Hambriento.

– Interesante -dijo-. Tuve un psiquico una vez. Era increible.

– ?Pensaba eso el psiquico? -mi voz sono mas agria de lo que pretendia.

Pude oir que Bill contenia el aliento, pero Eric se rio.

– Por un tiempo-respondio, con ambiguedad.

Escuchamos sirenas a lo lejos, y sin mas palabra Eric y la portera se metieron en su coche y desaparecieron en la noche. De algun modo, su vehiculo parecia mas silencioso de lo normal. Bill y yo nos pusimos veloces el cinturon de seguridad y abandonamos el estacionamiento por una salida, justo cuando la policia entraba por la otra. Traian con ellos el furgon para vampiros, un transporte especial de prisioneros con barrotes de plata. Era conducido por dos polis de la misma condicion, que salieron del vehiculo y llegaron a la puerta del club con una velocidad tal que para mi vision humana solo eran borrones.

Apenas nos habiamos alejado unas manzanas cuando Bill paro de repente en el estacionamiento de otra galeria comercial a oscuras.

– ?Que? -comence a decir, pero no pude anadir mas. Bill solto mi cinturon, echo atras el asiento y me agarro antes de que lograra terminar la frase. Temi que estuviera furioso, asi que al principio luche contra el, pero era como empujar un arbol. Entonces su boca alcanzo la mia, y supe lo que pretendia.

Oh, y tanto que sabia besar. Puede que tuvieramos problemas de comunicacion a algunos niveles, pero aquel no era uno de ellos. Pasamos un rato estupendo durante unos cinco minutos; pude sentir las oleadas de sensaciones que me atravesaban el cuerpo. A pesar de la incomodidad de estar en el asiento delantero de un coche, logre sentirme comoda, principalmente porque el era muy fuerte y delicado. Le mordisquee la piel con mis dientes, lo que le hizo soltar una especie de aullido.

– ?Sookie! -tenia la voz entrecortada. Me aleje de el, apenas un centimetro-. Si vuelves a hacerme eso te tomare tanto si quieres como si no-me dijo, y no me cupo duda de que hablaba en serio.

– No quieres hacerlo -dije por ultimo, tratando de no plantearlo como una pregunta.

– Oh, si, si quiero. -Arrastro mi mano y me lo demostro. De repente aparecio una brillante luz rotatoria detras de nosotros.

– La policia -dije. Observe una silueta que salia del coche patrulla y se dirigia hacia la ventana de Bill-. No les permitas descubrir que eres un vampiro, Bill-dije rauda, temiendo las repercusiones de la redada del Fangtasia. Aunque casi todos los cuerpos de policia estaban encantados de tener vampiros en nomina, tenian muchos prejuicios contra los vampiros de a pie, en especial con una pareja interracial.

La pesada mano del policia repiqueteo contra la ventanilla. Bill encendio el motor y pulso el boton para bajarla, pero no dijo nada y me di cuenta de que no habia podido retraer los colmillos. Si abria la boca, resultaria muy obvio que era un vampiro.

– Hola, agente-dije.

– Buenas noches-dijo el hombre con correccion. Se inclino para mirar por la ventanilla-. Ya sabeis que todas las tiendas estan cerradas, ?verdad?

– Si, senor.

– Bien, ya veo que estais retozando un poco, y no tengo nada en contra de ello, pero debeis iros a casa a hacer estas cosas. -Lo haremos -asenti con efusion, y Bill logro inclinar tambien la cabeza.

– Hemos hecho una redada en un bar a algunas manzanas de aqui-dijo distraidamente el agente. Solo podia verle parte de la cara, pero me parecio fornido y de mediana edad-. ?Por casualidad venis de alli?

– No -dije yo.

– Un bar de vampiros-remarco el policia.

– No, nosotros no.

– Dejeme iluminarle el cuello, senorita, si no le importa.

– Por supuesto.

