todo el que ha sido alguna vez victima de un crimen, y mucho mas del crimen mas grande jamas cometido, tiene muy buena memoria.

– ?Quien es?

– Esta en Viena. El Centro Simon Wiesenthal. Lo integra unicamente este tipo, que gracias a Dios tiene una memoria imperecedera, y unas cuantas personas entregadas que trabajan para el. Si hay alguien que sepa quien dirigia esa seccion en Berlin en 1943, son ellos. Y seguro que van a mostrarse mas que deseosos de ayudarla cuando se enteren de lo que esta buscando. Puede que tenga suerte y le proporcionen un par de nombres; entonces vuelva a llamarme y conseguire que mis amigos en la policia nos faciliten una direccion antes de que se vuelvan demasiado suspicaces.

El enlace policial le dio un numero y acto seguido colgo. Espy penso: «Todos tenemos recuerdos de pesadilla», y se pregunto por que estaria el mundo tan deseoso de olvidarlos. Recordo a su hermano asesinado y se dijo que jamas olvidaria lo que le habia sucedido. Despues, con igual rapidez, dudo que aquello fuera sensato. Y como no le gustaba estudiarse a si misma hasta tal punto, contemplo el numero y levanto el auricular.

Tardo un poco en establecer la comunicacion internacional, y luego tuvo que dejar un mensaje, de manera que transcurrio una hora hasta que le devolvieron la llamada. Era una mujer joven que por la voz parecia de su misma edad, aunque hablaba un ingles de acento culto y propio de algo que Espy no logro situar. No era alemana. Se identifico como Edie Wasserman y dijo que era empleada del centro. La persona que daba nombre al mismo, se apresuro a decir, habia ido a Israel a recibir un premio.

– Pero digame cual es el objeto de su interes, senorita Martinez.

– Estoy buscando a una persona que trabajo en una seccion particular de Berlin durante la guerra.

– ?Tiene el numero de la seccion?

– Si. Seccion 101, Geheime Staatspolizei…

– La Gestapo. Se les daba mejor que a otros grupos destruir documentos. Las SS, por ejemplo. Su crueldad en ocasiones solo era igualada por su arrogancia. Bien, asi que le interesa la Gestapo en Berlin en 1943. Resulta muy curioso. Hoy, una fiscal de Miami se pregunta por lo que hacia la Gestapo en Berlin mucho antes de que ella hubiera nacido. Es de lo mas inusual. ?Que seccion es esta en particular?

– El Departamento de Investigacion Judio -respondio Espy.

Hubo un silencio. Cuando la joven contesto, lo hizo lentamente:

– Si, conocemos esa seccion. Los cazadores.

– En efecto.

– Una fiscal de Miami, Florida, nos llama, asi… ?como dicen ustedes? ?De sopeton? Si, de sopeton, interesada por los cazadores. Pues resulta sumamente intrigante, senorita Martinez. ?Que desea saber?

– Estoy buscando informacion acerca de alguien que llamaban la Sombra…

– Der Schattenmann esta muerto, senorita Martinez.

De nuevo el silencio floto en el aire frente a ella.

– ?Por que dice eso?

– Porque cuando una mujer de apellido Kubler, conocida como el Fantasma Rubio y que hizo cosas similares a las hechas por Der Schattenmann, fue detenida y juzgada, se le pregunto por varios de los otros cazadores, y contesto que fueron enviados al Este en los ultimos transportes. ?Sabe lo que significa eso, senorita Martinez? Significa que uno estaba muerto.

– ?Pero usted sabe algo de esa seccion?

– Si. De las actas del juicio de Kubler salio mucha informacion a la que solo hemos tenido acceso recientemente porque esa mujer fue juzgada y encarcelada en la Alemania del Este. Hay muchos nombres que no conociamos y hay otros documentos que se nos entregan en privado. Pero los datos de la Gestapo son muy valiosos, senorita Martinez, aunque desgraciadamente incompletos. ?Pero por que le interesa un hombre que a todas luces ya esta muerto? ?Es usted historiadora o periodista?

– Porque no creo que este muerto.

– ?Der Schattenmann vivo? ?Tiene alguna prueba?

