americana solo edito cinco numeros, al ritmo de uno al mes. Posteriores intentos para distribuir New Worlds en Norteamerica resultaron desastrosos desde el punto de vista financiero.
Y por ultimo, en los primeros anos de la decada de los sesenta, se noto la expansion en el mercado del libro de bolsillo. Las ventas de las revistas cayeron en vertical. En 1959, se habian levantado en Gran Bretana las restricciones a la importacion de revistas americanas y, como mal menor, los lectores britanicos se decidieron a adquirir el producto autentico, con obvias repercusiones para las reimpresiones britanicas. La circulacion menguo. La Analog inglesa desaparecio tras el numero de agosto de 1963. F and SF siguio imprimiendose en el Reino Unido hasta junio de 1964. Atlas Publishing, que habia editado ambas, no se arredro. Valientemente, en septiembre de 1963 puso a la venta una edicion britanica de Venture para reemplazar a Analog. Sin un solo relato inedito, estaba integrada por narraciones extraidas de Venture, pero tambien de numeros concurrentes de F and SF, es decir del periodo 1957-1958. Fue bien acogida, puesto que ofrecia relatos de dificil adquisicion. Vista desde este angulo, se trataba de una revista mas bien unica en el pais. Conservo una periodicidad mensual mientras publico sus veintiocho numeros, cerrando en diciembre de 1965 porque, segun la editorial, se habia agotado todo el material disponible.
Por si la desaparicion de las ediciones britanicas no fuera ya bastante mala en si, las publicaciones nativas comenzaron a tambalearse. SF Adventures desaparecio en mayo de 1963. La revista habia sido siempre de gran calidad, pero con la tirada mas baja. En sus ultimos anos, brindo al lector una version reducida de la novela catastrofica de Ballard The Drowned World (El mundo sumergido); la fascinante serie de John Brunner sobre la Sociedad del Tiempo, desarrollada en una Tierra alternativa y publicada como libro en 1962, con el titulo Time without Number (Tiempo sin numero), y The Sundered Worlds (Los mundos separados) (1962), de Michael Moorcock.
Science Fantasy no habia perdido su popularidad, obteniendo varias nominaciones para el Hugo. Incluso, en el verano de 1963, se discutio su paso a mensual. No obstante, en la reunion del consejo de administracion de la Nova, celebrada el 19 de septiembre de 1963, se acordo que Science Fantasy y New Worlds dejaran de publicarse.
Carnell no se amilano. En diciembre de 1963, firmo un contrato para editar una serie de antologias originales de la nueva ciencia ficcion. Iba a llamarse New Writings in SF, y apareceria trimestralmente. El primer volumen salio en el verano de 1964, con excelentes ventas. A partir de entonces, se publica de manera esporadica. New Writings perpetua en efecto la New Worlds de antano, en muchos casos con obras de los mismos autores.
La noticia de que las revistas quebraban causo conmocion entre la fraternidad de la ciencia ficcion. Por un lado, Science Fantasy se encontraba por aquel entonces en su mejor momento, en especial para los amantes de la literatura fantastica. No solo ofrecia con regularidad la excelente fantasia heroica de Michael Moorcock en torno a su lord albino, Elric, sino que presentaba las muy originales y superiores fantasias historicas del fallecido Thomas Burnett Swann. El mayor talento de Swann se expresaba al evocar la realidad del amanecer de la civilizacion, cuando la expansion de la humanidad amenazaba a las criaturas, ahora miticas, que vivian en paz, driadas, faunos y similares. Pese a ser americano, Swann habia ganado su reputacion en Gran Bretana. El bellisimo relato Where Is the Bird of Fire? (?Donde esta el pajaro de fuego?) (abril de 1962), referente a la leyenda de Romulo y Remo, fue nominado para el Hugo.
Ademas de estas fantasias supremas, la revista presentaba ciencia ficcion tan excelente como Matrix (Matriz) (octubre de 1962), una aventura de mundos paralelos, y Skeleton Crew (La dotacion del esqueleto) (diciembre de 1963), extendido hasta novela con el titulo Earthworks (Terraplanes), extrano panorama de una Tierra futura, ambos de Brian Aldiss. Y tambien la torsion temporal de John Brunner, Some Lapse of Time (Cierto lapso de tiempo) (febrero de 1963).
