– Hay hombres con una habilidad especial para hacer que las mentiras parezcan verdades. Recuerdo que en cierta ocasion lleve la acusacion contra un individuo que aseguraba ser orfebre; engano al gremio…

– Eso es completamente distinto, senor.

– No puedo creer que lord Cromwell falseara las pruebas contra Ana Bolena. Olvidas que hace anos que lo conozco, Mark. Para empezar, ascendio al poder porque la difunta reina simpatizaba con los reformistas. Fue su protectora. ?Por que iba a colaborar lord Cromwell en su muerte?

– Porque el rey la deseaba y lord Cromwell haria cualquier cosa para conservar su posicion… Eso es al menos lo que se dice en Desamortizacion.

– No -repeti con firmeza-. Es duro, y debe serlo, con los enemigos a los que se enfrenta, pero ningun cristiano podria hacerle algo asi a un hombre inocente, y, creeme, lord Cromwell es cristiano. Olvidas que hace mucho tiempo que lo conozco. De no ser por el, no habria habido Reforma. Ese maldito monje nos ha contado un cuento sedicioso, un cuento que te conviene no repetir fuera de esta habitacion.

Mark me miro con dureza. Por primera vez desde que lo conocia, su mirada hizo que me sintiera incomodo. En ese momento, Alice entro en la habitacion con dos humeantes tazas de vino. Me tendio una sonriendo y a continuacion cambio con Mark una mirada que parecia prenada de significados. Senti una punzada de celos.

– Gracias, Alice -le dije-. Era lo que necesitabamos. Hemos estado hablando con el hermano Jerome y nos vendra bien algo que nos reconforte.

– Claro-murmuro la muchacha, que no parecia muy interesada-. Solo lo he visto unas cuantas veces deambulando por ahi con su muleta. Todo el mundo dice que esta loco -anadio; luego, me hizo una reverencia y se marcho.

Me volvi hacia Mark, que tenia los ojos clavados en el fuego.

– Tengo algo que deciros, senor -murmuro tras una vacilacion.

– ?Si? Adelante.

– Cuando regresemos a Londres, si es que salimos de aqui algun dia, no quiero volver a Desamortizacion. Ya lo he decidido. No lo soporto.

– ?Que es lo que no soportas? ?Que quieres decir?

– La corrupcion, la codicia. Continuamente nos importuna gente que quiere saber que monasterios seran los siguientes en caer. Mandan cartas, se plantan en la puerta diciendo que conocen a lord Rich, prometen que si obtienen tierras se convertiran en los mas leales servidores de Rich o Cromwell…

– Lord Cromwell, Mark.

– Y los altos funcionarios solo hablan del proximo cortesano que podria perder la cabeza y de quien ocupara su puesto. Odio ese ambiente de intrigas, senor.

– ?A que viene ahora eso? ?Es por lo que ha dicho Jerome? ?Temes acabar como Mark Smeaton?

– No, senor -dijo Mark volviendose y mirandome a la cara-. No es la primera vez que intento deciros como me siento en Desamortizacion.

– Escuchame, Mark. Algunas de las cosas que estan pasando me gustan tan poco como a ti. Pero todo tiene el mismo fin. Nuestro objetivo es construir un reino nuevo y mas puro -dije levantandome y abriendo los brazos-. Las tierras de los monasterios, por ejemplo. Ya has visto como es este lugar y los monjes que viven en el: gordinflones que practican todas las herejias inventadas por el Papa, que viven a costa de la ciudad y se prosternan y babean delante de sus imagenes, mientras esperan la menor oportunidad para satisfacer sus bajos instintos con sus hermanos, con Alice… o contigo. Todo eso se va a acabar. Porque es una verguenza.

– Algunos no son malas personas. El hermano Guy…

– La institucion monacal esta podrida. Es cierto que si lord Cromwell logra poner estas tierras a disposicion del rey, algunas acabaran en manos de sus partidarios… Esa es la naturaleza del patronazgo, asi es como funciona la sociedad, es inevitable. Pero se trata de una suma fabulosa, que dara al rey la posibilidad de ser independiente del Parlamento… Te subleva la situacion de los pobres, ?verdad?

