orina. De nuevo oimos una discusion fuera del establo. Las voces eran mas altas que otras veces y ambas tenian un tono inequivoco de recriminacion. El companero casi nunca visto del captor vino y me echo un vistazo.
– ?Que te duele? -pregunto con aspereza.
Gruni.
– La barriga, estupido -dijo Eco, tratando de dar la impresion de que estaba enfadado y preocupado y se esforzaba por ocultarlo.
Los captores se retiraron en silencio pero oimos una fuerte discusion al otro lado de la puerta. Las voces se alejaron en la invisible y desconocida distancia.
– Ya que vamos a salir de aqui pronto… -comence.
?Por que no ser un insensato optimista? Era el cuadragesimo cuarto dia de cautividad, siete dias antes de los idus de marzo, el cuarto dia de mi fingida enfermedad. Eco habia vuelto a capturar, matar y desangrar una rata.
«Su ansia por un poco de pan anulo su buen juicio», por citar la solemne apologia que recito Eco mientras enterraba la criatura en un rincon apartado de la vista y, asi lo esperabamos, del olfato.
– ?Si? -dijo Eco.
– Ya que vamos a salir pronto de aqui, creo que tendriamos que pensar en quien puede tener razones para mantenernos aqui.
– Quiza podriamos descubrirlo a traves de los captores.
– Si todo va bien, una de dos, o tendremos que huir de ellos o ellos tendran que huir de nosotros. No creo que vayamos a hablar mucho. De todas formas, repasar los datos que conocemos de este enigma nos entretendra durante un par de horas.
– ?Otra vez?
– Complaceme. A menos que tengas una cita en algun sitio. Pero creo que no. Bien, ?que fue lo que descubrimos en la Via Apia? O, mas exactamente, ?que fue lo que
?Esa es la pregunta idonea para producirle dolor de cabeza a Aristoteles, papa! Tambien podrias pedirme que demostrara una negativa.
– Tienes razon. Vayamos por partes. Si creemos la version de la sacerdotisa Felicia, Milon y Clodio se encontraron en la Via Apia por casualidad. No hubo emboscada. Los dos grupos avanzaban sin problemas hasta que se pudieron ver con claridad. Clodio profirio un insulto contra Birria. Birria, en un impulso, se dio la vuelta y arrojo una flecha a Clodio. No fue mucho mas premeditado que una bronca en una taberna.
– Tambien es posible, papa, que Birria se hubiera propuesto disparar la flecha antes, siguiendo ordenes de su amo. A lo mejor, Birria insulto a Clodio antes y Felicia no lo oyo; Clodio respondio y Birria lo utilizo como pretexto para empezar el ataque. Pudo ser premeditado o, quizas, Milon dio la orden a Birria en aquel preciso momento, cuando se encontraron los dos grupos. Las fuerzas de Milon eran superiores. Quizas vio la ocasion de matar a Clodio y la aprovecho.
– Un buen razonamiento, Eco. De todos modos, no tenemos pruebas de que Clodio planeara o instigara el enfrentamiento a no ser pinchando e insultando a Birria. Probablemente, el conflicto se origino espontaneamente o por instigacion de Milon. ?Y que ocurre? Los hombres de Clodio son aplastados rapidamente. Algunos son asesinados y otros huyen a traves del bosque. Clodio, herido y con el camino hacia su villa cortado por los hombres de Milon, es atendido por cinco o seis de sus hombres que le llevan hacia Bovilas. Se refugia en la posada cuyo posadero le conoce y aprecia.
Me frote las manos para calentarlas. El pozo parecia especialmente humedo aquel dia.
– Los hombres de Milon no les siguieron en seguida. Felicia dijo que corrieron por los alrededores como perros que hubieran perdido el rastro hasta que llego Milon. Al principio estaba furioso, sobre todo con Birria.
– ?Porque Birria habia atacado a Clodio por iniciativa propia… o porque habia fallado el tiro? -dijo Eco.
– Sospecho que por la primera razon. Cuando estuvo mas tranquilo, Milon organizo una especie de conferencia y, solo cuando esta hubo terminado, envio a Eudamo, Birria y varios mas en persecucion de Clodio. Personalmente me parece muy significativo. Si Milon hubiera premeditado el asesinato de Clodio, creo que sus hombres habrian estado preparados para perseguir a Clodio de inmediato y lo habrian hecho, mucho mas si tenemos en cuenta que estaba herido y se movia con lentitud a pie. ?Por que esperaron? Creo que porque estaban esperando instrucciones de su jefe, al que habia cogido de sopeton todo lo que acababa de pasar. ?Por que regano a Birria? Porque el gladiador habia actuado precipitadamente, estupidamente y sin su consentimiento. Cierto que Milon habria estado muy contento si sus hombres hubieran matado limpiamente a Clodio, pero me parece mas probable que el incidente fuera espontaneo y que cuando Clodio huyo a pie, nadie estaba muy seguro de que era lo que tenia que hacer.
