Irving asintio con la cabeza y contribuyo a la hipotesis.

– Ella tenia un hijo en el orfanato y queria sacarlo. Estar con Arno solo podia ayudar.

– Eso es. La cuestion es que Arno y Marjorie hicieron algo que ninguno de los tres esperaban. Se enamoraron. O al menos Conklin se enamoro. Y creia que ella tambien lo hizo.

Irving se sento en una silla de la esquina, cruzo las piernas y miro a Bosch pensativamente. No dijo nada. Nada en su actitud indicaba que estuviera otra cosa que totalmente interesado y creyendo en la historia de Bosch. A este se le estaba cansando el brazo de sostener la bolsa de hielo y deseaba poder tumbarse. Pero en la sala de reconocimiento solo habia una mesa. Prosiguio con el relato.

– Asi que se enamoraron y su relacion continuo y en algun momento ella se lo dijo. O quiza Mittel hizo algunas comprobaciones y se lo conto a Arno. No importa. Lo que importa es que en ese punto Conklin conocio el dato y de nuevo sorprendio a todos.

– ?Como?

– El veintisiete de octubre de mil novecientos sesenta y uno le propuso matrimonio a Marjo…

– ?Se lo dijo el? ?Arno le dijo eso?

– Me lo ha dicho esta noche. Queria casarse con ella. Ella queria casarse con el. En aquella noche, el finalmente decidio dejarlo todo, arriesgarse a perder todo lo que tenia para obtener lo que mas deseaba.

Bosch busco en su americana en la mesa y saco los cigarrillos. Irving hablo.

– No creo que esto sea un…, nada, no importa.

Bosch encendio un cigarrillo.

– Fue el acto mas valeroso de su vida, ?se da cuenta? Hacen falta pelotas para estar dispuesto a arriesgar todo de esa manera… Pero cometio un error.

– ?Cual?

– Llamo a su mejor amigo, Gordon Mittel, para pedirle que fuera con ellos a Las Vegas como padrino. Mittel se nego. Sabia que seria el fin de una prometedora carrera politica para Conklin, quiza incluso el fin de su propia carrera, y no queria participar en ello. Pero fue mas lejos que simplemente negarse a ser el padrino. Veia a Conklin como el caballo blanco sobre el que el podria cabalgar hasta el castillo. Tenia grandes planes para Conklin y para el, y no estaba dispuesto a retirarse y dejar que una…, que una puta de Hollywood lo arruinara. Sabia por la llamada de Conklin que Marjorie se habia ido a su casa a hacer las maletas. Asi que Mittel fue alli y de algun modo la intercepto.

– El la mato.

Bosch asintio con la cabeza y esta vez no se mareo.

– No se donde, quiza en su coche. Lo hizo parecer un crimen sexual atandole el cinturon al cuello y rasgandole la ropa. El semen… ya estaba alli porque ella habia estado con Conklin… Despues, Mittel llevo el cadaver al callejon de al lado del bulevar y lo puso en la basura. Desde entonces todo permanecio en secreto durante muchos anos.

– Hasta que aparecio usted.

Bosch no respondio. Estaba saboreando el cigarrillo y el alivio por el final del caso.

– ?Y Fox? -pregunto Irving.

– Como he dicho, Fox sabia de Marjorie y Arno. Y sabia que estuvieron juntos la noche anterior a que Marjorie fuera encontrada muerta en aquel callejon. El dato era una buena arma contra un hombre importante, incluso si el hombre era inocente. Fox la uso. Nadie sabe de cuantas formas. Al cabo de un ano estaba en la nomina de la campana de Arno. Estaba enganchado a el como una sanguijuela. Asi que Mittel, el resolutivo, finalmente se entrometio. Fox murio en un accidente con fuga mientras supuestamente repartia volantes de la campana de Conklin. Debio de ser facil prepararlo y hacer que pareciera un accidente en el que el conductor simplemente huyo. Pero eso no es ninguna sorpresa. El mismo tipo que investigo el caso de Marjorie Lowe investigo el atropello. Mismo resultado. Nunca se detuvo a nadie.

