todo el equipo de produccion vivian en el. Se convirtio practicamente en un dormitorio. El director, el cameraman, la script y el resto de la compania nos reuniamos todas las mananas para desayunar y discutir el rodaje del dia, y al atardecer nos sentabamos en la sala, a escuchar la radio del hotel, una de las pocas que habia en el pueblo, y enterarnos de las noticias sobre la guerra civil que por entonces se libraba en un pais situado al sur.
Me entendia bien con el resto de la compania, en especial con Larsen y su joven esposa. La unica excepcion era el maquillador, que durante el primer dia de rodaje tuvo un disgusto conmigo. Ibamos a empezar con una escena en la que el noble es conducido a traves del pueblo, hacia la plaza de la ejecucion; el cameraman queria la luz matinal, de modo que la compania tuvo que presentarse a las seis de la manana para ser maquillada y poder empezar con la primera toma antes de las nueve. Llegue puntualmente, y en el momento en que me sentaba en una silla del granero que almacenaba nuestro vestuario e indumentaria, el maquillador examino mi cara y haciendo muecas empezo a quejarse, refunfunando. Durante una hora trabajo conmigo para aplicar una pequena cantidad de rouge y polvos, ya que, segun declaro, yo era un caso sin remedio; me dijo que tenia un tipo de piel no demasiado rara, pero si afortunadamente poco comun entre los profesionales del cine, que se resistia a ser maquillada.
– Tu piel es mate -dijo.
– Es la unica que tengo -replique sarcasticamente.
– Al director no le va a gustar, pero la culpa no es mia.
– Nadie te culpara -le dije.
Los maquilladores me han dicho cosas parecidas en otras peliculas en que he intervenido, pero nunca en una forma tan insolente. No es necesario decir que mi cara poco absorbente no ocasiono ningun problema aquella manana.
El rodaje de la pelicula se desarrollo con normalidad, aunque es dificil observar el progreso cuando se avanza tan lentamente. Trabajabamos en una jungla de escaleras, plataformas, cables tendidos en el suelo, focos y pantallas refractoras de colores, copias mecanografiadas del guion, paquetes de cigarrillos en comun y botellas de vino para la compania. Pareciamos, al representar un espectaculo historico, una gran multitud. Ademas de dos equipos de direccion, la compania y los actores principales, reclutamos extras del pueblo, asi como hombres morenos, de torsos desnudos, y muchachos con pantalones cortos color caqui y sandalias, para ayudarnos en las operaciones de la camara, transportar los focos y el
Hubo algunos problemas con los productores, que tenian dudas cronicas sobre el valor comercial de la pelicula. En el plato, todos aprendieron a respetar el furor de Larsen, que se repetia cada tarde, a las cuatro, cuando recibia el correo. Se sentaba aparte, lo leia y, finalmente, lo embutia en el bolsillo trasero de su pantalon. A menudo era llamado desde el hotel, para atender frecuentes llamadas de larga distancia. A pesar de todas las presiones ejercidas sobre el, creo que se debio principalmente a su indecision que tardaramos tanto tiempo (setenta y tres dias de rodaje, repartidos en un periodo de cuatro meses y medio) en terminar la pelicula. Llegamos con un guion de rodaje completamente terminado, pero el lo sometia a continuos cambios, y la mayoria de las reuniones que teniamos a la hora del desayuno se perdian en discusiones sobre los temas sexuales y las ideas teologicas. Desempene un modesto papel en estas discusiones, y puedo atribuirme ciertos exitos, al evitar que la pelicula se convirtiera en un documento anticlerical. Larsen, que habia escrito el guion, no se decidia definitivamente sobre la manera de representar al noble. Algunas mananas nos amenazaba con suspender la produccion, para reelaborar totalmente el nucleo del guion, a los efectos de demostrar que el noble era inocente de los extraordinarios crimenes que se le atribuian. Por lo menos, queria excusar al escandaloso noble, bajo el aspecto de un hombre destrozado por los tormentos que una conciencia hiperescrupulosa impone a su naturaleza sexual no convencional.
– Debio ser un hombre muy apasionado -susurro el director-. Antoine -dijo, dirigiendose al actor que representaba al noble-, debes mostrarte mas apasionado.
Lo puse en duda.
– Lo imagino muy sereno -dije-. Una cantidad tan grande de victimas comporta tal inmensidad de apetito, que raya en la indiferencia.
Todos los presentes manifestaron su disconformidad con mi punto de vista.
– ?Como alguien puede ser tan cruel? -exclamo la chica de pelo corto que representaba el papel de patriota-. Piensa en todos aquellos ninos.