Y vaya si no apunto con su vieja linterna a mi cuello, y despues al de Bill.

– Muy bien, solo era una comprobacion. Marchaos ya.

– De acuerdo.

El asentimiento de Bill fue incluso mas seco. Mientras el policia aguardaba, me recline en mi asiento y me puse el cinturon de seguridad. Bill arranco el coche y dio marcha atras.

Estaba furioso. Durante todo el trayecto a casa mantuvo un silencio hurano (o eso me parecio), pero yo me sentia mas inclinada a considerar gracioso todo lo ocurrido.

Me alegraba haber descubierto que Bill no era indiferente a mis atractivos personales, por escasos que fueran. Comence a desear que algun dia quisiera besarme de nuevo, puede que con mas pasion y durante mas tiempo, y tal vez incluso… ?podriamos ir mas alla? Trate de no elevar demasiado mis esperanzas. De hecho, habia un par de cosas que Bill todavia no conocia de mi, que nadie conocia, por lo que me esforce por mantener expectativas modestas.

Cuando llegamos a casa de la abuela, Bill rodeo el coche y me abrio la puerta. Eso me hizo arquear las cejas, pero no iba a oponerme a una accion tan cortes. Supuse que Bill se daba cuenta de que mis brazos funcionaban bien y tenia la capacidad mental necesaria para imaginarme como funcionaba el mecanismo de apertura. Cuando sali, el se aparto.

Me senti herida. No queria volver a besarme, lamentaba el episodio anterior. Seguramente languidecia por esa maldita Pam. O tal vez incluso por Sombra Larga. Empezaba a darme cuenta de que la posibilidad de mantener relaciones sexuales durante varios siglos proporcionaba oportunidades de sobra para experimentar largo y tendido. ?Tan malo seria anadir una telepata a su lista?

Encogi los hombros y me rodee el pecho con los brazos.

– ?Tienes frio? -me pregunto al instante, poniendo su brazo sobre mis hombros. Pero no era mas que el equivalente fisico de un abrigo; parecia tratar de mantenerse todo lo alejado de mi que le permitia la longitud de su extremidad.

– Lamento haberte molestado. No te volvere a pedir una cita -le dije, manteniendo la voz serena. Mientras hablabamos me di cuenta de que la abuela aun no habia fijado una fecha definitiva para que Bill diera la conferencia ante los Descendientes, pero tendrian que arreglarlo entre los dos.

Se quedo inmovil. Por ultimo dijo:

– Eres increiblemente ingenua -y ni siquiera anadio esa coletilla sobre mi sagacidad, como la vez anterior.

– Vaya -dije sin comprender-, ?de verdad?

– O puede que seas uno de los inocentes de Dios-anadio, y eso sono mucho menos agradable, como si yo fuera Quasimodo o algo asi.

– Supongo -dije con amargura-que eso tendras que descubrirlo.

– Mejor que sea yo quien lo descubra-dijo de modo misterioso, y entendi aun menos. Me acompano hasta la puerta, y yo ansiaba otro beso, pero solo me dio un besito en la frente-. Buenas noches, Sookie-susurro.

Deje mi mejilla contra la suya por un instante.

– Gracias por sacarme-dije. Me aleje con rapidez antes de que pensara que le pedia otra cosa-. No te volvere a llamar.- Antes de que mi determinacion flaqueara, me introduje en la oscura casa y cerre la puerta delante de sus narices.

5

Durante el siguiente par de dias me sobraron cosas en las que pensar. Para ser alguien que siempre ansiaba lo nuevo para no aburrirse, ya habia tenido suficientes novedades en mi vida para unas cuantas semanas. Solo con la gente del Fangtasia tenia material de analisis de sobra, y eso por no hablar de los vampiros. De sonar con conocer a un vampiro habia pasado a alternar con mas de los que desearia.

Muchos hombres de Bon Temps y de las cercanias habian tenido que acudir a la comisaria de

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