eco desde la parte inferior del paso elevado. Tendrian que gritar, y eso limitaria su concentracion.

Volvieron a reunirse cuando llegaron al camion grua. Bosch examino la cabina, pero no vio a Mackey. El camion seguia en marcha. Harry retrocedio y miro en el suelo iluminado por la barra de luces. Habia marcas de neumaticos, negras y curvadas, que conducian hasta la puerta posterior del camion. Y en la gravilla Bosch vio uno de los guantes de cuero, con la palma manchada de grasa, que habia visto utilizar a Mackey ese mismo dia.

– Dejame esto -dijo, cogiendo la linterno de Rider.

Se fijo en que era un modelo corto de goma, de los aprobados por el jefe de policia despues de que un agente fuera grabado en video golpeando a un sospechoso con una de las pesadas linternas de acero.

Bosch apunto el haz de luz al porton trasero de la grua, pasandolo por la parte inferior que habia estado banada en sombras por la luz del techo.

La sangre se reflejaba de manera brillante en el acero oscuro. No podia ser confundida con aceite. Era tan roja y tan real como la vida misma. Bosch se agacho y enfoco el haz de luz debajo del camion.

Vio el cuerpo de Mackey acurrucado contra el eje diferencial trasero. Tenia la mitad de la cara completamente banada en sangre como consecuencia de una larga y profunda laceracion en el lado izquierdo de la cabeza. Su camisa de uniforme azul estaba granate por la parte delantera por otras heridas no visibles. La entrepierna de los pantalones estaba manchada de sangre, orina o ambas cosas. El unico brazo que Bosch podia ver estaba extranamente doblado en el antebrazo, y un hueso mellado y de color marfil sobresalia de la carne. El brazo estaba apoyado contra el pecho de Mackey, que respiraba con jadeos sincopados. Todavia estaba vivo.

– ?Oh, Dios! -grito Rider desde detras de Bosch.

– ?Llama a una ambulancia! -ordeno Bosch mientras empezaba a reptar por debajo del camion.

Mientras oia el crujido de la gravilla bajo los pies de Rider, que corria en busca de la radio del coche, Bosch se acerco a Mackey todo lo que pudo. Sabia que podria estar destrozando una escena del crimen, pero tenia que acercarse.

– Ro, ?puedes oirme? Ro, ?quien ha sido? ?Que ha ocurrido?

Mackey parecio removerse al oir su nombre. Su boca empezo a moverse, y fue entonces cuando Bosch se dio cuenta de que tenia la mandibula rota o dislocada. Sus movimientos eran descoordinados. Era como si Mackey no hubiera hecho nunca ese gesto.

– Tomate tu tiempo, Ro. Dime quien ha sido. ?Lo viste?

Mackey susurro algo, pero el ruido de un coche que aceleraba por la rampa de entrada ahogo sus palabras.

– Dimelo otra vez, Ro. Repitelo.

Bosch se echo hacia delante e inclino la cabeza hacia la boca de Mackey. Lo que oyo fue un medio jadeo, un medio susurro.

– …sworth…

Se echo atras y miro a Mackey. Le puso la luz en la cara, con la esperanza de que se despertara. Vio que la estructura osea que rodeaba el ojo de Mackey tambien estaba aplastada y con signos visibles de una hemorragia interna. No iba a salvarse.

– Ro, si tienes que decir algo, dilo ahora. ?Mataste a Rebecca Verloren? ?Estuviste alli esa noche?

Bosch se inclino hacia delante. Si Mackey dijo algo quedo ahogado por el sonido de otro coche que pasaba. Cuando Bosch se echo atras para mirarlo otra vez, parecia muerto. Bosch puso dos dedos en el lado ensangrentado del cuello de Mackey y no logro encontrar el pulso.

– ?Ro? Roland, ?sigues conmigo?

El unico ojo sano estaba abierto, pero a media asta. Bosch acerco la linterna y no vio movimiento de pupilas. Habia muerto.

