En un estante habia un espacio (un hueco) donde habia habido un libro que ya no estaba. No descubrimos de que libro se trataba. No habia libros sueltos en la casa. En ese momento era solo un detalle. Obviamente alguien se habia llevado un libro y no lo habia sustituido. Simplemente nos resulto curioso no poder determinar donde estaba o que libro era.

Langwiser presento dos fotografias tomadas durante el registro. Houghton las acepto pese a la protesta de rutina de Fowkkes. Las fotos mostraban la estanteria en su totalidad y un primer plano del segundo estante con el hueco entre un libro titulado El quinto horizonte y Print the Legend, una biografia del director de cine John Ford.

– Asi pues, detective -dijo Langwiser-, ha dicho que en ese momento no sabia si ese libro que faltaba tenia importancia para el caso, ?es asi?

– Asi es.

– ?Lograron determinar posteriormente cual era el libro que se llevaron del estante?

– Si, lo hicimos.

Langwiser hizo una pausa. Bosch sabia lo que ella planeaba. El baile habia sido coreo granado. El detective penso que la fiscal era una buena narradora. Sabia como tensar el ambiente, mantener al publico enganchado, llevarlo hasta el borde del precipicio y luego retroceder.

– Bueno, pongamos las cosas en orden -dijo ella-. Ya volveremos al libro. ?Tuvo ocasion de hablar con el senor Storey el dia del registro?

– Se mantuvo al telefono casi todo el tiempo, pero hablamos cuando llamamos a la puerta por primera vez y anunciamos el registro. Y luego al final del dia, cuando le dije que nos ibamos y que no nos llevabamos nada.

– Lo despertaron cuando llegaron a las seis de la manana.

– Si.

– ?Estaba solo en la casa?

– Si.

– ?Los invito a entrar?

– Al principio no. Protesto. Le dije que…

– Disculpe, detective, sera mas sencillo si lo mostramos. Ha dicho que habia un videografo con ustedes. ?Estaba grabando cuando llamaron a las seis de la manana?

– Si.

Langwiser presento las mociones oportunas para exhibir el video del registro. El juez lo admitio pese a la protesta de la defensa. Se introdujo en la sala una gran pantalla de television y se situo en el centro, enfrente del jurado. Despues de que se solicitara a Bosch que identificara el video, redujeron la intensidad de la iluminacion de la sala y la cinta empezo a reproducirse.

La grabacion empezaba con la camara enfocando a Bosch y el resto del equipo policial ante la puerta roja de una casa. Bosch se identifico y dijo la direccion y el numero del caso. Hablo con voz calmada. Luego se volvio y golpeo la puerta. Anuncio que era la policia y volvio a llamar. Esperaron. Bosch golpeo la puerta cada quince segundos hasta que finalmente abrieron a los dos minutos de la primera llamada. David Storey miro por el resquicio, despeinado y con ojos cansados.

– ?Que? -pregunto.

– Traemos una orden de registro, senor Storey -dijo Bosch-. Nos autoriza a llevar a cabo un registro de esta propiedad.

– Joder, estan de broma.

– No, senor, no es ninguna broma. ?Puede apartarse y dejarnos entrar? Cuanto antes entremos antes nos marcharemos.

– Voy a llamar a mi abogado.

Storey cerro la puerta con llave. Bosch inmediatamente subio el escalon y puso la cara en la jamba. Dijo en voz alta:

– Senor Storey, tiene diez minutos. Si no abre esta puerta a las seis y quince la echaremos abajo. Tenemos una orden de registro y vamos a ejecutarla.

Se volvio hacia la camara e hizo la senal de cortar.

La cinta de video salto a otra toma de la puerta. El temporizador de la esquina inferior mostraba la hora: 6.13. La puerta se abrio y Storey retrocedio para dejar pasar al equipo policial. Parecia que se habia peinado con la manos. Llevaba unos vaqueros negros y una camiseta blanca. Iba descalzo.

– Hagan lo que tengan que hacer y larguense. Mi abogado viene hacia aqui y va a estar vigilandolos. Si rompen una sola cosa voy a meterles una demanda que se van a cagar. Esta casa es de David Semurier. Un solo aranazo en las paredes les costara el empleo. A todos ustedes.

– Tendremos cuidado, senor Storey -dijo Bosch mientras entraba.

El videografo fue el ultimo en entrar en la casa. Storey miro a la camara como si la viera por primera vez.

– Y dejen de enfocarme con esa mierda.

Hizo un movimiento y la camara quedo enfocando el techo. Seguia alli mientras las voces del videografo y Storey se oian fuera de camara.

– Eh, ?no toque la camara!

– ?Pues saquemela de la cara!

– Muy bien, pero no toque la camara.

La pantalla quedo en blanco y las luces de la sala volvieron a encenderse. Langwiser continuo con el interrogatorio.

– Detective Bosch, ?tuvo usted o los miembros del equipo mas conversacion con el senor Storey despues de esto?

– No durante el registro. Desde que llego su abogado, el senor Storey permanecio en su despacho. Cuando registramos el despacho se traslado a su habitacion. Antes de que se fuera a su reunion le pregunte brevemente acerca de eso y se marcho. Eso fue todo por lo que respecta al registro y mientras estuvimos dentro de la casa.

– ?Y que ocurrio al final del dia, siete horas mas tarde, cuando se hubo completado el registro, hablo otra vez con el acusado?

– Si, hable brevemente con el en la puerta de entrada. Ya habiamos recogido y estabamos preparados para marcharnos. El abogado se habia ido y yo estaba en el coche con mis companeros. Ya nos estabamos retirando cuando me di cuenta de que habia olvidado darle al senor Storey una copia de la orden de registro. La ley lo exige asi. De modo que volvi y llame a la puerta.

– ?Abrio la puerta el senor Storey en persona?

– Si, abrio despues de que llamara con fuerza unas cuatro veces. Le di el recibo y le dije que era obligatorio.

– ?Le dijo el algo?

Fowkkes se levanto y protesto para que constara en acta, pero la cuestion ya se habia tratado en las mociones y resoluciones previas al juicio. El juez escucho la protesta para que constara en acta y la rechazo para que constara en acta. Langwiser repitio la pregunta.

– ?Puedo consultar mis notas?

– Por favor.

Bosch busco las notas que habia tomado en el coche justo despues de la conversacion.

– Primero dijo: «No ha encontrado ni una puta cosa, ?verdad?» Y le dije que tenia razon, que no nos llevabamos nada. Entonces dijo: «Porque no habia nada para llevarse.» Yo asenti y estaba dandome la vuelta para irme cuando volvio a hablar. Dijo: «Eh, Bosch.» Yo me volvi, el se inclino hacia mi y me dijo: «Nunca encontrara lo que esta buscando.» Yo dije: «Ah, si, ?y que estoy buscando?» El no me respondio, solo me miro y sonrio.

Despues de una pausa, Langwiser pregunto:

– ?Eso fue todo?

– No. En ese momento me dio la sensacion de que podia provocarle para que dijera algo mas. Le dije: «Tu la mataste, ?verdad?» El siguio sonriendo y luego asintio lentamente. Y dijo: «Y no voy a pagar por eso.» Dijo: «Soy un…»

– ?Mentira! Es un puto mentiroso.

Era Storey. Se habia levantado y estaba senalando a Bosch. Fowkkes tenia la mano sobre el y estaba tratando

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