ver que pasa.

– ?Los otros se han largado?

– En cuanto volvamos al puesto, se van.

Cuando llegaron al cruce de Tampa y Roscoe vieron el camion grua de Mackey esperando para meterse en Roscoe y dirigirse hacia el oeste.

– Esta en marcha -dijo Bosch-. ?Por que no nos lo ha dicho nadie?

Justo cuando Bosch lo decia, sono el movil de Rider. Ella se lo paso a Bosch para poder concentrarse en la conduccion. Se coloco en el carril de girar a la izquierda para poder seguir a Mackey a Roscoe. Bosch abrio el movil. Era Tim Marcia. Explico que Mackey se habia puesto en marcha sin que en el garaje se recibiera ninguna llamada pidiendo una grua. Jackson lo habia verificado con la sala de sonido. No se habian recibido llamadas en las lineas que estaban escuchando.

– Esta bien -dijo Bosch-. Comento algo de ir a buscar cena cuando estaba con el en la grua. Quiza sea eso.

– Quiza.

– Vale Tim ahora lo tenemos. Gracias por quedaros por aqui. Dale las gracias tambien a Rick.

– Buena suerte, Harry.

Siguieron al camion grua hasta un centro comercial y observaron que Mackey entraba; en un restaurante de comida rapida Subway. No cogio el periodico que Bosch habia dejado en la grua, pero despues de elegir su comida se sento a una de las mesas interiores y empezo a cenar.

– ?Vas a tener hambre, Harry? -pregunto Rider-. Esta podria ser la ocasion.

– He parado en Dupar's de camino, gracias. A no ser que veamos un Cupid's. A eso me apunto.

– Ni hablar. Hay una cosa que supere despues de que lo dejases. Ya paso de la comida basura.

– ?Que quieres decir? Comiamos bien. ?No ibamos a Musso’s cada jueves?

– Si te parece que el estofado de pollo con hojaldre es una comida sana, si, comiamos bien. Ademas, estoy hablando de las vigilancias. ?Has oido hablar de Arroz y Frijoles, en Hollywood?

Arroz y Frijoles era como llamaban a un par de detectives de robos de la Di vision de Hollywood llamados Choi y Ortega. Estaban alli cuando Bosch trabajaba en la division.

– No, ?que ocurrio?

– Estaban en una movida de vigilancia de esos tios que robaban a las prostitutas de Hollywood, y Ortega estaba sentado en el coche comiendose un perrito caliente. De repente empezo a atragantarse y no podia respirar. Se puso morado y empezo a senalarse la garganta, y Choi mirandolo Con cara de ?que cono te pasa? Asi que Frijoles salto del coche y Choi por fin entendio lo que estaba pasando. Llego corriendo para hacerle una Heimlich. Ortega vomito el perrito caliente en el capo del coche. Y a la mierda la vigilancia.

Bosch se rio al imaginarselo. Sabia que a Arroz y Frijoles les tomarian el pelo toda la vida en el departamento. Al menos mientras hubiera gente como Edgar para contar y recontar la anecdota a cualquiera que llegara.

– Bueno, a ver, no hay un Cupid’s en Hollywood -dijo-. Si hubieran estado comiendo un buen perrito caliente de Cupid’s no habrian tenido ese problema.

– No me importa, Harry. No hay perritos calientes en las vigilancias. Nada de comida basura. Es mi regla. No me gustaria que la gente hablara de mi asi el resto de mi…

El movil de Bosch sono. Era Robinson, que estaba en el ultimo turno de la sala de sonido, con Nord.

– Acaban de recibir una llamada de grua en el garaje. Despues han llamado a Mackey. No debe de estar en el garaje.

Bosch explico la situacion y se disculpo por no haber mantenido informada a la sala de sonido.

– ?Donde esta el coche? -pregunto.

– Es un accidente en Reseda y Parthenia. Supongo que el coche esta siniestro total. Ha de llevarlo a un concesionario.

– Vale, estamos con el.