Proxima a su fin, New Worlds no ofrecia tanta excelencia, aunque tal descenso de calidad era de esperar al enfrentarse la revista a su inminente desaparicion. Con todo, en la primera mitad de la decada hubo en ella numerosas narraciones de primera clase. Aparte de las mas famosas de Ballard y Aldiss, subrayemos los cautivantes problemas cientificos de Donald Malcolm, en la vena de Hal Clement y Arthur Clarke, como por ejemplo su serie sobre el Equipo de Exploracion Planetaria, iniciada con Twice Bitten (Dos veces mordido) (febrero de 1963). Colin Kapp, un cientifico igualmente aficionado, colaboro con un excitante relato interdimensional, Lambda 1 (diciembre de 1962), al que siguio su primera novela, The Dark Mind (La mente oscura) (1963-1964), relativa a los reticulados transdimensionales y donde cuenta como un hombre enviado al limbo existente entre las dimensiones regresa con la facultad de controlar la antimateria.
En el numero de septiembre de 1962, aparecio The Streets of Ashkelon, un relato demoledor de tabues, obra de Harry Harrison, que reeditamos en este libro. Otro autor popular de la Nova era Ian Wright, con su novela Dawn's Left Hand (La mano izquierda del amanecer) (1963), una de las numerosas precursoras de Cyborg (1972), de Martin Caidin, sobre un hombre bionico.
El numero de abril de 1963 reviste un interes historico. Contenia un editorial de Michael Moorcock en el que este llamaba la atencion de los escritores especializados respecto a la necesidad de aumentar el nivel medio de la ciencia ficcion, evitando asi que los autores de generos mayoritarios utilizaran su tecnica literaria para manipular aquella en favor de sus intereses particulares. Moorcock revelaba asi sus futuras intenciones editoriales, aunque por entonces ni siquiera se las habia planteado. Al enterarse del cierre de las revistas, escribio a Carnell una carta, publicada en la ultima New Worlds (abril de 1964). Uno de sus parrafos decia asi:
«Como ya he afirmado en otras ocasiones, la ciencia ficcion suele autoproclamarse muy avanzada, cuando en realidad solo lo es raramente. Deberia ser muy avanzada. Precisa de editores dispuestos a arriesgarse a publicar un relato, aun cuando atraiga las criticas sobre sus personas».
Cuando Moorcock escribia esto, ignoraba que una nueva empresa editora se habia hecho cargo de las revistas. Roberts and Vinter, de Londres, estaba lanzando un sello editorial, Compact Books, dedicado a los libros de bolsillo. Tenia la intencion de continuar con ambas revistas, aunque en formato de bolsillo, no diferente de la primitiva Authentics.
Despues de que Moorcock estableciese con tanta claridad sus intenciones, no parecia haber nadie mas idoneo para director de New Worlds que el, en aquella epoca un joven de veinticuatro anos. Y asi, en mayo de 1964, renacio New Worlds SF como revista bimensual. Sorprendentemente, el precio habia bajado de tres chelines a dos chelines y seis peniques.
Tambien Science Fantasy fue salvada. La responsabilidad directiva recayo en este caso en Kyril Bonfiglioli, marchante de arte establecido en Oxford. La eleccion supuso una sorpresa para muchos, ya que Bonfiglioli era un perfecto desconocido en este campo. A pesar de que carecia de todo conocimiento sobre las tareas editoriales al tomar posesion del cargo, numerosas personas se mostraron de acuerdo posteriormente en alabar su excelente trabajo. Nacido en Eastbourne, en mayo de 1928, Bonfiglioli habia dirigido dos galerias de arte, una libreria y una tienda de antiguedades. Y en cierta epoca, habia sido campeon de sable. En las primeras ediciones, admitio su antipatia hacia los subgeneros de espadas y brujeria y opera espacial, exigiendo calidad literaria para su revista. Lo logro en un grado notable, quiza porque Science Fantasy se gano la estrecha colaboracion de la pluma magistral de Keith Roberts.
Roberts fue un hallazgo de Carnell, que habia adquirido varios de sus relatos para New Writings. Pero la mayor parte de las narraciones de Roberts no encajaban en aquella serie. Carnell las paso a Bonfiglioli, y este las publico al instante, nada menos que tres en el tercer libro de bolsillo de Science Fantasy, en septiembre de 1964. Dos de ellas narraban las aventuras de la adorable bruja adolescente Anita. Al poco tiempo, Roberts -y su alter ego, Alistair Bevan- aparecia en todos los numeros de Science Fantasy, con relatos cada vez de mayor calidad.
Entre los escritores que Kyril Bonfiglioli puede ufanarse de haber lanzado se encuentran Josephine Saxton, cuya misteriosa y aturdidora fantasia The Wall (La pared) engalano el numero de