GREEN. ?Por que no hacemos una pausa? Saldremos todos a tomar un poco de agua.

[Pausa]

GARCIA. Bien, ya estamos de vuelta. Espero que comprendan y que nos perdonen. No hacemos preguntas ni tratamos de sobresaltarles para causarles dano. Hemos de seguir un procedimiento y emplear metodos que nos permitan recuperar informacion que no este limitada por percepciones preconcebidas.

ROBERT VERLOREN. Entendemos lo que estan haciendo. Ahora forma parte de nuestra vida. De lo que queda de ella.

MURIEL VERLOREN. ?Esta diciendo que nuestra hija estaba embarazada y eligio abortar?

GARCIA. Si, asi es. Y creemos que cabe la posibilidad de que este relacionado con lo que le ocurrio un mes despues. ?Tienen alguna idea de adonde podria haber ido para esa… operacion?

MURIEL VERLOREN. No, no tengo ni idea de eso. Ninguno de los dos.

GREEN. ?Y como ha dicho antes no paso ninguna noche fuera en ese tiempo?

MURIEL VERLOREN. No, Becky volvio a casa todas las noches.

GARCIA. ?Alguna idea de con quien pudo tener relaciones? En anteriores charlas dijeron que actualmente no tenia novio.

MURIEL VERLOREN. Bueno, obviamente supongo que estabamos equivocados en eso. Pero, no, no sabiamos a quien estaba viendo o quien podria haberle… hecho esto.

GREEN. ?Alguno de ustedes leyo alguna vez el diario de su hija?

ROBERT VERLOREN. No, ni siquiera sabiamos que tuviera un diario hasta que ustedes lo encontraron en su habitacion.

MURIEL VERLOREN. Me gustaria recuperarlo. ?Me lo devolveran?

GREEN. Hemos de conservarlo durante la investigacion, pero al final lo recuperara.

GARCIA. En el diario hay varias referencias a un individuo al que se refiere como MVA. Es una persona a la que nos gustaria identificar e interrogar.

MURIEL VERLOREN. No se me ocurre nadie que responda a esas iniciales.

GREEN. Miramos en el anuario del instituto. Hay un chico llamado Michael Adams, pero lo comprobamos y vimos que su segundo nombre es Charles. Creemos que las iniciales eran un codigo o una abreviatura. Podria significar «Mi Verdadero Amor».

MURIEL VERLOREN. Asi que obviamente habia alguien a quien no conociamos y que nos ocultaba.

ROBERT VERLOREN. No puedo creerlo. Nos estan diciendo que en realidad no conociamos a nuestra nina.

GARCIA. Lo siento, Bob. A veces las consecuencias de un caso como este causan estragos. Pero nuestro trabajo es seguirlo hasta donde nos lleva. Esa es la corriente que estamos siguiendo ahora.

GREEN. Basicamente, necesitamos seguir este aspecto de la investigacion y descubrir quien es ese MVA. Lo que significa que hemos de hacer preguntas a los amigos y conocidos de su hija. Me temo que el rumor sobre esto se extendera.

ROBERT VERLOREN. Eso lo comprendemos, detective. Lo asumiremos. Como dijimos el primer dia que les vimos, hagan lo que tengan que hacer. Encuentren a la persona que lo hizo.

GARCIA. Gracias, senor. Lo haremos.

[Fin de la entrevista, 14.40 h.]

Bosch leyo la transcripcion una segunda vez, en esta ocasion tomando notas en su bloc. Despues paso a las transcripciones de otras tres entrevistas formales. Fueron llevadas a cabo con las tres amigas mas intimas de Becky Verloren: Tara Wood, Bailey Koster y Grace Tanaka. Sin embargo, ninguna de las chicas -chicas entonces- dijo que tuviera conocimiento del embarazo o de la relacion que lo provoco. Las tres aseguraron que no la habian visto la semana posterior a la finalizacion de las clases, porque no contestaba al telefono personal y cuando llamaron al numero de su casa Muriel Verloren les dijo que su hija estaba enferma. Tara Wood, que se partia el turno de trabajo como camarera en el Island House Grill con Becky, dijo que su amiga estuvo de mal humor y poco comunicativa en las semanas anteriores a su asesinato, pero desconocia la razon de este comportamiento, porque Becky rechazo los esfuerzos de Wood para descubrir que le ocurria.

El ultimo elemento del expediente del caso era el archivo de los medios. Garcia y Green habian archivado los articulos de periodico que se acumularon en las primeras fases del caso. El crimen tuvo mas repercusion en el Daily News que en el Times, lo cual era muy comprensible porque el News circulaba principalmente en el valle de San Fernando, mientras que el Times normalmente trataba el valle como un hijastro incomodo, relegando las noticias que alli se generaban a las paginas interiores.

