Bosch asintio.

– Solo hay una cosa-dijo McCaleb-. Las fotos del juicio, ?tienes acceso a ellas?

– Durante el juicio si. De lo contrario las tiene el alguacil. ?Por que?

– Porque es obvio que Storey tenia un conocimiento previo del pintor Hieronymus Bosch. Tuvo que reconocer tu nombre durante el interrogatorio y saber lo que podia hacer con el. Asi que estoy pensando que ese libro que le llevo su ayudante a la celda era suyo. Le pidio que se lo llevara.

Bosch asintio.

– La foto de la estanteria.

McCaleb asintio.

– Eso es.

– Te dire algo. -Bosch echo un vistazo alrededor-. ?Hemos acabado?

– Hemos acabado -dijo Winston-. Estaremos en contacto.

La detective salio del reservado, seguida por Bosch y McCaleb. Dejaron dos cervezas y un whisky con hielo sin tocar en la mesa. En la puerta, McCaleb miro hacia atras y vio una pareja de tipos duros yendo a por el tesoro. En la maquina de discos John Foggerty estaba cantando: «Esta saliendo una luna siniestra…»

41

El frio del mar se le metia hasta los huesos. McCaleb hundio las manos en los bolsillos del chubasquero y escondio el cuello todo lo que pudo mientras avanzaba cuidadosamente por la rampa del puerto deportivo de Cabrillo.

Aunque tenia la barbilla baja, sus ojos estaban alerta, examinando los muelles en busca de un movimiento inusual. Nada capto su atencion. Miro el velero de Buddy Lockridge al pasar por al lado. A pesar de los trastos - tablas de surf, bicicletas, hornillo de gas, un kayak y equipamiento de lo mas diverso- que llenaban la cubierta, vio que las luces del camarote estaban encendidas. Camino silenciosamente sobre las planchas de madera. Decidio que tanto si Buddy estaba despierto como si no era demasiado tarde. Ademas, estaba demasiado cansado y tenia demasiado frio para tratar con su supuesto socio. Aun asi, mientras se aproximaba al Following Sea, no pudo evitar pensar en el cabo suelto de su actual hipotesis del caso. En el bar, Bosch habia estado acertado al deducir que alguien del campo de Storey habia tenido que filtrar la historia de la investigacion de Gunn al New Times. McCaleb sabia que la unica manera de que la teoria se sostuviera era que Tafero, o quiza Fowkkes, o incluso Storey desde la prision, fueran la fuente de Jack McEvoy. El problema era que Buddy Lockridge habia dicho a McCaleb que habia filtrado la informacion al semanario sensacionalista.

La unica forma de que la teoria funcionara, o asi lo veia McCaleb, era que tanto Buddy como alguien del grupo de la defensa de Storey hubieran filtrado la misma informacion a la misma fuente, y esto, por supuesto, era una coincidencia que incluso alguien que creyera en ellas tendria problemas en creer.

McCaleb trato de sacarse esta idea de la cabeza por el momento. Llego al barco, miro de nuevo en torno a si y subio al puente de mando. Abrio la puerta corredera, entro y encendio las luces. Decidio que por la manana iria a ver a Buddy y le preguntaria mas cuidadosamente que habia hecho y con quien habia hablado.

Cerro la puerta y puso las llaves y la cinta de video en la mesa de navegacion. Fue inmediatamente a la cocina y se sirvio un vaso largo de zumo de naranja. Entonces apago las luces de la cubierta superior y se llevo el zumo a la cubierta inferior, donde fue al lavabo y empezo rapidamente con su ritual vespertino. Mientras tragaba las pastillas con el zumo de naranja se miro a si mismo en el espejo de encima del lavabo. Penso en el aspecto de Bosch, con el cansancio claramente marcado en sus ojos. McCaleb se pregunto si el tendria el mismo aspecto en unos anos, despues de unos pocos casos mas.

Cuando termino con su rutina medica, se desnudo y se dio una ducha rapida. El agua salia helada, porque el calentador estaba apagado desde que habia cruzado el dia anterior.

Temblando, fue al camarote principal y se puso unos shorts y una camiseta gruesa. Estaba cansado, pero en cuanto se metio en la cama decidio que deberia escribir unas notas sobre sus ideas acerca de como Jaye Winston deberia llevar la trampa contra Tafero. Se estiro hasta el cajon inferior de la mesilla de noche, donde guardaba boligrafos y cuadernos. Al abrirlo, McCaleb vio un periodico doblado y arrugado en el pequeno espacio del cajon. Lo saco, lo desdoblo y vio que era el ejemplar de la semana anterior del New Times. Las hojas habian sido dobladas, de modo que McCaleb se encontro mirando una pagina llena de anuncios de pequeno formato bajo un encabezamiento que decia «Masajes».

