– ?Gordiano! -Ciceron se adelanto un paso y me abrazo antes de que pudiera detenerle. Era un abrazo politico; parecio rodearme por completo y, sin embargo, apenas me toco. Se separo y me miro como un pastor a un cordero perdido-. Asi que, en el ultimo momento, vienes a mi. ?Puedo atreverme a pensar, Gordiano, que esto quiere decir que por fin has recuperado el sentido comun?
– ?Oh, si, Ciceron! Por fin he recuperado el sentido comun. -Mi boca estaba tan seca que apenas podia hablar.
– Parece que necesitas beber algo. -Ciceron hizo una sena al portero y este desaparecio inmediatamente-. Debo decirte que el discurso ya casi esta terminado. Pero no esta escrito en piedra. Mas vale tarde que nunca.
– ?De que estas hablando?
– Bueno, despues de todo ese ir y venir a casa de Fulvia y de todo el tiempo que has pasado con Marco Antonio en el viaje, debes de estar bien enterado de lo que la acusacion piensa hacer manana. Puedo utilizar esa informacion para asegurarme de que todos mis alegatos daran en la diana. Cuantas menos sorpresas reciba de ellos, mejor. ?Oh!, Gordiano, me tenias asustado. Creia que te habiamos perdido para siempre. ?Pero aqui estas otra vez, en el lugar al que perteneces!
Mire alrededor. Tiron estaba sentado en medio de un monton de pergaminos enrollados y desordenados.
– ?Esta Celio aqui? ?Donde esta Milon? El mero hecho de pronunciar su nombre me hizo apretar los punos. Aspire profundamente. -Celio esta en casa de su padre, probablemente durmiendo como un nino.
– ?No deberia estar aqui, trabajando en su discurso?
– En realidad… ?Ah, aqui hay algo para mojarte la garganta! Tiron, ?quieres una copa para ti?
Pense rechazar la bebida, pero necesitaba un trago. Enarque una ceja cuando me rozo los labios. Debia ser de la mejor cosecha de la casa.
– ?No es un poco pronto para celebrarlo, Ciceron?
– ?Ah! Sabes apreciar el Falerno. Bien. Tu aparicion en mi casa es un buen motivo para brindar, Gordiano.
Donde esta Milon? -dije.
– Como puedes ver; aqui no. Imagino que estara en su casa con Fausta, disfrutando de dulces suenos sobre el consulado que tendra al ano que viene. ?Querias verlo?
Era una pregunta dificil de contestar.
– No -dije. Quena conservar la cabeza, lo que no- habria sido posible en presencia de Milon. Apure mi copa de vino.
– ?Gordiano, pareces asustado! Terminaremos con este asunto tan pronto como podamos para que puedas volver a casa y dormir un rato. Has dicho que Celio pronunciara un discurso. En realidad, solo un abogado intercedera por Milon manana: yo.
– ?Todos los demas han salida huyendo? ?Incluso Celio?
Por fin habia conseguido echar un jarro de agua fria sobre su entusiasmo.
– No se trata de eso. Esa idea de que todos sus amigos lo han abandonado es un rumor maligno que han difundido los clodianos, los mismos que aseguran que quiere asesinar a Pompeyo y destruir el Estado. Esperan hacerme aparecer como un tonto y asustarlos a todos para que abandonen a Milon. Pero te aseguro que los mejores hombres de Roma apoyan a Milon y estarian encantados de comparecer como informadores de la conducta en beneficio suyo. ?Pero las reformas de Pompeyo han eliminado a este tipo de testigos! Podria reunir tantos ex magistrados y consules que rodearian todo el Foro y hablarian de las virtudes de Milon durante horas. Pero Pompeyo solo quiere testigos oculares…, gente como ese desfile de sujetos lamentables que hemos tenido que soportar durante los tres dias ultimos.
– Si los amigos de Milon todavia le apoyan, ?por que vas a ser tu el unico que haga un discurso?
– ?De nuevo las reformas de Pompeyo! La defensa tiene solo tres horas (?tres horas!), para defender el caso. ?Recuerdas como era antes?
Un hombre tenia dos o tres abogados que podian hablar durante todo el tiempo que desearan. No necesito decirte que yo empiezo a calentarme al cabo de tres horas. La verdad es que no quiero compartir el tiempo con nadie mas. Para la acusacion aun es peor; ellos solo tienen dos horas. Bien, deja que los tres abogados tropiecen unos con otros y lean sus notas a toda velocidad. Haran precipitados y confusos discursos y luego yo aprovechare mi tiempo para arrastrar a los jueces, lentamente, firmemente, irresistiblemente a nuestro campo.