– Pero finalmente lo persiguieron.
– Si, porque Milon decidio terminar lo que sus hombres ya habian iniciado sin su consentimiento. ?Que era mas peligroso para el, Clodio herido o Clodio muerto? Herido, Clodio podria regresar a Roma, reorganizar sus fuerzas, iniciar un proceso legal contra Milon por intento de asesinato y terminar con la ambicion de Milon de ser consul. Si Clodio moria, Milon seria responsable de un asesinato, pero al menos los seguidores de Clodio estarian paralizados por la confusion y la persona de Clodio no estaria merodeando por ahi para acusarle. En cualquiera de los dos casos, Milon se enfrentaba a la ruina de todo aquello por lo que habia trabajado. Es otra de las razones por las que creo que el incidente no fue premeditado. Asesinar a Clodio con veneno o furtivamente habria sido otra cosa, pero hacerlo de una manera tan torpe solo habria danado a Milon. Me pregunto si pensaria en su tocayo, Milon de Crotona, cuando trataba de partir aquel enorme tronco y sus manos quedaron atrapadas en la hendidura. ?Oiria los aullidos de lobos hambrientos mientras andaba de un lado a otro de la Via Apia tratando de decidir lo que iba a hacer? Deberia haber sido un momento triunfal para Milon…, el final de Clodio de una vez para siempre a su alcance…, pero me parece que debio de ser un momento realmente amargo.
– Y finalmente decidio enviar a sus hombres a perseguirlo -intervino Eco.
– Una vez has herido a una bestia peligrosa es mejor matarla. Sin duda es lo que habria hecho Milon de Crotona.
– Asi que despidio a sus hombres y espero noticias. Me parece muy cobarde por su parte no haberse unido a la batalla.
– Si se lo hubieras preguntado, imagino que habria dicho que se quedo atras para velar por su esposa y su familia.
Eco dejo escapar una risa sarcastica y su cara se ensombrecio. Habia dicho las palabras con ironia pero tan pronto estuvieron fuera de mi boca, era dificil no pensar en nuestros seres queridos y en lo vulnerables que se encontrarian sin nosotros.
– En todo caso -dije-, no mucho mas tarde aparecieron el senador Tedio y su hija en su litera, con su sequito de esclavos y guardaespaldas. Tedio y Milon se reconocieron. Milon dijo una mentira (que habia sido atacado por los bandidos) y aconsejo a Tedio que se diera la vuelta. El obstinado viejo senador, en lugar de hacerle caso, continuo, a pesar de las objeciones de su piadosa hija.
»Mientras tanto, en Bovilas, la batalla habia comenzado. La mujer del posadero (cuyo testimonio tenemos de segunda mano a traves de su hermana), vio como Eudamo y Birria mataban a uno de los hombres de Clodio cuando se aproximaban a la posada. Hay un ataque terrorifico que destruye todos los cerrojos y puertas de la planta baja. El posadero es asesinado junto con los defensores de Clodio. De alguna manera, Clodio termina en el camino. Suponemos que Eudamo y Birria le quitaron el anillo de oro como trofeo y para llevar una prueba del asesinato a su amo. Entonces, por alguna razon, Eudamo, Birria y sus hombres se desvanecen ya que, cuando poco mas tarde llega Tedio, la batalla ha terminado y los ganadores se han ido. Tedio se encuentra con la posada destrozada. Ve sangre y cadaveres desparramados por todas partes, incluido el de Clodio. La mujer del posadero sale de su escondite en el piso de arriba. Se asoma por la ventana y ve a Tedio y a su hija inclinados sobre el cadaver de Clodio. Baja las escaleras, descubre a su marido muerto y pierde el sentido.
»Tedio, a pesar de que no le gustan ni el hombre ni su politica, se comporta honorablemente, carga a Clodio en su litera y envia su cuerpo a Roma. Todavia piensa que los asesinatos son obra de los bandidos y decide regresar a Aricia a pie. Da la vuelta y se arrastra colina arriba. Cuando se detiene a descansar al lado de la casa de las vestales, Eudamo y Birria aparecen en el camino y le adelantan, de vuelta a donde estaba Milon. ?Como es que no los habia visto antes? Eudamo y Birria llevan prisioneros. Felicia, atisbando desde el santuario de la Buena Diosa, tambien ve los prisioneros. ?Quienes son? No son los hombres de Clodio; todos los que habian huido con el