Le habria gustado poder cruzar atravesando la pared, como El Rayo, el superheroe. Desaparecer a traves de la pared, cruzar el bosque y salir por el otro lado, ver lo que pasaba alli, si Eli necesitaba ayuda, consuelo, lo que fuera.
Ya no se oia nada al otro lado. Solo el redoble de los latidos de su corazon.
Se levanto de la cama, fue hasta la mesa y saco unas gomas que tenia en un vaso de plastico. Se llevo el vaso a la cama y puso la boca contra la pared, el culo contra la oreja.
Lo unico que se oia era un lejano tableteo que no parecia de la habitacion de al lado. ?Que
El padre que habia cogido una pistola y… no, era la puerta de fuera, un portazo que habia hecho vibrar las paredes.
Se tiro de la cama y fue hasta la ventana. Despues de unos segundos salio un hombre. El padre de Eli. Llevaba una bolsa en la mano, con paso rapido y cabreado se dirigio al arco de salida y desaparecio.
?Que hago? ?Le sigo? ?Por que?
Se fue a la cama de nuevo. No eran mas que imaginaciones suyas. Eli y su padre habian discutido; Oskar y su madre tambien discutian a veces. Es mas, su madre tambien se iba asi si la bronca habia sido especialmente dura.
Su madre amenazaba a veces con irse a vivir a otro sitio cuando le parecia que Oskar era malo. Oskar sabia que ella no lo haria nunca, y su madre sabia que Oskar lo sabia. El padre de Eli a lo mejor habia llevado su amenaza un paso mas alla. Se marcho en mitad de la noche, con bolsa y todo.
Oskar estaba tumbado en la cama con las palmas de las manos y la frente apoyadas contra la pared.
Llamaron a la puerta de Oskar y se sobresalto. Por un momento creyo que era el padre de Eli que habia venido para verselas tambien con el.
Pero era su madre. Entro con sigilo en la habitacion.
– ?Oskar? ?Estas dormido?
– Mmm.
– Solo queria decirte que… vaya vecinos que nos han tocado. ?Has oido?
– No.
– Hombre, tienes que haberlo oido. Pero si el estaba gritando y dio un portazo como un loco. Dios mio. A veces se alegra una de no tener ningun hombre. Pobre mujer. ?La has visto?
– No.
– Ni yo. Bueno, ni a el tampoco si vamos a eso. Las persianas estan todo el dia bajadas. Probablemente alcoholicos.
– Mama.
– ?Si?
– Ahora quiero dormir.
– Si, perdona, hijo. Solo que me he puesto tan… Buenas noches. Que duermas bien.
– Mmm.
Su madre se fue y cerro la puerta con cuidado. ?Alcoholicos? Era muy probable.
El padre de Oskar era alcoholico cronico; era por eso por lo que su padre y su madre ya no estaban juntos. Su padre tambien podia sufrir esos arrebatos de furia cuando estaba borracho. Eso si, no pegaba nunca, pero podia gritar hasta quedarse afonico, dar portazos y romper cosas.
Aquel pensamiento alegro de alguna manera a Oskar. Feo, pero era la verdad. Si el padre de Eli era bebedor tenian algo en comun, algo que compartir.
Oskar puso otra vez la frente y las manos en la pared.
Los ojos desorbitados miraban ciegos el techo del tunel. Hakan aparto unas cuantas hojas secas y aparecio el jersey rosa que Eli solia llevar puesto, tirado sobre el pecho del hombre. Hakan lo recogio, penso llevarselo a la nariz para olerlo, pero se contuvo cuando advirtio que el jersey estaba mojado.
Volvio a soltar el jersey sobre el pecho del hombre, saco la petaca y dio tres tragos. El aguardiente se deslizo como una lengua de fuego por su garganta, lamiendole hasta las paredes del estomago. Las hojas crujieron bajo su culo cuando se sento en el frio empedrado y miro al muerto.
Habia algo raro en la cabeza.
Rebusco en su bolsa, encontro la linterna. Se aseguro de que no venia nadie por el camino del parque, encendio la linterna y alumbro al muerto. El rostro parecia de un color amarillo palido a la luz de la linterna, la boca colgaba entreabierta, como si fuera a decir algo.
Hakan trago saliva. Solo pensar que aquel hombre habia estado mas cerca de su amada de lo que el habia llegado a estar nunca le daba nauseas. Echo de nuevo mano a la petaca, como si quisiera quemar la subita angustia, pero se detuvo.
El cuello.
Alrededor del cuello tenia como una gargantilla ancha y roja. Hakan se inclino sobre el y vio la herida que Eli habia abierto para llegar a la sangre,
Los
pero eso no explicaba la gargan… tilla…
Hakan apago la linterna y al ir a tomar aire se fue involuntariamente hacia atras en aquel espacio tan reducido, raspandose en la mancha rala de su coronilla. Apreto los dientes para contener el dolor.
La piel del hombre habia reventado porque… porque le habian retorcido el cuello. Una vuelta completa. La nuca estaba rota.
Hakan cerro los ojos, hizo unas respiraciones ritmicas para calmarse y frenar el impulso de salir corriendo de alli, lejos… de aquello. El techo del puente le rozaba la cabeza; debajo, el empedrado. A derecha e izquierda el camino del parque por el que podia llegar gente que llamara a la policia. Y delante de el…
No
Si. Pero… la cabeza.
No le gustaba saber que la cabeza estaba suelta. Iba a caer hacia atras, tal vez desprenderse si levantaba el cuerpo. Se puso en cuclillas y apoyo la frente en las rodillas. Aquello lo habia hecho su amada. Solo con las manos.
Sintio un cosquilleo de malestar en la garganta al imaginarse el sonido. El crujido cuando retorcio la cabeza. No queria tocar aquel cuerpo otra vez. Se quedaria alli sentado. Como Belaqua al pie de la montana del purgatorio, esperando el amanecer, esperando…
Dos personas venian andando desde el metro. Se echo entre las hojas, al lado del muerto, con la frente contra las piedras heladas.