en
– Eso si lo se -dijo Ben-. Son siete. De eso puedes estar seguro. De hecho, su mismo nombre lo dice:
– No lo sabia -repuso mi padre-.
– Parece teman -comento mi madre.
– Tienes buen oido -dijo Ben-. En realidad es temico. Es unos mil anos anterior al teman.
– Bueno, eso simplifica las cosas -oi decir a mi padre-. Ojala te lo hubiera preguntado hace un mes. Y supongo que no sabras por que hacen lo que hacen, ?verdad? -Comprendi, por el tono de voz de mi padre, que no esperaba obtener una respuesta.
– Ese es el verdadero misterio, ?no? -dijo Ben con una risita-. Supongo que eso es lo que los hace mas temibles que el resto de los seres fantasticos de que hablan las historias. Un fantasma busca venganza, un demonio quiere tu alma, un engendro tiene hambre y frio. Eso los hace menos aterradores. Las cosas que entendemos podemos intentar controlarlas. Pero los Chandrian aparecen como un rayo en un cielo despejado. Son pura destruccion, sin sentido y sin motivo.
– Mi cancion tendra las dos cosas -dijo mi padre con decision-. Creo que despues de tanto tiempo he descubierto sus motivos. Los he deducido juntando partes de diferentes historias. Eso es lo mas mortificante: tener la parte mas dificil acabada y que todos esos pequenos detalles me causen tantos problemas.