Se sirvio una buena dosis de vino de Falerno. ?Cuando habia empezado Ciceron a beber como un hombre?
– No creas que no puedo hacerlo -continuo-. Espera a oir mi discurso. Es mi obra maestra, Gordiano. ?Estoy fanfarroneando, Tiron, o es la pura verdad?
Tiron esbozo una sonrisa maliciosa.
– Es un discurso muy bueno.
– ?Nunca habia escrito uno mejor! Y mi oratoria nunca habia sido tan buena. Fascinare al jurado con las primeras palabras, los estrechare contra mi como si fueran un amante hasta que no tenga nada mas que decir y, despues de haberlo hecho, desafiare a cualquier hombre a que se enfrente a Milon.
El vino y la curiosidad habian enfriado mi ira. Decidi escuchar un rato, tomarme mi tiempo y oirle. Seria la ultima vez que lo hiciera. Una vez le dijera lo que habia ido a decirle, no volveriamos a intercambiar palabra.
– ?Como lo haras, Ciceron? ?Como seduciras al jurado?
– Bueno, no puedo leerte todo el discurso ahora mismo; no hay tiempo. Esbozo una sonrisa ironica-. Ademas, a lo mejor eres un espia enemigo, Gordiano. ?Has venido a descubrir mis juegos de palabras y mis dobles sentidos antes de que esten listos? ?No permitire que la acusacion conozca mis metaforas y alusiones historicas para que las eche a perder! Pero te hare un resumen general. Quiza te de alguna idea de como puedes ayudarme.
– ?Ayudarte?
– Quiza la acusacion tenga un punto debil que se me haya escapado, algo que tu sepas y yo no; algun punto que tengan intencion de recalcar y que yo no haya previsto. Probablemente, tu has tenido oportunidad de conocer informaciones que incluso a mis espias se les han pasado por alto. ?Has estado repantigado en la litera de Clodia, de campamento con Marco Antonio…; eres un hombre valioso, Gordiano! Siempre lo he dicho. Y nunca te he dado la espalda, sin importarme lo equivocado que hayas podido estar de vez en cuando. No puedes imaginarte cuanto me he alegrado cuando ha venido el portero diciendo que estabas aqui. Eres la ultima persona que habria esperado ver esta noche. Gordiano el Sabueso, siempre lleno de sorpresas. «Me ayudara a coronar mi obra maestra con los ultimos toques», eso es lo que dije, ?no es cierto, Tiron?
– Desde luego que si -Tiron parecia muy cansado. Pense que, con su delicada constitucion, deberia estar en la cama. ?O acaso parpadeaba y entornaba los ojos para evitar mirarme? ?Habria formado parte de la conjura contra mi? La idea me ponia enfermo, pero su lealtad hacia Ciceron siempre habia eclipsado cualquier otra cosa en su vida.
– Lo mas importante de mi discurso -continuo diciendo Ciceron lleno de entusiasmo- es que fue Clodio el que planeo una emboscada contra Milon y que a Milon no le quedo mas remedio que defenderse. ?Fue un homicidio justificado!
– ?Y que pasa con los hechos, Ciceron? -dije.
?Oh! Tendre que recordarle al jurado ciertos actos…, como que Clodio tenia un largo historial de conducta criminal contra los dioses y el Estado. Y el hecho de que, incluso mientras estaba de camino en la Via Apia, trabajaba para reorganizar el sistema de votos y procurar para si mismo y para su chusma de esclavos liberados aun mas poder. Y, ciertamente, no pienso permitir a nadie olvidar el hecho de que Clodio era uno de los mas libertinos y pervertidos hombres que ha habido en esta ciudad.
– Pero Clodio no tendio una emboscada a Milon. ?Tengo que repetirlo mas lentamente? Clodio… no… tendio una emboscada… a Milon.
Ciceron se detuvo.
– Este asunto de la emboscada, de quien conspiro contra quien, de quien esperaba a quien…, es teoria, ?no lo ves? Consideralo una estratagema literaria. Mi amigo Marco Bruto dice que debo tener en cuenta que se da por hecho que Milon asesino a Clodio intencionadamente, con conocimiento de causa y premeditacion, y alegar que el homicidio estaba justificado ya que Milon actuo para salvar al Estado de un hombre peligroso. Bueno, quiza Bruto se las arreglara con ese argumento, pero yo no. Recordaria a los oyentes mis manejos con Catilina y sus