Al frente de Nebula, Peter Hamilton vencio resueltamente los numerosos obstaculos que se oponian a la edicion de revistas del genero, y extendio su publicacion a escala mundial. En el numero de mayo de 1957, le fue posible alardear de que Nebula pasaria desde entonces a mensual, una periodicidad que sostuvo, con ligeros contratiempos, durante los dieciocho meses siguientes. En septiembre de 1957, Hamilton afirmo que Nebula era la revista de ciencia ficcion mas vendida de Gran Bretana con cuarenta mil lectores y distribucion en veintiseis paises.
Hamilton tenia todo el derecho a jactarse, pues lo habia logrado todo por si mismo, a cambio de grandes riesgos financieros y un enorme cansancio fisico. Su salud empeoro mucho durante los anos cincuenta -pese a ser un hombre todavia muy joven-, lo cual contribuyo a su decision final de cerrar la revista.
Nebula ofrecia la mezcla adecuada de ficcion y realidad. Relatos extensos y cortos se combinaban de manera satisfactoria con articulos cientificos y secciones regulares, entre ellas la cinematografica de Forrest J. Ackerman y la de colaboraciones del lector, a cargo de Walt Willis. La labor artistica solia impresionar por las vigorosas y brillantes cubiertas, las pulidas contraportadas en blanco y negro y las fotografias interiores.
En cuanto a su contenido literario, Nebula fue la autora del lanzamiento de Brian Aldiss en mayor grado que cualquier otra revista. Hamilton habia adquirido su primer relato, «T», aunque no lo publico hasta noviembre de 1956, fecha en que Aldiss aparecia ya regularmente en otras publicaciones. All the World's Tears, incluido en el Nebula de mayo de 1957, alcanzo un gran exito. En un editorial posterior, Peter Hamilton se encargo de subrayar que tal relato constituyo el punto critico de la reaccion del lector ante Aldiss. Tras su publicacion, el nombre de este acaparo el interes de todos. (All the World's Tears se incluye en el presente volumen.) Los ojos del mundo entero se volvieron hacia Aldiss, que, en la Convencion Mundial de Ciencia Ficcion de 1959, recibio una placa como «Autor novel mas prometedor del ano».
El autor mas popular de Nebula fue E. C. Tubb, que publico en ella veintisiete relatos. Aunque los mejores aparecieron en los primeros anos de la revista, hay que senalar como favorito de este periodo su cuento de misterio sobre extraterrestres e inmortalidad, Talk Not At All (No hableis en modo alguno) (agosto de 1958). Entre los demas que consiguieron la fama a traves de Nebula, anotemos a Francis G. Rayer, con su relato catastrofico Beacon Green (El faro verde) (marzo de 1957), Robert Presshe, con Old MacDonald (El viejo MacDonald) (abril de 1958), una ingeniosa narracion sobre la agricultura en Venus, y William Temple, con su serie Goliath, una guerra entre los extraterrestres y la Tierra, publicada en forma de libro con el titulo The Automated Goliath (El goliat automatizado) (1962).
En 1958, una huelga de los impresores retraso la aparicion de todas las revistas britanicas. Sin embargo, Nebula, que se imprimia en Irlanda, no se vio afectada por ella. La circunstancia proporciono a Hamilton la oportunidad de hacer fortuna. Por desgracia, no supo aprovecharla. Se habia apoyado con exceso en sus lectores americanos, y en 1958, precisamente, la catastrofe se abatio sobre el mundo de la revista estadounidense. Nebula se resintio del golpe.
No se recupero lo bastante y, pese a aumentar su precio de dos chelines a dos chelines y seis peniques, Hamilton supo que fin estaba proximo. La desaparicion paso de momento inadvertida para sus lectores, acostumbrados a la otrora erratica periodicidad de Nebula. Al no aparecer ningun numero despues de junio de 1959, nadie se sintio alarmado en principio. Pero al finalizar ese ano, fue obvio que Nebula habia dejado de existir. No hay ningun rastro de Peter Hamilton a partir de ese momento. Ahora bien, las cuarenta y una ediciones de Nebula constituyen un monumento a lo que un solo hombre puede lograr con la suficiente determinacion y entrega.
