El reportero miro al camara y ambos intercambiaron la clave convenida: debian rodar de nuevo. El primero cambio el tono de voz, como si fuera la primera vez que decia lo que estaba diciendo.
– David, es la unica persona que ha presenciado una resurreccion. ?Que fue lo que paso?
– Si -respondio David-. Despues de sacar la primera falta me di cuenta de que el partido era nuestro…
El reportero arrugo la frente y retiro el microfono, hizo senas al camara y se acerco a David.
– Disculpe, comprendo que esto tiene que ser muy duro para usted, pero ha presenciado algo que para el publico… en general, ya sabe. Hay mucha gente que quiere escucharlo.
– Fuera de aqui. El periodista extendio las manos.
– De acuerdo, lo comprendo. Aqui vengo yo a aprovecharme de tu dolor para convertirlo en entretenimiento, entiendo que te pueda parecer asi, pero…
David miro al reportero directamente a los ojos y empezo parlotear:
– Yo creo que tiene que ver con que hemos conseguido reunir a mucha gente que no suele venir a Suecia para tales ocasiones, no digo que no tengamos una seleccion fuerte normalmente, lo que puedo decir es que cuando uno tiene a Mjalby detras defendiendo y cuando Zlatan esta en tan buena forma como ha demostrado hoy…
Se llevo las manos a la cabeza, se dejo caer y se acurruco en el sofa, cerro los ojos mientras continuaba:
– … entonces es casi imposible ganar… No, que digo, quiero decir no ganar, por supuesto, yo lo tuve claro desde el momento en que salimos al campo…
El periodista se levanto, hizo un gesto al camara para que grabara a David mientras, hecho un ovillo, seguia salmodiando su letania en aquella sala vacia.
– … y yo le dije a Kimpa: «Vamos a por ellos», y el solo asintio tal que asi, y yo pense en ese gesto que habia hecho cuando el me tiro ese pase largo y yo se la pase a Henke…
Se retiraron alejando la camara. La imagen quedo bien.
David Zetterberg se callo en cuanto escucho que se cerraba la puerta, pero siguio en la misma posicion. Jamas volveria a ser persona. Asi se veian las cosas desde el lado oscuro. Los desastres provocados por el hambre, las victimas de torturas, las ejecuciones en masa. La otra cara del mundo, aquella que las personas afortunadas lamentaban, por la que tenian mala conciencia y a la que no tenian acceso. Esa oscuridad con la que el habia coqueteado a veces en sus textos. En teoria, sin experiencia.
El reportero se encontraba en el lado iluminado del mundo, y por lo tanto era absurdo hablar con el. No habia palabras. David se apreto los ojos con las palmas de las manos hasta ver estrellas rojas. Lo terrible era que Magnus aun estaba en el mundo de las luces. Dormia en casa de la abuela y no sabia nada. Dentro de unas horas, David tendria que ir alli y dejar entrar las sombras.
«Eva, ?que voy a hacer?».
Ojala pudiera pedirle consejo a ella, aunque solo fuera en este asunto: ?como debia decirselo a Magnus?
Pero ahora eran otros quienes le formulaban preguntas a ella. Sobre otras cosas.
Despues de que se aplacara el caos inicial en el hospital, los medicos se mostraron tremendamente interesados por el hecho de que Eva pudiera hablar. Evidentemente era uno de los pocos resucitados capaces de hacerlo. Aquello podia tener relacion con que ella habia fallecido poco antes de que despertaran, o con otra cosa. Nadie lo sabia.
El no se habia sentido especialmente sorprendido al enterarse de lo que pasaba en el deposito de cadaveres. Le parecio tan absurdo, imposible y consecuente como todo lo demas. Aquella noche el mundo habia sido arrojado a las tinieblas, entonces ?por que no iban a poder despertarse los muertos tambien?
Despues de un espacio de tiempo imposible de calcular se levanto, salio al pasillo y doblo la esquina; se dirigia a la habitacion de Eva, pero se detuvo. Habia un monton de gente congregada delante de la puerta cerrada; pudo distinguir un par de camaras de television, y microfonos.
«Querida mia…».
Cada vez que habia visto caer una estrella, cada vez que habia jugado a algun juego en el que hubiera que formular un deseo en silencio, el habia deseado:
«Haz que siempre ame a Eva, no dejes que mi amor por ella se debilite nunca».
Para el era ella quien llenaba el cielo y hacia del mundo un lugar habitable. Para las personas reunidas en el pasillo ella era un objeto, una noticia, una fuente de informacion. Pero los medicos eran ahora los duenos de Eva. Si se acercaba, se abalanzarian sobre el.
Encontro una sala de espera al fondo del pasillo, donde se sento y se quedo mirando fijamente una lamina de Miro hasta que las figuras empezaron a deslizarse, a moverse fuera del marco del cuadro. Entonces fue a preguntar a un medico que no sabia nada ni podia dar ninguna informacion, pero no, no se permitian visitas.
David volvio junto al Miro. Cuanto mas observaba las figuras, mas hostiles le parecian. Dejo de mirarlas y se puso a contemplar la pared.
Cuando Flora volvio de llamar por telefono, parecia como si hubiera visto un fantasma por segunda vez aquella noche. Se dirigio a la puerta del dormitorio y estuvo escuchando.
– ?Que? -le pregunto su abuela-. ?Te han creido?
– Si -contesto la nieta-. Si, claro.
– ?Van a mandar una ambulancia?
– Si, pero… -La chica se sento al lado de Elvy en el sofa, haciendo sonar la cucharilla contra la taza-… podria tardar un poco. Tenian mucho trabajo… en estos momentos.
Elvy le cogio la mano con delicadeza para que dejara de hacer tintinear la cucharilla.
– ?Y eso? ?Que te han dicho?
Flora sacudio la cabeza e hizo girar la cucharilla entre los dedos.
– Esta pasando por todas partes. Se han despertado varios cientos. Tal vez miles.
– No.
– Si. Me han dicho que ahora estan fuera todas las ambulancias… para recogerlos. Que nosotras no debiamos intentar hacer nada, que no debiamos… tocarlo y eso.
– ?Y eso por que?
– Porque podria producirse algun tipo de contagio o algo. No lo sabian.
– ?Que tipo de contagio?
– Que no tenia ni la menor idea, eso es lo que me ha dicho.
Elvy volvio a hundirse en el sofa, se quedo contemplando el jarron de cristal que Margareta y Goran les habian regalado a Tore y a ella cuando celebraron sus cuarenta anos de casados. Orrefors. Horroroso. Probablemente, carisimo. Unas flores mustias llegadas con algun mensaje de pesame colgaban a media asta de los bordes.
Empezo como un cosquilleo en las comisuras de los labios, un temblor en los