No hubo cobertura de la desaparicion inicial de Becky Verloren. Los periodicos obviamente lo habian visto del mismo modo que la policia. En cambio, una vez que se hallo el cadaver, hubo varios articulos sobre la investigacion, el funeral y el impacto que la muerte de la chica tuvo en su instituto. Incluso se publico un despiece ambientado en el Island House Grill. El articulo, aparecido en el Times, probablemente habia sido un intento de que el caso tuviera sentido para los lectores potenciales del periodico en el Westside. Un restaurante en Malibu era algo con lo cual los westsiders podian relacionarse.

Ambos periodicos relacionaban el arma homicida con un robo ocurrido un mes antes del asesinato, pero ninguno mencionaba las implicaciones antisemitas. Ni el uno ni el otro citaban las pruebas de sangre y tejido recuperados en el arma. Bosch supuso que la sangre y el tejido eran el as en la manga de los investigadores, la prueba que se reservaban para disponer de una ventaja si se identificaba a un sospechoso.

Finalmente, Bosch se fijo en que no habia en los medios entrevistas con los apenados padres. Aparentemente, los Verloren habian elegido no mostrar su dolor para consumo publico. A Bosch eso le gusto. Le parecia que cada vez con mas frecuencia los medios forzaban a las victimas de la tragedia a llorar en publico, delante de las camaras y en los reportajes de los periodicos. Los padres de hijos asesinados se convertian en rostros conocidos que aparecian en la pequena pantalla como expertos la siguiente vez que se producia un asesinato de ninos y habia una nueva pareja de padres destrozados. A Bosch le desagradaba. Le parecia que la mejor manera de honrar a los muertos era llevarlos cerca del corazon, no compartirlos con el mundo a traves del espectro electronico.

En la parte de atras del archivador habia un bolsillo que contenia un sobre con la insignia del aguila del Times y la direccion en la esquina. Bosch lo saco y encontro una serie de fotos en color de 20 x 25 tomadas en el funeral de Rebecca Verloren, una semana despues del asesinato. Muy probablemente se habia producido un trato: las fotos a cambio del acceso. Bosch recordo haber hecho tratos semejantes en el pasado, cuando debido a una cuestion de agenda o de presupuesto no podia llevar a un fotografo de la policia a un funeral. Prometia al periodista que se ocupaba del caso una exclusiva siempre y cuando e1 fotografo del periodico no le importara hacer una serie completa de fotos de la multitud asistente al sepelio. Nunca se sabe cuando puede presentarse un asesino para regodearse con la angustia y el dolor que ha causado. Los periodistas siempre aceptaban el trato. Los Angeles era uno de los mercados mas competitivos del mundo para los medios, y para los periodistas el acceso a la noticia era una cuestion de vida o muerte.

Bosch estudio las fotos, pero estaba limitado al buscar a Roland Mackey, porque no sabia que aspecto tenia en 1988. Las fotos que Kiz Rider habia obtenido del ordenador eran de su detencion mas reciente. En ellas se veia un hombre con entradas, perilla y ojos oscuros. Resultaba dificil comparar ese rostro con algunas de las caras adolescentes que se habian reunido en el momento de dar sepultura a uno de los suyos.

Durante un rato, estudio los rostros de los padres de Becky Verloren en una de las fotos. Estaban de pie junto a la tumba, abrazandose como si cada uno sostuviera al otro para impedir que cayera. Habia lagrimas en las mejillas. Robert Verloren era negro, y Muriel Verloren, blanca. Bosch entendio entonces de donde habia sacado su hija aquella: belleza incipiente. Con frecuencia la mezcla de razas en un hijo se alza por encima de las dificultades sociales para dar como resultado un atractivo especial.

Bosch dejo las fotos en la mesa y se quedo pensativo. En ningun lugar del expediente se mencionaba la posibilidad de que la raza hubiera desempenado un papel en el asesinato. Sin embargo, el hecho de que el hombre victima del robo del arma homicida hubiera sido amenazado a causa de su religion parecia levantar la posibilidad de al menos un tenue vinculo con el asesinato de una chica mulata.

El hecho de que eso no se mencionara en el expediente no significaba nada. La cuestion racial era algo que siempre se mantenia en la intimidad en el Departamento de Policia de Los Angeles. Poner algo, por escrito significaba darlo a conocer en el interior del departamento, pues los resumenes de investigacion eran revisados hasta el nivel mas alto en los casos mas calientes. La informacion podia filtrarse, y convertirse en otra cosa, en un

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