mirar al futuro con esperanza y optimismo? «La vieja casa es practicamente inhabitable, esta hundiendose -me dijo-. Esta llena de caracter y encanto, pero solo es una casa sucia y vieja si la miras a la luz del dia; hay manchas en el suelo, grietas en las paredes, escaleras que crujen. Piensa que en una nueva casa estariais mucho mas comodas; en una casa limpia y brillante. Y yo correria con todos los gastos por las molestias que os ocasionaria.» No dijo que el nuevo edificio seria construido por esclavos mas acostumbrados al abono que a la argamasa y disenado por un arquitecto que no tenia ni idea de lo que es un portico. ?Este lugar es un desastre! Y nuestra vieja casa… -suspiro-. La vieja casa, a pesar de todo su desgaste, estaba construida con piedra y su tejado no habia tenido ni una gotera desde que yo soy vestal. Manchados o no, algunos suelos tenian maravillosas baldosas en blanco y negro, y unos dibujos y unas formas que te habrian dejado sin respiracion. Supongo que ahora estaran adornando los banos de esa enorme villa que tiene Clodio en la colina.

– Todavia no entiendo como consiguio apropiarse legalmente de vuestra propiedad.

– Se baso en unos documentos de la epoca en que fue construida la Via Apia. Apio Claudio Ceco se las arreglo para conseguir una gran extension de terreno para el y su familia a todo lo largo de la Via. La villa de Clodio, o su centro, ha pertenecido a su familia durante generaciones, desde la epoca en que fue construida la Via Apia. Como la antigua casa de las vestales estaba a poca distancia de esa propiedad, pudo declarar que necesitaba ampliar su villa y reclamar nuestra casa y parte de los bosques de Jupiter. Clodio era un experto en sacar documentos del aire. Al final se salio con la suya, legalmente y sin utilizar la violencia, y nosotras no pudimos hacer nada al respecto.

– Pero ?hubo sentimientos encontrados?

Me lanzo una mirada llena de desprecio.

– Gordiano, no me ofendas con educados eufemismos y yo te tratare con la misma cortesia. Pero estoy hablando de temas que, sin duda, solo tienen importancia para mi y no para ti. Perdona si no te ofrezco comida o vino; no seria adecuado que yo entretuviera a dos visitantes masculinos de semejante forma. Tendremos que permanecer de pie, por supuesto, todos excepto la centinela. -Senalo a la esclava, que se sentaba en un taburete en un rincon-. Has dicho que tenias que tratar de ciertos negocios conmigo, Gordiano.

– Si. Gracias Virgo Maxima por concederme…

– Vayamos al asunto sin mas dilacion. Cuanto menos tiempo pases bajo este techo, mejor. Estoy segura de que lo comprendes.

Sere tan directo como pueda. He oido que, poco despues de la muerte de Clodio en Bovilas, vino un visitante a esta casa.

Me miro significativamente pero no respondio.

– He oido que ese visitante te ofrecio algo.

– ?Quien te ha dicho eso?

– Me ha pedido que no diga su nombre.

?Guardas un secreto y pretendes que yo te revele los asuntos de esta casa?

– Virgo Maxima, nunca te pediria que traicionaras una confidencia. Si lo que pregunto es impropio, perdoname.

Me miro largo rato.

– Te dire lo que quieres saber porque una vez ayudaste a las vestales de Roma. Si. Aquel dia vino una mujer.

– ?A que hora?

– A ultima hora de la tarde. Empezaba a oscurecer.

– ?Quien era?

No puedo decirlo. No porque quiera mantenerlo en secreto, sino porque no lo se. Hacia frio y llevaba una capa con capucha que mantenia su cara oculta. Ademas, como ya he dicho, estaba empezando a oscurecer.

– Pero oirias su voz.

– Hablaba en voz baja y ronca, casi en un susurro.

– ?Como si disimulara su voz, al igual que su cara?

En aquel momento, yo tambien pense lo mismo.

– ?Que queria?

– Vino a traer noticias. Dijo que habia habido una batalla entre los hombres de Clodio y los de Milon en la via y que habia terminado en Bovilas. Me dijo que Milon habia salido ileso pero que Clodio habia muerto.

– ?Esa era la unica razon de su visita? ?Traer noticias?

– No. Me hizo una oferta…, una oferta bastante generosa. Y me pidio que rezaramos por ella a Vesta.

– ?Que rezarais?

– Si. Una oracion de gracias.

– ?Porque Milon habia salido ileso?

– No precisamente. – La Virgo Maxima entorno los ojos-. Queria que dieramos gracias porque Clodio habia muerto.

– ?No es inusual dar gracias a la diosa por la muerte de un hombre?

– Es inusual pero no es la primera vez. Hay algunas muertes de las que los dioses se regodean.

– ?Aceptaste su ofrecimiento?

– Si.

– ?Disteis gracias a la diosa por su muerte?

– La diosa las acepto con la misma calidez con que acepta cualquier otra oracion.

Trate de recordar con exactitud lo que me habia dicho Felicia: «Preguntale por la oferta que rechazo…».

– Has dicho que te hizo una oferta generosa y que la aceptaste.

– Por supuesto que la acepte. Si la hermandad del monte Albano fuera lo bastante rica para rechazar ofertas, habriamos podido costearnos una casa nueva cuando Clodio nos deshaucio.

– Pero ?no hubo algo que te ofrecio y rechazaste?

La Virgo Maxima me miro cautelosamente.

– Si ya sabes tanto, ?por que preguntas?

– Para descubrir lo que no se.

Antes de contestar penso un buen rato.

– Es cierto. Me ofrecio algo que rechace. Lo ofrecio como prueba de que Clodio habia muerto y como pago por la oracion. Era el anillo de oro de Clodio, el que le habian arrancado del dedo despues de muerto. Lo acepte como prueba pero no era apropiado como pago. Le dije que unas monedas serian mucho mas del gusto de la diosa.

– ?Donde esta ahora el anillo?

– Por lo que se, aun lo tiene la mujer y ahora, Gordiano, creo que ya es hora…

– Solo dos preguntas mas, por favor, Virgo Maxima.

– Muy bien. La primera.

– A la mujer de Milon, Fausta Cornelia…, ?la reconociste por la vista o por el tono de la voz?

Sonrio ante una pregunta tan obvia.

– Quiza si, quiza no. He conocido a muchas esposas de senadores y magistrados en una u otra ocasion. Si me pidieras que las distinguiera entre una multitud no podria, pero creo que me resultaba familiar. ?La reconoceria con una capucha y disimulando la voz? Probablemente no.

– ?Cual es tu ultima pregunta, Gordiano?

– ?Puedes contarme algo interesante sobre Marco Antonio?

Sonrio.

– Una pregunta tan transparente y otra tan original. ?Hemos cambiado totalmente de tema, Gordiano?

– Tengo una buena razon para preguntarlo. Sacudio la cabeza.

– ?Marco Antonio? ?El hijo del Antonio que fracaso contra los piratas?

– Si.

– ?No esta luchando en la Galia? La verdad es que no se nada de el.

– Ni tu ni nadie, por lo que parece. Virgo Maxima, te doy las gracias por tu indulgencia.

Me miro con amabilidad.

– La gente deberia recordar el pasado y los antiguos favores.

Вы читаете Asesinato en la Via Apia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату