– Betsy me lo comento. Llego muy temprano o algo asi y Tessa se subio a la cabina. Dijo que queria ir con el, pero Michael la vio y no le permitio ir.

Esa version de lo que habia sucedido sonaba mucho mas verosimil que la que habia oido con anterioridad, que Nigel habia respondido virtuosamente que no la llevaria debido a mi prohibicion sobre trasladar extranos en los camiones.

Maudie anadio:

– Michael me conto que se imaginaba el motivo por el que Teresa Rich queria ir con los caballos de Jericho cuando habia dicho que detestaba al sujeto, pero era Nigel con el que queria ir, eso tiene mas sentido.

– Es soltero y posee feromonas poderosas, segun me dicen.

– ?Vaya manera de plantearlo! -Maudie sonaba divertida-. La vigilare y gracias.

Despues de que se fue, me dirigi a la sala para ver que podia recuperar.

Reflexione en la maquina contestadora, que los asaltantes habian partido en dos tajos. El carrete de la cinta estaba desenrollado en el piso.

En la cinta, pense, estaba grabada la voz del Trotador.

Al final no habia anotado lo que habia dicho y, aunque mas o menos podia recordar sus palabras, no estaba seguro de que fueran exactas. Ningun diccionario de rimas me ayudaria si me equivocaba con las palabras originales. Busque en la cocina un destornillador de cruz y otras herramientas. Libere los pedazos del casete de la maquina contestadora. Descubri que el hacha, al atravesar uno de los carretes, habia dividido la cinta en varios trozos de tamano muy corto.

Maldiciendo, encontre un casete viejo. Retire la cinta que contenia. Luego, desenrolle la seccion mas larga que no habia sido danada y la rebobine en uno de los carretes vacios. Uni el extremo dividido en el segundo carrete, lo reemplace en su casete y lo atornille para cerrarlo otra vez.

Despues busque por la casa una vieja reproductora de casetes de bolsillo, pues sabia que tenia una en algun lugar. Finalmente la encontre y con una especie de plegaria, oprimi el boton para reproducir mientras contenia el aliento.

– Odio esta maldita maquina -se escucho por fin la voz del Trotador-. ?A donde fuiste, Freddie?

Sonora y clara. ?Aleluya!

Todo el mensaje estaba ahi, aunque ligeramente distorsionado. Tome una hoja de papel y anote lo que habia dicho, palabra por palabra, pero todavia no lograba entender su significado.

?Una langosta muerta en el foso en agosto pasado!

?Era inverosimil! Alguien me habria avisado, aunque pase gran parte de agosto en Francia, en las carreras de Deauville, y en America, en Saratoga.

?Que rimaba con langosta? Angosta, costa, guardacosta, posta…

No. ?Que casaba con langosta?

Camaron… ostion, calamar, pulpo, crustaceo, mar, concha, insecto, hormiga.

?Un camaron muerto? ?Alguna clase de insecto? ?Quiza un pulpo muerto? ?Tal vez un ostion muerto? Hice a un lado los disparates. Senti que no obstante lograra descifrar el codigo, el mensaje podria resultar irrelevante. Era evidente que el Trotador no se imaginaba que iba a morir. No dejo un mensaje significativo, temiendo que fuera el ultimo.

Cambie el enfoque, encendi la nueva computadora y confie en que no se produjera otro colapso total en el disco duro. Sorprendentemente, todo parecia funcionar como antes. Me conecte a la maquina en la oficina de Isobel para ver lo que ella y Rose habian registrado desde esa manana.

Las dos habian estado ocupadas. Les habia pedido que empezaran con los registros del dia y, poco a poco, retrocedieran en el tiempo libre que les dejaban sus labores cotidianas, pero que no fueran mas alla del inicio del mes.

Todavia no les informaba a mis secretarias que tal vez podria presentarles copias completas de respaldo sin antes estar seguro de, primero, que la persona que habia querido forzar la caja no hubiera destruido los discos flexibles y, segundo, si el virus Miguel Angel no los habia borrado ya. Tampoco queria incurrir en un segundo ataque contra mi persona o mis pertenencias si alguien se enteraba de que los discos existian.

