matorrales. Erik le siguio. Myron llevaba unas Nike, Erik mocasines sin calcetines.
Las manos de Myron tantearon cerca de un pinar descuidado.
Premio, ese era el sitio. Alli la verja formaba un hueco. Lo ilumino con la linterna. Por lo oxidado que estaba, el poste se habia hundido hacia anos. Myron empujo un poco el alambre y avanzo. Erik lo imito.
El corte fue facil de encontrar. No media mas de cinco o seis metros. Hacia anos probablemente era un sendero mas largo, pero con el valor de la tierra, solo se utilizaban setos muy finos para tapar la vista. Si el terreno podia utilizarse, se utilizaba.
Acabaron entre dos jardines en otro callejon sin salida.
– ?Crees que Aimee fue por aqui?
Myron asintio.
– Eso creo.
– ?Y ahora que?
– Averiguemos quien vive en esta calle. Intentaremos descubrir si tienen relacion con Aimee.
– Llamare a la policia -dijo Erik.
– Intentalo. Puede que se interesen o puede que no. Si aqui vive alguien que ella conoce, apoyara la teoria de que es una fugitiva.
– Lo intentare de todos modos.
Myron asintio. De haber estado en el lugar de Erik, habria hecho lo mismo. Cruzaron el jardin y se situaron en el callejon. Myron estudio las casas como si pudieran darle alguna respuesta.
– Myron…
Miro a Erik.
– Creo que Aimee se ha fugado -dijo. Tenia lagrimas en las mejillas-. Y creo que es culpa mia. Ha cambiado. Claire y yo nos hemos dado cuenta. Algo le paso con Randy. Ese chico me cae bien. Era perfecto para ella. Intente hablarle de eso pero no me quiso decir nada. Yo…, y te va a parecer una estupidez, pense que Randy habia intentado presionarla. Ya sabes. Sexualmente.
Myron asintio.
– Pero ?en que decada creo que vivimos? Hacia dos anos que salian juntos.
– O sea que no crees que fuera eso.
– No.
– Entonces ?que?
– No lo se. -Se callo.
– Has dicho que era culpa tuya.
Erik asintio.
– Cuando acompane a Aimee aqui -dijo Myron-, me suplico que no os dijera nada a ti y a Claire. Dijo que las cosas no iban bien con vosotros.
– Empece a espiarla -dijo Erik.
Esa no fue una respuesta directa a la pregunta, pero Myron no insistio. Erik estaba llegando a algo. Myron tendria que darle tiempo.
– Pero Aimee… es una adolescente. ?Te acuerdas de esa epoca? Aprendes a esconder las cosas. Asi que era cuidadosa. Supongo que era mas habil que yo. No es que no confiara en ella. Pero forma parte del trabajo de un padre vigilar a sus hijos. No sirve de mucho porque ellos lo saben.
Se quedaron mirando las casas en la oscuridad.
– Pero no eres consciente de que, incluso mientras les espias, a veces ellos le dan la vuelta a la tortilla. Sospechan que algo va mal y quieren ayudar. Y tal vez el hijo acabe vigilando al padre.
– ?Aimee te espiaba?
El asintio.
– ?Que descubrio, Erik?
– Que tengo una aventura.
Erik casi se desmayo de alivio al decirlo. Myron se sintio vacio un segundo, totalmente. Despues penso en Claire cuando iba al instituto, en la forma como se mordia nerviosamente el labio inferior al fondo de la clase de lengua del senor Lampf. Una oleada de rabia se apodero de el.
– ?Lo sabe Claire?
– No lo se. Si lo sabe, nunca me ha dicho nada.
– Tu aventura, ?va en serio?
– Si.
– ?Como lo descubrio Aimee?
– No lo se. Ni siquiera estoy seguro de que lo descubriera.
– ?No te dijo nada nunca?
– No. Pero… como he dicho antes, hubo cambios. Iba a besarla en la mejilla y se apartaba. Casi involuntariamente. Como si le repugnara.
– Eso puede ser un comportamiento adolescente normal.
Erik bajo la cabeza y la sacudio.
– Asi que cuando la espiabas, intentando ver sus mensajes, ademas de querer saber lo que hacia…
– Queria ver si lo sabia, si.
De nuevo Myron penso en Claire, esta vez en su expresion el dia de su boda, empezando una vida con ese hombre, sonriendo como Esperanza el sabado, sin dudar de Erik, aunque Myron nunca hubiera confiado en el.
Como si le leyera la mente, Erik dijo:
– Nunca has estado casado. No sabes lo que es.
Myron habria querido pegarle un punetazo en la nariz.
– Si tu lo dices.
– No sucede de golpe -dijo.
– Aja.
– Simplemente se va alejando. Todo. Le sucede a todo el mundo. Te alejas. Te quieres pero de una forma diferente. Estas pendiente de tu trabajo, la familia, la casa, de todo menos de vosotros dos. Y un dia te despiertas y quieres volver a sentir lo mismo que antes. No se trata de sexo. No es eso realmente. Quieres la pasion. Y sabes que nunca la obtendras de la mujer que amas.
– Erik.
– ?Que?
– La verdad es que no quiero oirlo.
El asintio.
– Eres el unico al que se lo he dicho.
– Si, bueno, pues que afortunado soy.
– Solo queria… Bueno, solo necesitaba…
Myron levanto una mano.
– Claire y tu no sois asunto mio. Estoy aqui para encontrar a Aimee, no para hacer de consejero matrimonial. Pero quiero dejar algo claro, porque quiero que sepas exactamente mi postura: si le haces dano a Claire, te…
Se callo. Era una estupidez continuar.
– ?Que?
– Nada.
Erik sonrio.
– Sigues siendo su caballero de brillante armadura, ?eh, Myron?
Bueno, Myron penso en darle un punetazo en la nariz. Pero se volvio y miro hacia una casa amarilla con dos coches aparcados enfrente. Y entonces lo vio.
Quedo paralizado.
– ?Que? -pregunto Erik.
Myron desvio la mirada rapidamente.
– Necesito tu ayuda.