La muerte de Nebula dejo a las revistas de Nova como unica fuente de ciencia ficcion en Gran Bretana. Durante el periodo 1957-1958, habia existido una revista de terror, Phantom, a base de reediciones. Su editor artistico, Cliff Lawton, lanzaria posteriormente una nueva publicacion, A Book of Weird Tales (1960), con reimpresiones seleccionadas por Ackerman, pero que solo duro un numero. Habia tambien la coleccion de libros de bolsillo «Supernatural Stories», publicada por John Spencer and Co., de Shepherds Bush. Cada seis semanas, aproximadamente, publicaba una novela, acompanada por un tomo de cuentos. La mayor parte de estos procedian en exclusiva de R. Lionel Fanthorpe, autor asimismo de numerosas novelas de ciencia ficcion, adquiridas por dicha editorial. Su fenomenal produccion nacia de sus ratos libres (la mayor parte del dia la dedicaba a su trabajo como maestro de escuela). Logicamente, de ahi derivo una perdida de calidad. No obstante, sus relatos sirvieron de escalon intermedio a los nuevos iniciados en la ciencia ficcion que no habian descubierto las revistas de Carnell.
New Worlds ha sido considerada siempre como la columna Vertebral de la ciencia ficcion britanica, mas por su longevidad y regularidad que por su calidad…, aunque esta fuera excelente. Significaba la principal salida para aquellos que trataban de ganarse la vida escribiendo. New Worlds excluia todo relato o novela por entregas que no perteneciese a la denominada ciencia ficcion estricta, en tanto que Science Fantasy admitia narraciones mas en el limite de la ciencia ficcion, incluso de pura fantasia.
Science Fantasy fue varias veces nominada para el Hugo, confirmando asi su popularidad. Su plato fuerte consistia en un extenso relato, siempre fascinante y absorbente, en muchos casos obra de John Brunner; por ejemplo, A Time To Rend (Un tiempo que desgarrar) (diciembre de 1956), desarrollado en un misterioso mundo paralelo, Lungfish (El dipnoo) (diciembre de 1957), que juzgaba los efectos psicologicos sufridos por los ninos que nacen en una nave espacial viajando durante varias generaciones, Earth Is But A Star (La Tierra no es mas que una estrella) (junio de 1958), donde se describia una Tierra decadente que se expone a su destruccion por una estrella fugaz, y City of the Tiger (La ciudad del tigre) (diciembre de 1958), que, junto con The Whole Man (El hombre completo) (abril de 1959), narra los esfuerzos y los exitos de un telepata con dotes curativas. Los dos ultimos, revisados, aparecieron con el titulo Telepathist (Telepata) (1964) y le valieron a Brunner una nominacion para el Hugo.
Entre otros excelentes relatos, figuran tambien las variaciones de Kenneth Bulmer sobre mundos extranos, Reason For Living (Razon para vivir) (octubre de 1957) y The Bones of Shoshun (Los restos de Shoshun) (octubre de 1958); la fascinante manipulacion del hado de Destiny Incorporated (Destino, S. A.) (agosto de 1968), de John Kippax; Dial O for Operator (Marque el O para la telefonista) (febrero de 1958), de Robert Presslie, un cuento realmente sobrecogedor sobre una peticion telefonica de ayuda procedente del futuro, y 200 Years to Christmas (200 anos para Navidad) (junio de 1959), de J. T. Mclntosh, la aventura de una nave «generacional».
J. G. Ballard, mas conocido por su obra en New Worlds y uno de los primeros en moldear el nuevo enfoque de la ciencia ficcion, proporcionaba buena parte del material para Science Fantasy. Pero el primer murmullo de la «nueva ola» se oyo en New Worlds, y en esta misma revista, una decada despues, exploto en el maremoto final.
Ballard fue reconocido de inmediato como un genio creador, y se le concedio una doble presentacion en publico, con sendos relatos en los numeros de Science Fantasy y New Worlds correspondientes a diciembre de 1956. En primer lugar, le fue aceptado Escapement (Escape), un cuento basico sobre un hombre no sincronizado con el tiempo. Pero antes habia escrito Prima Belladonna, el primero de los que Ballard situaria en el escenario de Vermillion Sands, su maravilloso mundo de fantasia. Los relatos posteriores demostraron una originalidad y pericia muy profundas. Build-Up (Acumulacion progresiva) (enero de 1957) detallaba un dilema aterrador, en un vasto complejo urbano del futuro, en tanto que Manhole 69 (Nicho) (noviembre de 1957) era una tetrica y aterradora vision de la locura. En 1959, Ballard hablaba asi de la ciencia ficcion:
«Lo que me interesa sobre todo en la ciencia ficcion es la oportunidad que ofrece de experimentar con ideas cientificas o psicoliterarias que tienen poca o ninguna conexion con el mundo de la