Al cabo de unos minutos, Mackey salio del restaurante de comida rapida llevando un vaso grande de gaseosa con una pajita que sobresalia. Lo siguieron al cruce de Reseda Boulevard y Parthenia Street, donde habia un Toyota con el morro hundido en un lado de la carretera. Otra grua estaba llevandose el otro coche, un todoterreno grande que tenia la parte de atras abollada por el accidente. Mackey hablo brevemente con el otro conductor de grua - cortesia profesional- y se puso manos a la obra con el Toyota. Habia un coche patrulla del Departamento de Policia de Los Angeles en el aparcamiento de la esquina del centro comercial y el agente que se hallaba en su interior estaba escribiendo un atestado. Bosch no vio conductores. Penso que eso significaba que los habian llevado a Urgencias por las heridas.

Mackey llevo el Toyota hasta un concesionario que se encontraba en la otra punta de Van Nuys Boulevard. Mientras estaba alli, dejando el vehiculo siniestrado, Bosch recibio otra llamada. Robinson le dijo que habian vuelto a llamar a Mackey. Esta vez al Northridge Fashion Center, donde un empleado de la libreria Borders se habia quedado sin bateria.

– Este tio no va a tener tiempo de leer el periodico si sigue asi de ocupado -dijo Rider despues de que Bosch le explicara la llamada telefonica.

– No lo se -dijo Bosch-. Me pregunto si sabe leer siquiera.

– ?Te refieres a la dislexia?

– Si, pero no solo a eso. No le he visto leer ni escribir. Me pidio que rellenara yo el formulario de la grua. Despues tampoco queria rellenar un recibo al final, o no podia. Y habia esa nota para el en el escritorio.

– ?Que nota?

– La cogio y la miro un buen rato, pero no estoy seguro de que supiera lo que decia.

– ?Pudiste leerla? ?Que decia?

– Era una nota de la gente del turno de dia. Visa habia llamado para confirmar una solicitud que habia hecho, supongo.

Rider junto las cejas.

– ?Que? -pregunto Bosch.

– Solo me parece extrano, el pidiendo una tarjeta de credito. Eso lo haria localizable, y pensaba que era lo que trataba de evitar.

– Quizas esta empezando a sentirse seguro.

Mackey fue directamente del concesionario Toyota al centro comercial, donde puso en marcha el coche de una mujer. A continuacion dirigio su grua de nuevo hacia la base. Eran casi las diez en punto cuando aparco en el garaje. Las esperanzas tenues de Bosch se mantuvieron a flote cuando miro a traves de los prismaticos desde el centro comercial al otro lado de la calle y vio a Mackey caminando desde el camion a la oficina.

– Podriamos estar todavia en juego -le dijo a Rider-. Lleva el periodico.

Era dificil no perder a Mackey en el interior del garaje. La oficina delantera tenia cristal en dos de los lados y no suponia un problema. Sin embargo, ya habian cerrado las puertas del garaje, y en ocasiones daba la sensacion de que Mackey desaparecia en esas areas, donde Bosch no podia verlo.

– ?Quieres que sea tus ojos un rato? -pregunto Rider. Bosch bajo los prismaticos y la miro. Apenas podia interpretar su rostro en la oscuridad del coche.

– No, estoy bien. De todos modos tu has conducido todo el rato. ?Por que no descansas? Hoy te he despertado temprano.

Bosch volvio a levantar los prismaticos.

– Estoy bien -dijo Rider-, cuando necesites un descanso…

– Ademas -dijo Bosch-, casi me siento responsable por este tipo.

– ?Que quieres decir?

– Bueno, todo el asunto. O sea, podriamos haber detenido a Mackey y apurado en comisaria. En cambio, hemos venido en este sentido, y es mi plan. Soy responsable.

– Todavia podemos apurado. Si esto no funciona, probablemente sera lo que tendremos que hacer.

El telefono de Bosch sono.

– Quizas esta es la que estamos esperando -dijo al contestar.

Era Nord.

– Pensaba que nos habias dicho que este tipo se saco el graduado escolar, Harry.

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