– Hay cosas peores -aseguro con una sonrisa-. Pero entiendo lo que dices. Sin embargo, no tenia eleccion, ?no?

– Ya.-Menee la cabeza-. Tenias que hacer lo que querian. Y era tu unica posibilidad. Lo entiendo.

– No se puede decir que me saliera esplendido -comento Peter. Rio como si fuera una broma y sacudio la cabeza-. Lo siento, Pajarillo. No queria dejarte, pero si me hubiera quedado…

– Habrias terminado como yo. Lo entiendo, Peter.

– Pero estuve ahi en el momento crucial.

Asenti.

– Y tambien Lucy.

Asenti de nuevo.

– Todos lo pagamos caro, ?verdad? -observo.

En ese instante, oi un alarido, como un aullido de lobo. Un sonido sobrenatural, lleno de rabia y de ansia de venganza. El angel.

Peter tambien lo oyo, pero no lo asusto como a mi.

– Viene por mi, Peter-susurre-. No se si podre encargarme de el yo solo.

– Normal. Nunca se puede estar seguro de nada. Pero lo conoces, Pajarillo. Conoces sus puntos fuertes y sus puntos flacos. Tu sabias todo, y fue lo que necesitamos entonces, ?no es asi? - Dirigio la mirada a la pared de la escritura-. Escribelo, Pajarillo. Todas las preguntas. Y todas las respuestas.

Se aparto, como dejandome espacio para que llenara el siguiente vacio. Inspire hondo y avance. Cuando tome el lapiz, no note que Peter desapareciera de mi lado, pero si que el frio aliento del angel helaba la habitacion a mi alrededor, de modo que tirite al escribir:

Al acabar el dia, la sensacion de que las cosas que ocurrian eran logicas invadio a Francis, pero no lograba ver su disposicion general…

Al acabar el dia, la sensacion de que las cosas que ocurrian eran logicas invadio a Francis, pero no lograba ver su disposicion general. El revoltijo de ideas que le cruzaban la mente lo seguia desconcertado, y el resurgimiento de sus voces, que parecian mas ambivalentes que nunca, lo complicaba todo. Armaban un lio en su cabeza, donde gritaban sugerencias y exigencias contradictorias, le instaban a huir, a esconderse y a defenderse con tanta frecuencia y premura que apenas podia oir otras conversaciones. Todavia creia que todo seria evidente si lo miraba a traves de la lente adecuada.

– Peter, Tomapastillas dijo que esta semana habria algunas vistas de altas…

– Eso pondra nerviosa a la gente -advirtio Peter con las cejas arqueadas.

– ?Por que? -se extrano Lucy.

– Esperanza -respondio Peter, como si esa sola palabra lo explicase todo. Miro a Francis-. ?Que pasa, Pajarillo?

– Me parece que, de algun modo, existe una conexion entre todo esto y el dormitorio en Williams -dijo-. El angel eligio al hombre retrasado, de modo que tenia que conocer su rutina para ponerle la camiseta en el arcon. Y saber que seria uno de los que Lucy interrogaria.

– Proximidad -concluyo Peter-. Oportunidad de observar. Bien dicho, Francis.

Lucy tambien asintio.

– Pedire la lista de los pacientes de ese dormitorio -comento.

– Lucy -dijo Francis tras pensar un instante-, ?puedes obtener tambien la lista de los pacientes que tendran una vista de altas?

– ?Para que?

– No lo se. -Se encogio de hombros-. Pero estan pasando muchas cosas y quisiera ver como podrian estar relacionadas.

Lucy asintio, pero Francis no estuvo seguro de que lo creyera.

– Esta bien -dijo, pero Francis tuvo la impresion de que solo lo decia para complacerlo y que no veia ninguna posible relacion. Miro a Peter-. Podriamos registrar el dormitorio en Williams. No se tardaria mucho y podriamos encontrar algo valioso.

