oir que Garcia habia cambiado la investigacion de Homicidios por la gestion.

– ?Cuanto tiempo trabajo en Homicidios? -pregunto Bosch.

– Tres anos.

– ?Todos en la Division de Devonshire?

– Exacto.

Bosch rapidamente hizo sus calculos. Devonshire tenia una carga de casos baja. Supuso que Garcia habria trabajado a lo sumo en un par de docenas de asesinatos. No era suficiente experiencia para hacerlo bien. Decidio continuar.

– ?Y su antiguo companero? -pregunto-. ?Tenia la misma impresion de Robert Verloren?

– El queria darle al tipo un poco mas de cuerda que yo.

– ?Sigue en contacto con el?

– ?Con quien, con el padre?

– No, con Green.

– No, se retiro hace mucho.

– Lo se, pero ?sigue en contacto?

Garcia nego con la cabeza.

– No, esta muerto. Se traslado al condado de Humboldt. Deberia haber dejado la pistola aqui. Tanto tiempo y sin nada que hacer…

– ?Se suicido?

Garcia asintio.

Bosch bajo la mirada al suelo. No era la muerte de Green lo que le afecto. No conocia a Green. Lo que lamentaba era la perdida de la conexion con el caso. Sabia que Garcia no iba a ser de gran ayuda.

– ?Y la raza? -pregunto Bosch, otra vez pasando por delante de Rider.

– ?Que pasa con eso? -pregunto Garcia-. En este caso no la veo.

– Una pareja interracial, una chica mulata, la pistola procede de un robo en el que la victima habia sido acosada por cuestiones religiosas.

– Eso esta pillado por los pelos. ?Hay algo de eso en ese Mackey?

– Podria haber algo.

– Bueno, nosotros no teniamos el lujo de disponer de un sospechoso con nombre y apellidos. No vimos ningun aspecto racial en lo que teniamos entonces.

Garcia lo dijo con energia, y Bosch se dio cuenta de que habia pinchado en hueso. No le gustaba lo mas minimo que le corrigieran. A ningun detective le gustaba. Ni siquiera a uno inexperto.

– Ya se que es jugar con ventaja empezar con el tipo e ir hacia atras -dijo rapidamente Rider-. Es solo algo que estamos mirando.

Garcia parecio aplacado.

– Entiendo -dijo-. No dejen piedra sin levantar. -Se puso en pie-. Bueno, detectives, lamento acelerar esto. Ojala pudieramos hablar de este caso todo el dia. Antes ponia a la gente en la carcel, ahora voy a reuniones sobre presupuesto y despliegue.

«Es lo que te mereces», penso Bosch. Miro a Rider, preguntandose si ella entendia que la habia salvado de un destino similar cuando la convencio para que fuera su companera en la unidad de Casos Abiertos.

– Haganme un favor -dijo Garcia-. Cuando pillen a este tipo, Mackey, diganmelo. A lo mejor me paso por ahi y miro por la ventana. He estado esperando este momento.

– No hay problema, senor -dijo Rider, apartando la mirada de Bosch-. Lo haremos. Si se le ocurre algo mas que pueda ayudarnos, llameme. Todos mis numeros estan aqui.

Rider se levanto, dejando una tarjeta en la mesa.

– Lo hare. -Garcia empezo a rodear el escritorio para dirigirse a su reunion.

– Hay algo que puede que necesitemos que haga -dijo Bosch.

Garcia se paro en seco y lo miro.

– ?Que, detective? He de ir a esa reunion.

– Podriamos necesitar espantarlo con un articulo de periodico. Podria funcionar si viniera de usted. Ya sabe, antiguo detective de Homicidios, ahora inspector de comandancia, atormentado por un viejo caso. Llama a Casos Abiertos y solicita que hagan una comparacion de ADN. Y mira por donde encuentran un resultado ciego.

Garcia asintio. Bosch se dio cuenta de que funcionaba a la perfeccion con su orgullo.

– Si, podria funcionar. Lo que quieran hacer. Llameme y lo organizaremos. ?En el Daily News? Tengo contactos. Es el diario del valle.

Bosch asintio.

– Si, en eso estabamos pensando -dijo.

– Bien. Avisenme. He de irme.

Rapidamente salio del despacho. Rider y Bosch se miraron el uno al otro y lo siguieron. En el pasillo, esperando el ascensor, Rider le pregunto a Bosch que estaba haciendo cuando le pregunto acerca de colar una historia en el periodico.

– Seria perfecto para el articulo porque no sabe de que esta hablando.

– Entonces no es lo que queremos. Hemos de ser cuidadosos.

– No te preocupes, funcionara.

El ascensor se abrio y entraron. No habia nadie mas en la cabina. En cuanto se cerro la puerta, Rider se le echo encima.

– Harry, dejemos algo claro ya. O somos companeros o no lo somos. Deberias haberme dicho que ibas a darle con eso. Deberiamos haberlo hablado antes.

Bosch asintio.

– Tienes razon -dijo-. Somos companeros. No volvera a ocurrir.

– Bien.

La puerta del ascensor se abrio y Rider salio, dejando a Bosch detras.

10

Hillside Preparatory School era una construccion de diseno espanol enclavada en las colinas de Porter Ranch. Su campus se distinguia por magnificos parterres verdes y la sobrecogedora estampa de las montanas que se alzaban detras. Las montanas casi parecian acunar la escuela y protegerla. Bosch penso que tenia el aspecto de un lugar al que cualquier padre querria llevar a sus hijos. Penso en su propia hija, justo a un ano de empezar la escuela, y se dijo que le gustaria que fuera a un colegio con ese aspecto, al menos por fuera.

El y Rider siguieron los carteles indicadores hasta las oficinas de administracion. En el mostrador de la entrada Bosch mostro la placa y explico que querian averiguar si un estudiante llamado Roland Mackey habia asistido alguna vez a Hillside. La secretaria desaparecio en una oficina posterior y enseguida salio un hombre. Sus rasgos mas notables eran una barriga del tamano de un balon de baloncesto y gruesas gafas ensombrecidas por cejas pobladas. En su frente, el pelo dibujaba la linea bien definida de un tupe.

– Soy Gordon Stoddard, director de Hillside. La senora Atkins me ha dicho que son ustedes detectives. Le he pedido que busque ese nombre para ustedes. No me suena y llevo aqui casi veinticinco anos. ?Saben exactamente cuando asistio? Podria ayudar en la busqueda.

Bosch estaba sorprendido. Stoddard tenia aspecto de tener cuarenta y cinco anos. Debia de haber llegado a Hillside al terminar sus propios estudios y nunca se habia ido. Bosch desconocia si eso daba fe de lo que pagaban alli a los profesores o de la dedicacion de Stoddard al lugar, pero, por lo que sabia de los maestros de escuelas publicas o privadas, dudaba de que fuera por la paga.

– Estariamos hablando de los anos ochenta, si es que estudio aqui. Hace mucho tiempo para que lo recuerde.

– Si, pero recuerdo a los alumnos que han pasado por aqui. A la mayoria de ellos. No he sido director veinticinco anos. Primero era profesor. Ensenaba ciencias y despues fui jefe del departamento de ciencias.

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