– Tengo muertes, senorita Wasserman. Personas que aseguraron haberlo visto aqui, y a continuacion fueron asesinadas.

– ?Personas? ?Quien podria reconocer a Der Schattenmann?

– Pues un punado de supervivientes.

Espy Martinez oyo que la joven daba un respingo y a continuacion aguardaba, hasta que respondio:

– Necesito saber mas. La ayudare en todo lo que me sea posible, pero hemos de saber mas. Si ese hombre esta vivo, debe ser encontrado y castigado. Esto es importante, senorita Martinez. Crucial.

– Necesito nombres. Si podemos averiguar quien era en aquella epoca, tal vez podamos averiguar quien es ahora.

– Por supuesto. Me pondre a ello inmediatamente. La llamare en cuanto tenga algo.

Y colgo, dejando a Espy con la certeza de que estaba haciendo progresos. Penso en llamar a Walter para ponerlo al corriente, pero decidio esperar a saber algo. De modo que se puso a pasear impaciente por su pequeno despacho y a entretenerse con otros casos pendientes que ultimamente habia desatendido. Pero eso solo sirvio para ponerla mas nerviosa, y no tardo mucho en dejar a un lado aquellos expedientes y quedarse sentada a su mesa con la vista fija en el telefono. El tiempo parecia pasar con cuentagotas mientras esperaba la llamada de la mujer de Austria.

Ya era mas de la una cuando por fin sono el telefono.

– ?Senorita Martinez?

– ?Senorita Wasserman?

– Tengo varios nombres, pero antes debe prometerme una cosa.

– ?De que se trata?

– De que si logra encontrar vivo a la Sombra, nos informara de lo que descubra. No solamente quien es, sino como escapo a la muerte en 1944 y como llego a Estados Unidos. Todos los detalles de su pasado, senorita Martinez. No hay nada que no nos interese. -Hizo una pausa y anadio-: Envio a mucha gente a la muerte, senorita Martinez. Y a algunos los mato el personalmente. Es un hombre al que muchos quisieran llevar ante la justicia.

– Eso es lo que estoy intentando precisamente, senorita Wasserman -repuso Espy Martinez.

– Quiza no estemos hablando de la misma justicia.

– Le proporcionare toda la informacion que pueda, siempre que con ello no ponga mi caso en peligro. A usted le interesan unas muertes ocurridas hace cincuenta anos, pero yo quiero procesarle por asesinatos actuales cometidos aqui.

– Entiendo. -La mujer volvio a titubear-. Senorita Martinez, uno experimenta una sensacion especial cuando por fin consigue acercarse a uno de esos hombres. Habitualmente son SS, personal de los campos de concentracion. Desprenden un frio especial. Quiza sea debido a que llevan tantos anos viviendo con mentiras tan tremendas, que han llegado a convencerse de que no hicieron nada malo… -Hizo otra pausa y luego concluyo-: He sacado cinco nombres de nuestros archivos, es todo lo que he podido conseguir en tan poco tiempo. No obstante, seguire trabajando en ello. Hay dos que tenian el rango equivalente a mayor, lo cual quiere decir que en 1943 tendrian de treinta a cuarenta anos, de modo que yo no esperaria que aun vivan. Los otros tres eran un capitan y dos sargentos, mas jovenes pero tambien menos importantes. Buena suerte. Dudo que colaboren, pero nunca se sabe.

Espy anoto los nombres y se los quedo mirando, mientras bebia cafe despacio, esperando a que amaneciera en Berlin. Cuando fueron las ocho de la manana al otro lado del Atlantico, marco el numero del enlace policial de Bonn. Para su sorpresa, estaba sentado a su mesa.

– ?Algun resultado, senorita Martinez?

– Quiza. Tenia usted razon: se han mostrado deseosos de ayudar…

– Estaba seguro.

– Tengo varios nombres. ?Podria pasarlos por algun banco de datos, listas de contribuyentes, permisos de conducir…? Todos seran ya ancianos…

– A ver que puedo hacer. No se vaya muy lejos del telefono. Voy a decir a la policia que han aparecido estos nombres en la investigacion de un asesinato en Estados Unidos. Les dire que estamos buscando algun pariente cercano, o algo. La policia se mostrara recelosa, pero ya veremos.

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