Lucy creia que era fundamental mantener los aspectos mas concretos de la investigacion. Las listas y las suposiciones eran interesantes, pero se sentia mas comoda con la clase de detalles que la gente puede declarar en los juicios. La perdida de la camiseta ensangrentada la preocupaba mas de lo que habia dejado entrever, y tenia ganas de encontrar otra prueba que pudiera servirle de base para un caso.

Lucy siguio pensando: cuchillo, falanges cercenadas, ropas y zapatos ensangrentados. Tenia que haber algo en alguna parte.

– De acuerdo -dijo Peter-. Tiene sentido.

Francis, sin embargo, no estaba tan seguro. Pensaba que el angel habria previsto esa estratagema. Lo que tenian que planear era algo que desconcertara al angel. Algo sesgado y distinto, mas en la linea del lugar donde estaban que de donde querian estar. Los tres se dirigieron hacia el despacho de Lucy, pero Francis vio a Negro Grande junto al puesto de enfermeria y se separo de ellos para hablar con el corpulento auxiliar. Los otros dos siguieron adelante, al parecer sin reparar en que Francis se rezagaba.

– Es pronto para la medicacion, Pajarillo -dijo Negro Grande al verlo-. Aunque supongo que no es eso lo que quieres, ?verdad?

Francis meneo la cabeza.

– Me creyo, ?verdad? -pregunto.

– Claro que si-respondio el auxiliar despues de echar un vistazo alrededor-. El problema es que aqui no te favorece nada estar de acuerdo con un paciente cuando el mandamas piensa otra cosa. Lo entiendes, ?verdad? No se trataba de si era verdad o no. Se trataba de mi empleo.

– Podria volver esta noche.

– Podria, pero lo dudo. Si quisiera matarte, Pajarillo, ya lo habria hecho.

Francis estuvo de acuerdo, aunque era una de esas observaciones que son tranquilizadoras y aterradoras a la vez.

– Senor Moses -repuso con voz ronca-, ?por que nadie quiere ayudar a la senorita Jones a atrapar a ese hombre?

Negro Grande se puso tenso y cambio de postura.

– Yo estoy ayudando, ?no? Y mi hermano tambien.

– Ya sabe a que me refiero.

– Si, Pajarillo. Lo se. -Miro alrededor para asegurarse de que no habia nadie lo bastante cerca o que prestara la atencion suficiente para oirlo. Aun asi, anadio con cautela, en voz muy baja-: Tienes que entender algo, Pajarillo. Encontrar al hombre que busca la senorita Jones, con toda la publicidad y atencion que eso conllevaria, y acaso una investigacion oficial, titulares de periodicos, programas de television y toda esa parafernalia, acabaria con la carrera de algunas personas. Se harian demasiadas preguntas. Puede que preguntas dificiles como: «?Por que no hizo esto o aquello?» Quizas habria que dar explicaciones ante las autoridades estatales. Se produciria mucho revuelo, y aqui nadie que trabaje para el Estado, en especial un medico o un psicologo, quiere tener que contestar preguntas sobre como se dejo que un asesino viviera en el hospital sin que nadie lo advirtiese. Estamos hablando de un escandalo, Pajarillo. Es mas facil taparlo, encontrar una explicacion convincente para uno o dos cadaveres. Eso es facil. No se culpa a nadie, todo el mundo cobra, nadie pierde su empleo y las cosas continuan como antes. Es igual en cualquier hospital. O carcel, bien mirado. Se trata de conseguir que las cosas sigan adelante. ?Todavia no lo habias pensado?

Francis si lo habia pensado, pero ocurria que no le gustaba.

– Recuerda que a nadie le importan demasiado los locos -anadio Negro Grande meneando la cabeza.

La senorita Deliciosa alzo los ojos y fruncio el ceno cuando Lucy entro en la sala de espera del doctor Gulptilil. Se mostro muy atareada con unos formularios y se volvio hacia la maquina de escribir cuando la fiscal se acerco a

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