En la pantalla abri el directorio de archivos para ver lo que Isobel y Rose habian registrado y encontre algo extrano: 'Visitantes'. Resulto ser la lista que les habia pedido de todas las personas que habian estado recientemente en la oficina.

La lista mostraba:

Todos los conductores, con excepcion de Gerry y Pat, que estaban enfermos de gripe.

Tessa Watermead (que buscaba a Nigel o a Lewis).

Jericho Rich (acerca de sus caballos).

Alguacil Smith (acerca del hombre muerto).

Doctor Farway (acerca del hombre muerto).

Senor Tigwood (para recoger su alcancia).

Betsy (la secretaria del senor Watermead).

Brett Gardner (cuando renuncio).

Senora Williams (para la limpieza).

Loma Lipton (buscaba a F. C., pero el habia ido a hacer una transportacion de enlace).

Teclee un mensaje de agradecimiento en la lista e hice una copia de respaldo del trabajo nuevo en un disco flexible limpio. Luego apague la computadora, prepare algo para comer, bebi lo que quedaba de la champana y pense mucho acerca de los virus, tanto organicos como electronicos.

Nina llamo por telefono cerca de las diez, y antes de que le preguntara lanzo un gran bostezo,

– ?Donde estas?

– En la cabina del camion, en la granja. Ya acabamos de llenar los tanques de combustible y Nigel esta limpiando el camion con la manguera, gracias a Dios. Estoy molida.

– ?Sucedio algo?

– Absolutamente nada, no te preocupes. El viaje estuvo muy bien, conforme a lo planeado. Hicimos entrega del caballo saltador de exhibicion. Es solo que me parece que este jolgorio de conducir distancias tan grandes es un trabajo apropiado para hombres fuertes y jovenes.

– ?Como te fue con Nigel?

– Bien. Me coloco una mano sobre la rodilla un par de veces, pero me mostre firme. Es una persona muy divertida, y conversamos mucho -bostezo otra vez-. Casi termina la limpieza. Tiene una energia inagotable.

– Su principal virtud -estuve de acuerdo.

– Nos vemos manana. Adios.

Por la manana, me dirigi muy temprano a la granja. Harvey ya se habia ido a Wolverhampton y, en su ausencia, me gustaba siempre estar ahi en caso de que se presentaran peticiones o modificaciones de ultimo minuto.

La mayoria de los conductores se encontraba en el restaurante cuando llegue ese viernes. Dave habia sido asignado para ir con Aziz en el camion grande para trasladar unas yeguas de crianza a Irlanda. Ambos hombres habian llegado con mucha anticipacion y le pedi a Dave que pasara a mi oficina, ya que tenia algo que discutir con el. Entro como siempre con su modo despreocupado, el rostro mostraba una expresion amigable y confiada.

Le indique con un gesto que se sentara en la silla frente al escritorio y cerre la puerta detras de nosotros.

– Muy bien, Dave -inicie la conversacion. Tome el sillon que estaba detras del escritorio. En ese momento experimentaba mas irritacion que ira-. Cuentame, ?como se arreglo el problema de diarrea que tenias hace unos dias?

– ?Que?

– Recuerda la escala en la gasolinera de South Mimms para comprar Imodium -le dije un poco fastidiado-. Enfrentemoslo ahora, Dave, ustedes no se encontraron con Kevin Keith Ogden de manera accidental.

La boca de Dave se abrio, presta a emitir negaciones. Luego se cerro a causa de la expresion en mi rostro.

– ?Quien lo arreglo? -repeti-. Dime la verdad.

– En verdad, Freddie, no quise causar ningun dano -empezo a verse preocupado-. ?Que mal habia en darle un autostop a un pobre hombre?

– ?Quien te pago? -insisti-. Dilo todo o toma tu bicicleta y no vuelvas nunca por aqui.

Вы читаете Fuerza Maligna
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату