balas silbaban por encima.

Sawyer se dejo caer de rodillas y gateo hacia donde estaba Sidney. Desde la otra direccion, Scales, con el cuchillo entre los dientes, repto por el suelo, hacia ella. Sawyer la alcanzo primero, y la tomo de la mano para conducirla a lugar seguro. Sidney grito al ver la hoja de Scales, que emitio un destello en el aire. Sawyer extendio el brazo y recibio la parte mas fuerte del golpe; el cuchillo le corto la gruesa chaqueta que llevaba y le desgarro la carne del antebrazo. Con un grunido de dolor, le lanzo una patada a Scales, perdio el equilibrio y cayo de espaldas. Scales se abalanzo de inmediato sobre el agente del FBI e hizo descender dos veces la hoja sobre su pecho. La hoja, sin embargo, se encontro con el moderno chaleco antibalas de Teflon que Sawyer llevaba puesto y no causo ningun dano. Scales pago su error recibiendo en plena boca uno de los enormes punos de Sawyer, mientras Sidney le golpeaba con un codo en la nuca. El hombre aullo de dolor cuando su ya maltrecha boca y su nariz rota recibieron una serie adicional de heridas.

Furioso, Scales se desprendio violentamente de Sidney, que se deslizo sobre el suelo impulsada por el empujon y se estrello contra la pared. El puno de Scales se aplasto repetidas veces contra el rostro de Sawyer y luego levanto de nuevo el cuchillo, apuntando hacia el centro de la frente del agente del FBI. Sawyer sujeto con una mano la muneca de Scales y se fue levantando poco a poco, con seguridad. Scales sintio la extrana fortaleza de la corpulencia de Sawyer, compuesta de pura fuerza, que el, mucho mas pequeno, no podia contrarrestar. Acostumbrado a ver muertas a sus victimas antes de que pudieran replicar, Scales descubrio bruscamente que acababa de pescar a un gran tiburon blanco que estaba demasiado vivo para su gusto. Sawyer aplasto la mano de Scales contra el suelo, hasta que el cuchillo salio volando y se perdio en la oscuridad. Luego, Sawyer se echo hacia atras y lanzo un mazazo que Scales recibio en pleno rostro. El hombre se tambaleo hacia atras, gritando de dolor, con la nariz ahora aplastada contra su mejilla izquierda.

Ray Jackson se encontraba en un rincon de la habitacion, intercambiando disparos con dos de los hombres de Gamble. Tres de los hombres del equipo de rescate de rehenes se habian abierto paso hasta uno de los balcones. Gracias a esta ventaja tactica, estaban ganando rapidamente la refriega. Dos de los mercenarios ya estaban muertos. Otro estaba a punto de seguir el mismo camino despues de que una bala le atravesara la arteria femoral. Dos de los policias estatales habian caido heridos, uno de ellos gravemente. Otros dos miembros del equipo de rescate habian sido alcanzados, pero seguian participando en el intercambio de disparos.

Jackson, que se detuvo un momento para recargar, vio a Scales levantarse al otro lado de la habitacion, con el cuchillo en la mano, lanzandose hacia la espalda de Lee Sawyer en el momento en que este trataba de poner nuevamente a salvo a Sidney.

Ray Jackson capto de inmediato el problema desde el otro lado de la estancia. No tenia tiempo para recargar el rifle, la pistola de nueve milimetros estaba vacia y se habia quedado sin balas. Si trataba de gritar, Sawyer no podria oirlo en medio del estruendo de los disparos. Jackson se puso en pie de un salto. Como miembro del equipo de futbol de Los Lobos, de la Universidad de Michigan, Jackson habia tenido que correr muchos ultimos y duros metros en el campo. Ahora se disponia a correr para salvar su vida. Sus gruesas piernas parecieron explotar bajo el y, mientras las balas silbaban a su alrededor, Jackson alcanzo la maxima velocidad despues de haber avanzado apenas tres pasos.

Scales era todo hueso y musculo solido, pero su estructura soportaba unos veinticinco kilos menos de peso que el corpulento ariete en que se habia convertido el agente del FBI, que pesaba casi cien kilos. A pesar de ser un individuo muy peligroso, Scales nunca habia experimentado el mundo tan brutalmente violento del futbol americano.

La hoja de Scales se encontraba a menos de medio metro de distancia de la espalda de Sawyer cuando el hombro de hierro de Jackson choco contra su esternon. El crujido que se produjo cuando el pecho de Scales se hundio casi pudo escucharse por encima de los disparos. El cuerpo de Scales se vio levantado limpiamente del suelo y no dejo de volar hasta chocar contra la solida pared de roble, a poco mas de un metro de distancia. El segundo crujido, aunque no tan fuerte como el primero, anuncio la despedida final de Kenneth Scales del mundo de los vivos, cuando su cuello se partio limpiamente por la mitad. Al derrumbarse sobre el suelo y descansar sobre la espalda, a Scales le llego finalmente su turno de quedarse mirando hacia lo alto, al vacio, con los ojos muertos. Fue un acontecimiento que habia tardado demasiado tiempo en producirse.