McCaleb se levanto rapidamente y fue a buscar el chubasquero, que habia dejado sobre una silla. Saco el telefono movil del bolsillo y volvio a la cama. Aunque habia estado llevando el movil durante los ultimos dias, por lo general lo dejaba cargandose en el barco. Lo pagaba con fondos de las excursiones de pesca y lo asignaba a los gastos del negocio. Lo utilizaban los clientes en las salidas en barco y tambien Buddy Lockridge para confirmar las reservas y autorizar los pagos por tarjeta de credito.

El telefono tenia una pantallita digital con un menu deslizable. McCaleb abrio el registro de llamadas y empezo a revisar los ultimos cien numeros marcados. La mayoria de los numeros los identifico y descarto con rapidez. Pero cada vez que no reconocia un numero lo comparaba con los numeros de la parte inferior de los anuncios de la pagina de masajes. El cuarto que no reconocio coincidia con uno de los del diario. Era de una mujer que se anunciaba como «belleza exotica japonesa-hawaiana» llamada Leilani. Su anuncio decia que estaba especializada en un «servicio completo de relajacion» y no pertenecia a ninguna agencia de masajistas.

McCaleb cerro el telefono y se levanto de la cama otra vez. Empezo a ponerse unos pantalones de chandal, mientras trataba de recordar que se habia dicho exactamente cuando habia acusado a Buddy Lockridge de filtrar la informacion del caso al New Times.

Cuando estuvo vestido, McCaleb se dio cuenta de que nunca habia acusado especificamente a Buddy de filtrar informacion al periodico. En cuanto habia mencionado al New Times, Buddy habia empezado a disculparse. McCaleb entendio de pronto que las disculpas y la verguenza podian deberse al hecho de haber utilizado el Following Sea la semana anterior, cuando estuvo en el puerto, como punto de cita con la masajista. Eso explicaba por que Buddy le habia preguntado si iba a contarle a Graciela lo que habia hecho.

McCaleb miro su reloj. Eran las once y diez. Cogio el periodico y fue a la superestructura. No queria esperar hasta la manana para confirmarlo. Supuso que Buddy habia usado el Following Sea para citarse con la mujer, porque su propio barco era demasiado pequeno y parecia una imponente ratonera flotante. No habia camarote principal; solo un espacio abierto que estaba tan lleno de trastos como la cubierta superior. Si Buddy tenia a su disposicion el Following Sea lo habria usado.

En el salon no se preocupo en encender las luces. Se inclino sobre el sofa y miro por la ventana hacia la izquierda. El barco de Buddy, el Double Down, estaba a cuatro amarres de distancia y vio que las luces del camarote seguian encendidas. Buddy todavia estaba despierto, a no ser que se hubiera quedado dormido con las luces encendidas.

McCaleb se acerco a la corredera y estaba a punto de abriria cuando se dio cuenta de que ya estaba ligeramente entreabierta. Comprendio que habia alguien en el barco, alguien que probablemente habia entrado mientras el se estaba duchando y no podia oir la puerta ni sentir el peso anadido en el barco. Rapidamente abrio del todo la puerta en un intento por escapar. Ya estaba saliendo cuando lo agarraron por detras. Un brazo paso por encima de su hombro y se cerro en torno a su cuello. El brazo se doblo por el codo y el cuello de McCaleb quedo aprisionado en la uve que se formo. El otro antebrazo de su agresor completo el triangulo por la parte de atras. La presa se cerro como una tenaza por ambos lados de su cuello, comprimiendole las arterias carotidas que llevaban sangre oxigenada a su cerebro. McCaleb tenia un conocimiento casi clinico de lo que le estaba sucediendo. Estaba atrapado en un estrangulamiento de manual. Empezo a debatirse. Levanto los brazos y trato de hundir los dedos bajo el antebrazo y los biceps que comprimian su cuello, pero fue inutil. Ya empezaba a debilitarse.

Fue arrastrado desde la puerta hacia la oscuridad del salon. Estiro la mano izquierda hacia el punto donde la mano derecha de su agresor agarraba el antebrazo izquierdo: el punto debil del triangulo. Pero no tenia punto de apoyo para hacer palanca y estaba perdiendo fuerza rapidamente. Trato de gritar. Quiza Buddy podria oirlo. Pero habia perdido la voz y no pudo emitir sonido alguno.

Recordo otra medida defensiva. Levanto la pierna derecha y, con las ultimas fuerzas que pudo reunir, la lanzo

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