Trate de explicarlo.
– No creo que el noble ilustre el limite de crueldad a que puede llegar la naturaleza humana. Ilustra el problema de la saciedad, ?lo veis? Todos los actos son emprendidos esperando sus consecuencias. Lo que ocurre al alcanzar la saciedad es simplemente que se llega a las consecuencias -la plenitud- del propio acto. Pero a veces, la atmosfera moral llega a hacerse embarazosa. Hay un cumulo de consecuencias. Y es necesario mucho tiempo para que las consecuencias se junten con los actos. Entonces uno debe repetirse a si mismo, aburriendo a los demas, en el intervalo que separa el acto de sus consecuencias. Es el momento en que la gente siente insatisfaccion. Algunas veces -con seguridad muy pocas- no hay consecuencias, y uno tiene la impresion de no estar ni siquiera vivo.
– Tu tambien estas tratando de disculparlo -dijo la script.
– No, de ningun modo. Soy el primero en estar de acuerdo con que deberia haber sido ejecutado, pues, ?quien hubiese actuado asi, de no haber buscado expresamente el castigo? Solo que el era un hombre consecuente hasta el extremo. Se repetia a si mismo -es decir, sus crimenes- de la forma mas extravagante. Se convirtio en una maquina. Estas son para mi -me volvi para dirigirme personalmente a Larsen- las unicas preguntas que cabe hacerse. Con cada repeticion, con cada revolucion de la maquina, el iba sintiendose menos oprimido, hasta que confesar inesperadamente y ser enviado a la muerte no supuso ya nada para el. ?Habria estado satisfecho con un asesinato, si le hubieran apresado?
– Prosigue -dijo Larsen-. Veo que tienes el asunto muy pensado.
– ?Que significa para alguien asesinar a trescientos ninos, cuando un solo asesinato es suficiente y excesivo para la mayoria de la gente? -dije-. ?Tenia este hombre una capacidad para asesinar trescientas veces mayor que la vuestra o la mia? ?O mejor, esto sugiere que, para el, un asesinato significaba solo una parte trescientas veces menor de lo que significa para una persona normal?
No recuerdo el resto de la discusion, excepto que fui desbordado al hacer algunas sugerencias concretas para cambiar el guion. Mis colegas, comprensiblemente, no compartian mi deseo de reformar este fascinante tema, y darle el estilo languido de mis suenos. Pero todavia argumente que a la interpretacion de Larsen le faltaba imaginacion. En mi opinion, dedicaba excesivo tiempo de la pelicula a la asociacion del noble con la joven patriota; y en las escenas finales fallaba al rendir honores al asombroso cortejo que seguia al asesino sodomita y genocida hasta el patibulo, compuesto en su mayoria por cientos de ciudadanos llorosos, muchos de ellos padres de las victimas.
?Por que lloraban? ?Podia ser porque sus crimenes tenian de algun modo olor de santidad? Mas exactamente, ?el noble era un converso de ciertas ideas religiosas hereticas que incitaron y aun santificaron sus abominables crimenes? En cuanto a la joven campesina, la heroina nacional de mi pais, argui que esta asociacion con ella no lo redimia parcialmente, como Larsen sostenia, sino todo lo contrario. ?No fue esta misma muchacha llevada a juicio y quemada en la hoguera? La virgen y el infanticida, estos dos seres tan opuestos en el juicio de la historia, y aparentemente vinculados solo por la explosion de la guerra, tenian algo en comun, concretamente la herejia, que fue el cargo principal (esto debe ser recordado) en ambos juicios. Ambos fueron acusados en primer lugar por su herejia, y solo secundariamente por insurreccion y crimen. ?Es posible que fueran castigados por algo que nunca se cito en sus juicios? Segun el profesor Bulgaraux, que me envio varias cartas convincentes sobre el tema, los dos eran victimas propiciatorias y voluntarias de un culto clandestino, cuyas doctrinas guardan una cierta semejanza con las doctrinas de los autogenistas.
Pero si es asi, deberemos convenir que, de los dos, fue el noble quien mejor cumplio la sagrada mision de desprestigiarse ante los ojos del mundo. La joven campesina, aunque vestia ropas de hombre, decia oir voces y participaba en la guerra, no pudo evitar que la iglesia que la habia condenado la santificara despues. Pero ninguna iglesia, por muy imaginativa que sea, puede canonizar al noble. De este modo, considerar sus crimenes como producto de tensiones eroticas, como Larsen sostenia, demostraba una gran falta de tacto moral. Sus crimenes