– Si, senor. Es un escandalo. Gente como Alice arrojada de sus tierras en todas partes, criados sin senor mendigando por las calles…

– Si. Es un escandalo. El ano pasado, lord Cromwell presento en el Parlamento una ley que favorecia a los pobres. Proponia fundar casas de beneficencia para los que no tienen trabajo y la construccion de caminos y canales. Pero fue rechazada, porque la nobleza no queria pagar un impuesto especial para financiar la ley. Sin embargo, con la riqueza de los monasterios en las arcas del rey, lord Cromwell no necesitara al Parlamento. Podra construir escuelas y proveer de biblias inglesas a todas las iglesias. Imaginatelo: trabajo para todos, todo el mundo leyendo la palabra de Dios. ?Y para eso el Tribunal de Desamortizacion es vital!

Mark sonrio con tristeza.

– ?Vos no pensais, como el juez Copynger, que los unicos a los que deberia estar permitido leer la Biblia son los cabezas de familia? Tengo entendido que lord Rich opina lo mismo. Mi padre no es cabeza de familia, de modo que no podria leerla. Y yo tampoco.

– Un dia lo seras. Pero no, no pienso como Copynger. En cuanto a Rich, es un granuja. De momento, Cromwell lo necesita, pero no permitira que siga subiendo. Las cosas se enderezaran.

– ?Estais seguro, senor?

– Si, lo estoy. Debes pensar, Mark, debes rezar. No podemos… no podemos dudar; ahora menos que nunca. Hay demasiado en juego.

Mark se volvio hacia la lumbre.

– Siento haberos preocupado, senor.

– Entonces confia en mi.

Me dolia la espalda. Guardamos silencio, mientras fuera caia la noche y la oscuridad invadia la habitacion. No era un silencio agradable. Estaba contento de haber hablado con Mark con tanta firmeza y convencido de lo que le habia dicho sobre el futuro que creia estar ayudando a construir. Sin embargo, mientras permanecia sentado en la oscuridad, volvieron a mi mente las palabras y el rostro de Jerome, y mi instinto de abogado me dijo que el cartujo no habia mentido. Pero, si todo lo que habia dicho era cierto, la Reforma se estaba construyendo sobre un edificio de mentiras y monstruosa brutalidad. Y yo formaba parte de todo ello. Horrorizado, me tumbe en la cama. Al cabo de unos instantes, una idea acudio a tranquilizarme. Si Jerome estaba loco, puede que hubiera acabado creyendo sinceramente algo que solo era una fantasia de su mente enferma. No habria sido el primer caso con el que topaba. Me dije que la respuesta tenia que ser esa y que, en consecuencia, debia dejar de torturarme. Necesitaba descansar para tener la cabeza despejada al dia siguiente. Asi es como acallan sus dudas los hombres con conciencia.

17

De pronto vi a Mark, que me sacudia por los hombros; debia de haberme quedado dormido sin darme cuenta.

– Senor, el hermano Guy esta aqui.

Al ver al enfermero de pie junto a la cama, me levante a toda prisa.

– El abad me envia a deciros que tiene las escrituras de compraventa que le pedisteis y unas cartas que desea mandar. Llegara de un momento a otro, comisionado.

– Gracias, hermano.

El enfermero me miro indeciso pasando sus largos y oscuros dedos por el cordon que le cenia el habito a la cintura.

– Dentro de un momento, ire al oficio nocturno por Simon Whelplay. Comisionado, creo que deberia explicarle al abad lo del envenenamiento.

– Todavia no -respondi negando con la cabeza-. Su asesino ignora que sabemos que el muchacho murio envenenado, y eso podria darme una ventaja.

– ?Y como explico su muerte? El abad me preguntara.

– Respondedle que no estais seguro.

El hermano Guy se paso una mano por la tonsura. Cuando volvio a hablar, lo hizo con la voz alterada:

– Pero, senor, saber como murio guiaria las oraciones de la comunidad. Deberiamos pedir a Dios que reciba el

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