– Linda, no salgas. Llama a la policia. Diles que hay un cadaver en el
El hombre miro hacia la ladera de la colina y Bosch retrocedio del borde. Inmediatamente se pregunto por que habia tenido la reaccion instintiva de esconderse.
Se levanto y lentamente retrocedio por el sendero hasta la casa de Mittel. Mientras caminaba miro hacia las luces de la ciudad que iluminaban la noche y penso que era hermoso. Penso en Conklin y en Pounds y despues aparto la culpa de su mente con pensamientos de Mittel, acerca de como su muerte cerraba por fin el circulo que se habia abierto hacia tanto tiempo. Penso en la imagen de su madre en la foto de Monte Kim. Su forma de mirar con timidez por el borde del brazo de Conklin. Aguardo la llegada de la sensacion de satisfaccion y triunfo que sabia que supuestamente tenia que venir cuando se cumplia la venganza. Pero esta no llego. Solo se sentia vacio y cansado.
Cuando llego al cesped perfectamente recortado de detras de la mansion, el hombre llamado Jonathan ya no estaba.
El subdirector Irvin S. Irving estaba de pie en el umbral de la sala de reconocimiento. Bosch estaba sentado en un lateral de la mesa acolchada, sosteniendo pegada a la cabeza una bolsa de hielo que le habia dado el doctor despues de suturarle. Se fijo en Irving cuando acomodo la mano con la que sostenia la bolsa.
– ?Como se siente?
– Supongo que sobrevivire. Al menos eso es lo que me han dicho.
– Bueno, es mejor de lo que puede decirse de Mittel. Menudo salto de trampolin.
– Si. ?Y el otro?
– De momento nada. Aunque tenemos su nombre. Le dijiste a los agentes que Mittel lo llamaba Jonathan. Asi que probablemente es Jonathan Vaughn. Lleva mucho tiempo trabajando para Mittel. Estan en ello, buscando en los hospitales. Parece que podrias haberle herido lo suficiente para que ingresara.
– Vaughn.
– Estamos tratando de buscar su historial. No hay nada por el momento. No estaba fichado.
– ?Cuanto tiempo llevaba con Mittel?
– De eso no estamos seguros. Hemos hablado con la gente de Mittel en el bufete. No se puede decir que hayan colaborado mucho, pero dicen que Vaughn siempre ha estado alli. Mucha gente lo describio como el asistente personal de Mittel.
Bosch asintio y aparco la informacion.
– Tambien hay un chofer -continuo Irving-. Lo detuvimos, pero no ha dicho gran cosa. Un chulo sudista. Tampoco podria hablar aunque quisiera.
– ?Porque?
– Tiene la mandibula rota. Tampoco hablara de eso.
Bosch se limito a asentir y miro al sub director. No parecia haber nada oculto en lo que habia dicho.
– El medico ha dicho que tiene usted una conmocion severa, pero el craneo no esta fracturado. Laceracion menor.
– Pues siento la cabeza como el zepelin de Goodyear con un agujero.
– ?Cuantos puntos?
– Creo que ha dicho dieciocho.
– Dice que probablemente los dolores de cabeza y la hemorragia del ojo le duraran varios dias. Parece peor de lo que es.
– Bueno, me alegra saber que le esta explicando a alguien lo que esta pasando. A mi no me ha dicho nada. Lo que se es por las enfermeras.
– Vendra dentro de un momento. Probablemente estaban esperando a que se despejara un poco.
– ?Despejarme?
– Estaba un poco aturdido cuando llegamos a buscarle alli arriba, Harry. ?Esta seguro de que quiere hablar de esto ahora? Puede esperar. Esta herido y necesita tomarselo con…
– Estoy bien. Quiero hablar. ?Ha estado en la escena en Park La Brea?
– Si, estuve alli. Estaba alli cuando recibimos la llamada desde Mount Olympus. Tengo su maletin en el coche, por cierto. Se lo dejo alli, ?no? ?En la habitacion de Conklin?
Bosch empezo a asentir, pero se detuvo porque la habitacion le daba vueltas.
– Bueno -dijo-. Hay algo alli que quiero conservar.
– ?La foto?
– ?La ha mirado?
– Bosch, sigue usted aturdido. La encontraron en la escena del crimen.
– Si, lo se, perdon.
Irving hizo un gesto con la mano para decirle que no era preciso que se disculpara. Estaba cansado de enfrentamientos.
– Bueno, el equipo que esta trabajando en la escena en la colina ya me ha contado que ha ocurrido. Al menos, la primera version, basada en las pruebas fisicas. Lo que no me queda claro es que lo llevo a usted alli y como encaja todo esto. ?Quiere explicarmelo o prefiere esperar a, digamos, manana?
Bosch asintio una vez y espero un momento a que su cabeza se aclarara. Todavia no habia tratado de recopilar lo ocurrido en una idea cohesionada. Reflexiono unos segundos mas y decidio intentarlo.
– Estoy preparado.
– De acuerdo. Primero quiero leerle sus derechos.
– ?Que? ?Otra vez?
– Es solo cuestion de procedimiento para que no parezca que hacemos excepciones con uno de los nuestros. Ha de recordar que estuvo en dos sitios esta noche y en los dos alguien cayo de mucha altura. No tiene buen aspecto.
– Yo no mate a Conklin.
– Ya lo se, y tenemos la declaracion del vigilante de seguridad. Dice que usted se fue antes de que Conklin cayera. Asi que no hay problema. Esta a salvo, pero tengo que seguir el procedimiento. Veamos, ?todavia quiere hablar?
– Renuncio a mis derechos.
Irving se los leyo igualmente y Bosch renuncio de nuevo.
– Muy bien, no tengo un formulario de renuncia. Tendra que firmarlo despues.
– ?Quiere que le cuente la historia?
Si, quiero que me cuente la historia.
– Pues alla voy. -Pero entonces se detuvo al intentar volcarla en palabras.
– ?Harry?
– Vale, eso es. En mil novecientos sesenta y uno Arno Conklin conocio a Marjorie Lowe. Los presento un lumpen local llamado Johnny Fox, que se ganaba la vida con esas presentaciones y arreglos. Normalmente por dinero. Este encuentro inicial entre Arno y Marjorie fue en la fiesta de San Patricio, en la logia masonica de Cahuenga.
– Esa es la foto del maletin, ?no?
– Si. Veamos, en ese primer encuentro, segun la version de Arno, que yo creo, el no sabia que Marjorie era profesional y Fox era un macarra. Fox organizo la presentacion porque probablemente vio la oportunidad y tenia vision de futuro. Vera, si Conklin hubiera sabido que era una profesional, se habria retirado. Era el jefe del comando antivicio del condado. Se habria retirado.
– ?Entonces tampoco sabia quien era Fox? -pregunto Irving.
– Eso es lo que dijo. Solo dijo que era inocente. Si le cuesta aceptarlo, la alternativa es peor: que ese fiscal confraternizaba abiertamente con esa clase de gente. Asi que creo la version de Arno. No lo sabia.
– Muy bien. No sabia que estaba viendose comprometido. Entonces ?que habia en juego para Fox y… su madre?
– En el caso de Fox es facil. En cuanto Conklin se fuera con ella, Fox tenia un buen anzuelo y podia arrastrarlo a donde quisiera. Lo de Marjorie es otra cuestion y, aunque he estado pensando en ello, todavia no lo tengo claro. Pero puede decirse que la mayoria de las mujeres en esa situacion buscan una via de escape. Podia haber seguido el plan de Fox porque ella tenia su propio plan. Estaba buscando escapar de su forma de vida.