– ?McKittrick?

– No. Claude Eno. Ahora esta muerto. Se llevo los secretos a la tumba. Pero Mittel le estuvo pagando durante veinticinco anos.

– ?Los extractos bancarios?

– Si, en el maletin. Si investiga, probablemente descubrira en alguna parte registros que vinculan a Mittel con los pagos. Conklin dijo que no sabia nada de eso y yo le creo… ?Sabe?, alguien deberia revisar todas las elecciones en las que Mittel trabajo a lo largo de los anos. Probablemente descubririan que era un cabron que podria haber servido en la Casa Blanca de Nixon.

Bosch apago el cigarrillo en el lateral de una papelera que habia junto a la mesa y tiro la colilla en el interior. Empezaba a tener mucho frio y volvio a ponerse la chaqueta, aunque estaba manchada de polvo y sangre seca.

– Parece un pordiosero, Harry -dijo Irving-. ?Por que no…?

– Tengo frio.

– Vale.

– ?Sabe que ni siquiera grito?

– ?Que?

– Mittel. Ni siquiera grito cuando cayo por esa colina. No lo entiendo.

– No hace falta. Es solo uno de esos

– Y yo no lo empuje. Me salto encima en los arbustos y cuando rodamos, el cayo. Ni siquiera grito.

– Entiendo. Nadie esta diciendo…

– Lo unico que hice fue empezar a hacer preguntas sobre ella y la gente empezo a morir.

Bosch estaba mirando al grafico de un ojo en la pared del otro lado de la habitacion. No se imaginaba por que tenian semejante cosa en una sala de urgencias.

– Joder… Pounds… Yo…

– Si, se lo que ocurrio -le interrumpio Irving.

Bosch lo miro.

– ?Lo sabe?

– Entrevistamos a todos los de la brigada. Edgar me dijo que hizo una busqueda en el ordenador para usted sobre Fox. Mi unica conclusion es que o bien Pounds oyo algo o de algun modo se entero. Creo que estaba controlando lo que sus companeros proximos estaban haciendo despues de que le dieran a usted la baja. Despues debio de dar un paso mas y tropezo con Mittel y Vaughn. Hizo busquedas en Trafico de todos los implicados. Creo que Mittel se entero. Tenia relaciones que podian haberle advertido.

Bosch permanecio en silencio. Se preguntaba si Irving realmente creia esa hipotesis o si le estaba senalando a Bosch que sabia lo que habia ocurrido realmente y lo estaba dejando pasar. No importaba. Tanto si Irving lo culpaba y tomaba medidas departamentales contra el como si no lo hacia, Bosch sabia que lo mas duro seria vivir con su propia conciencia.

– Joder -repitio-. Lo mataron en lugar de a mi.

Bosch empezo a temblar otra vez. Como si decir las palabras en voz alta hubiera puesto en marcha algun tipo de exorcismo.

Lanzo el paquete de hielo a la papelera y se envolvio con sus propios brazos. Pero el temblor no desaparecio. Tenia la sensacion de que nunca volveria a entrar en calor, de que su temblor no era temporal, sino una parte permanente de su ser.

Noto el gusto calido y salado de las lagrimas en la boca y se dio cuenta de que estaba llorando. Volvio la cabeza y trato de pedirle a Irving que se fuera, pero no logro articular palabra. Tenia la mandibula cerrada como un puno.

– ?Harry? -oyo que decia Irving-. Harry, ?esta bien?

Bosch consiguio asentir con la cabeza, sin entender como era que Irving no percibia el temblor de su cuerpo. Puso las manos en los bolsillos de la americana y se cino la prenda. Sintio algo en el bolsillo izquierdo y sin prestar atencion empezo a sacarlo.

– Mire -estaba diciendo Irving-, el doctor ha dicho que podria ponerse emotivo. Ese golpe en la cabeza… le hace actuar de forma extrana. No se preocupe, Harry, ?esta seguro de que esta bien? Se esta poniendo azul, hijo. Voy a… Voy a ir a buscar al doctor. Ire…

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