Bosch salio cuidadosamente de debajo del camion. Rider estaba esperando alli, con los brazos cruzados ante el pecho.

– La ambulancia esta en camino -dijo Rider.

– Diles que no vengan. -Le devolvio a Rider la linterna.

– Harry, si crees que esta muerto, el personal medico lo confirmara.

– No te preocupes, esta muerto. Se meteran alli debajo y arruinaran la escena del crimen. Avisa de que no vengan.

– ?Ha dicho algo?

– Me ha parecido que decia «Chatsworth». Nada mas. Nada mas que haya podido oir.

Ella parecia estar paseando, en un metro de terreno, moviendose adelante y atras con nerviosismo.

– Oh, Dios -dijo ella-. Creo que me voy a marear.

– Entonces vete atras, lejos de la escena.

Rider se alejo hacia la parte trasera de su coche. Bosch tambien se sentia mareado, pero sabia que no iba a vomitar. No habia sido ver el cuerpo desgarrado y roto de Mackey lo que habia causado la subida de la bilis a su garganta. Bosch, como Rider, habia visto cosas mucho peores. Eran las circunstancias las que lo mareaban. Instintivamente, sabia que no habia sido un accidente. Habia sido un asesinato. Y el lo habia puesto en marcha todo.

Estaba mareado porque acababa de conseguir que mataran a Roland Mackey. Y con esa muerte podria haber perdido tambien la mejor conexion con el asesino de Rebecca Verloren.

TERCERA PARTE. LA OBSCURIDAD ESPERA

32

La rampa de entrada a la autovia Ronald Reagan de Tampa Avenue estaba cerrada y el trafico era desviado por Rinaldi hasta la entrada de Porter Ranch Drive. Todo el acceso a la autovia estaba obstruido por vehiculos oficiales de la policia. La Division de Investigaciones Cientificas del Departamento de Policia de Los Angeles, la Patrulla de Autopistas de California y la Oficina del Forense estaban representadas, junto con miembros de la unidad de Casos Abiertos. Abel Pratt habia hecho llamadas y habia facilitado las cosas para que la unidad asumiera el caso. Puesto que el asesinato de Roland Mackey se habia producido en la entrada de una autovia estatal, el caso tecnicamente pertenecia a la jurisdiccion de la Patrulla de Autopistas de California. Sin embargo, la patrulla de autopistas estaba mas que satisfecha de cederlo, sobre todo porque la muerte era vista como parte de una investigacion en curso del Departamento de Policia de Los Angeles. En otras palabras, se iba a permitir que el departamento limpiara su propia basura.

El jefe del cuartel local de la PAC ofrecio su mejor experto en accidentes de la brigada, y Pratt acepto la oferta. Ademas, Pratt habia reunido algunos de los mejores profesionales de quu podia disponer el departamento, todo ello en plena noche.

Bosch y Rider pasaron la mayor parte del tiempo de la investigacion de la escena del crimen sentados en la parte de atras del coche de Pratt, donde fueron interrogados en profundidad por su superior y despues por Tim Marcia y Rick Jackson, que fueron llamados a sus casas para dirigir la investigacion de la muerte de Mackey. Puesto que Boch y Rider habian de algun modo tomado parte de algunos de los acontecimientos y eran testigos de otros, se determino que no podian ser los encargados del caso. Se trataba de una formalidad tecnica, pues estaba claro que Bosch y Rider iban a seguir con la investigacion del caso Verloren, y al hacerlo obviamente perseguirian al asesino de Roland Mackey.

Alrededor de las tres de la manana los investigadores forenses se reunieron con los detectives de homicidios para repasar la informacion recopilada hasta entonces. El cadaver de Mackey acababa de ser sacado de debajo del camion y la escena habia sido fotografiada, grabada en video y dibujada a conciencia. Ya se consideraba una escena abierta y todos podian caminar con libertad por ella.

Pratt pidio al investigador de la PAC, un hombre alto llamado David Allmand, que empezara. Allmand utilizo un

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