Jackson pago un precio por su heroicidad, ya que recibio una bala en el brazo y otra en la pierna, antes de que Sawyer pudiera librarse del pistolero con multiples disparos de su pistola de diez milimetros. Sawyer tomo despues a Sidney por el brazo y la arrastro hacia un rincon, detras de una pesada mesa. A continuacion regreso presuroso junto a Jackson, que estaba tumbado en el suelo, apoyado contra la pared, y que respiraba con dificultad. Lo arrastro hacia la zona de seguridad. Una bala se introdujo en la pared, a muy pocos centimetros de la cabeza de Sawyer. Luego, otra le alcanzo de lleno en la caja toracica. La pistola se le cayo de la mano y se deslizo sobre el suelo, mientras el rebotaba hacia atras, tosiendo sangre. El chaleco habia vuelto a cumplir con su cometido, pero pudo escuchar el crujido de una costilla tras el impacto. Empezo a incorporarse, pero ahora se habia convertido en un pato indefenso.

De repente, una serie de disparos brotaron desde detras de la mesa tumbada. Tras la lluvia de plomo, un brusco grito surgio de la direccion de donde habia procedido el disparo que alcanzo a Sawyer. El agente se volvio a mirar hacia la mesa y sus ojos se agrandaron por la sorpresa al ver que Sidney Archer todavia sostenia la pistola humeante de diez milimetros, a la altura de la cintura. Ella salio desde detras de la mesa protectora y, con la ayuda de Sawyer, termino de retirar a Jackson tras la mesa.

Lo sentaron con la espalda contra la pared.

– Maldita sea, Ray, no deberias haber hecho eso.

La mirada de Sawyer examino rapidamente a su companero y confirmo que solo habia dos heridas.

– Si, ?y permitir que me las hicieras pasar moradas desde tu tumba durante el resto de mi vida? De ningun modo, Lee.

Jackson se mordio el labio cuando Sawyer le arranco la corbata utilizando la hoja del estilete, e hizo con ella un tosco torniquete por encima de la herida de la pierna de Jackson.

– Aprieta con la mano justo aqui, Ray -dijo Sawyer, guiandole la mano hasta la empunadura del cuchillo y apretando los dedos con fuerza contra ella.

A continuacion se quito la chaqueta, la apelotono y la apreto contra la sangrante herida del brazo de Jackson.

– La bala lo cruzo limpiamente, Ray. Te pondras bien.

– Lo se. Pude sentir como salia. -El sudor cubria la frente de Jackson-. Recibiste un balazo, ?verdad?

– No, el chaleco lo amortiguo. Estoy bien.

Al echarse hacia atras, el antebrazo cortado empezo a sangrar de nuevo.

– Oh, Dios mio, Lee -exclamo Sidney al ver el flujo carmesi-. Tu brazo.

Sidney se quito la bufanda y vendo con ella el antebrazo herido de Sawyer, que la miro afablemente.

– Gracias. Y no lo digo por la bufanda.

Sidney se dejo caer contra la pared.

– Gracias a Dios que pudimos ponernos en contacto cuando me llamaste. Entretuve a Gamble con mis brillantes deducciones para hacerte ganar un poco de tiempo. Pero aun asi, no creia que fuera suficiente.

El se sento junto a ella.

– Durante un par de minutos, perdi la senal del telefono celular. Gracias a Dios, la recuperamos de nuevo. - Entonces, se sento bruscamente, empeorando la costilla agrietada. Miro el rostro maltrecho de Sidney-. Estas bien, ?verdad? Dios santo, ni siquiera se me ocurrio preguntartelo.

Ella se paso los dedos por la mandibula hinchada.

– No es nada que el tiempo y un buen maquillaje no puedan curar. -Le toco la mejilla hinchada-. ?Y tu? ?Como estas?

Sawyer se sobresalto de nuevo.

– ?Oh, Dios mio! ?Y Amy? ?Y tu madre?

Le explico rapidamente lo de la grabacion de las voces.

– Esos hijos de puta -gruno el.

– No estoy segura de saber lo que habria podido ocurrir si no hubiera contestado a tu mensaje en el busca - dijo ella, mirandole burlonamente.

– La cuestion es que lo hiciste. Me alegro de que llevara conmigo una de tus tarjetas. -Sonrio-. Quiza estos artilugios de alta tecnologia tengan sus utilidades…, aunque a pequenas dosis.

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