Flora estaba tumbada debajo del banco, encogida como un feto, abrazada a su mochila. El mundo se hundia a su alrededor. El mundo se hundia dentro de ella. Todo explotaba como si fueran los fuegos pirotecnicos de la locura.
Apreto los parpados cuanto pudo, para evitar que se le salieran los ojos de las cuencas. No podia moverse, debia limitarse a esperar que aquello acabara de una vez.
Los grupos grandes de muertos afectaban a las mentes de los vivos, pero otro tanto ocurria a la inversa. Las emociones aumentaban como si se reflejaran en un sistema de espejos, se reflejaban unas a otras y se fortalecian, se volvian a reflejar y siguieron asi hasta que el campo se volvio insoportable.
Pasados cinco minutos empezo a debilitarse. Los pensamientos terribles abandonaron el recinto y se apagaron fuera. La chica se atrevio a abrir los ojos al cabo de diez minutos, y comprendio que se habian olvidado de ella. Un par de policias abandonaban el patio en ese momento. Fuera de un portal un hombre se habia sentado a llorar. Tenia aranazos en la cara y manchas de sangre en el cuello de la camisa. Mientras Flora lo miraba, llego hasta el un enfermero, le lavo las heridas y le puso una gasa.
Flora no se movio; con sus ropas negras parecia una sombra debajo del banco. Si se movia se convertia en persona, y las personas debian salir de alli.
Cuando le hubo cubierto las heridas, el enfermero cogio al hombre por debajo de los brazos y lo condujo hacia la salida. El herido caminaba como si llevara un yugo encima de la nuca, e iba pensando en su madre, en su carino y en sus unas limadas y pintadas de color rojo cereza. Siempre habia cuidado mucho sus unas, incluso durante los anos que duro la enfermedad. Cuando le fueron arrebatando toda la dignidad pedazo a pedazo, ella, sin embargo, siguio insistiendo en las unas, en que las unas debian cuidarselas y pintarselas de rojo cereza. Aquellas unas. Una de ellas se le habia partido al aranarle.
Flora espero a que hubieran abandonado el patio, y luego miro fuera de este. Su percepcion extrasensorial le decia que no habia nadie vivo en las inmediaciones, pero alli era todo tan raro que no podia estar segura.
No se veia a nadie. Se arrastro fuera y corrio hasta el pasadizo que conducia al siguiente patio, donde debio esperar un poco mientras salia otro par de personas. Una de ellas era psicologa o algo parecido, e iba sopesando seriamente la idea de quitarse la vida con una sobredosis de morfina cuando llegara a casa. No tenia familia, ni aqui ni en ninguna parte.
Ya eran casi las dos cuando Flora llamo con cuidado en la ventana de Peter y paso dentro. En aquellos momentos no quedaba ninguna conciencia viva por los alrededores.
EKOT, 14:00
… no existe ninguna explicacion a lo sucedido en Heden. Poco despues de las dos, la policia y el personal sanitario se vieron obligados a desalojar el recinto. Doce personas han resultado heridas tras haber sido atacadas por los redivivos, tres de ellas de gravedad. Heden permanecera cerrado al publico por tiempo indefinido…
RESUMEN
Ministerio de Sanidad. Reservado
EKOT, 16:00
… ha puesto Heden en algo parecido a la cuarentena. La zona contara con un reducido grupo de personal sanitario, pero de momento no hay planes para continuar con los programas de rehabilitacion.
17DE AGOSTO (II)
La idea es delicada y prometedora
como la luz que cruza el cielo hacia el norte
en sutiles jirones,
como los que deja el caracol a su paso,
o como tantea el mejillon el fondo del mar
con el pecho, la boca y las manos,
o como el corazon, al latir,
siente el llanto del cerebro.
MIA AJVIDE, Flyktlock
(Via de escape).
Las sombras ya se habian alargado cuando Mahler se levanto de su escondrijo y regreso a la cabana. Le dolia el cuerpo despues de permanecer tanto tiempo sentado en la piedra. Habia permanecido fuera mas tiempo del estrictamente necesario para tranquilizarse. Queria demostrarle a Anna como seria todo si el, el que estaba de mas, desapareciera.
En la roca situada fuera de la casa habia un viejo soporte para secar las redes, tres grandes ganchos en forma de T. Bajo uno de ellos estaba Anna canturreando y tendiendo la ropa de Elias que habia lavado con jabon y agua salada. Parecia muy animada, en absoluto angustiada, como Mahler se habia esperado.
Ella oyo sus pasos en la roca y se volvio.
– Hola, ?donde has estado?
Mahler dio un manotazo al aire y Anna ladeo la cabeza, mirandole.
«Como si yo fuera un nino», penso Mahler, y ella se echo a reir y asintio. El sol, en el horizonte, le arranco un destello burlon en la mirada.
– ?Has encontrado algo de agua? -pregunto el.
– No.