En otro rincon de la habitacion, Quentin Rowe se hallaba acurrucado detras del despacho. Tenia los ojos cerrados y se tapaba las orejas con las manos, para protegerse de los sonidos que explotaban a su alrededor. No se dio cuenta, hasta el ultimo momento, del hombre que se le acerco por detras. Alguien lo sujeto de la cola de caballo y lo echo violentamente hacia atras, obligando a su barbilla a retroceder mas y mas. Luego, las manos se ensortijaron alrededor de su cabeza y, justo antes de escuchar el crujido de su columna, observo la mueca maligna y diabolica de Nathan Gamble. El jefe de Triton solto el cuerpo flacido, y Rowe cayo al suelo, muerto. Habia experimentado su ultima vision. Gamble agarro el ordenador portatil, que estaba sobre la mesa de despacho y lo aplasto con tal fuerza sobre el cuerpo de Rowe que se partio por la mitad.

Gamble se inclino un momento mas sobre el cuerpo de Rowe, y luego se volvio, disponiendose a escapar. Las balas le alcanzaron entonces directamente en el pecho. Miro con los ojos muy abiertos a su asesino, con una expresion primero de incredulidad y luego de furia. Gamble consiguio agarrarse durante un instante a la manga del hombre antes de derrumbarse sobre el suelo.

El asesino tomo el disquete del lugar donde habia caido, junto al cuerpo de Quentin Rowe, y salio de la habitacion.

Rowe habia caido de costado, y su cuerpo quedo apoyado sobre la espalda, con la cabeza vuelta hacia Gamble. Ironicamente, el y Gamble se encontraban a muy pocos centimetros el uno del otro, mucho mas cerca de lo que aquellos dos hombres habian estado nunca en vida.

Sawyer asomo la cabeza por encima de la mesa y escudrino la habitacion. Los mercenarios que quedaban habian arrojado sus armas y salian lentamente de sus escondites, con las manos en alto. Los miembros del equipo de rescate de rehenes entraron y, al cabo de un momento, los hombres estaban tumbados en el suelo, boca abajo, con las esposas puestas. Sawyer vio los cuerpos flacidos de Rowe y Gamble. Pero entonces, mas alla de las puertas correderas, escucho pasos que huian apresuradamente. Se volvio hacia Sidney.

– Cuida de Ray. El espectaculo no ha terminado aun.

Y, tras decir esto, se precipito hacia el exterior.

Capitulo 58

Mientras corria sobre la arena, el viento, la nieve y el rocio del oceano asaltaron a Lee Sawyer desde todos los frentes. Con la cara ensangrentada e hinchada, con el brazo herido y las costillas doliendole como si estuviera en el infierno, su respiracion era brusca y entrecortada. Tardo un momento en quitarse el pesado chaleco antibalas y luego se lanzo hacia delante, apretandose con firmeza una mano contra las costillas agrietadas para mantenerlas en su lugar. Los pies se retorcian sobre la superficie blanda de la arena, haciendo mas lento su avance. Se tambaleo y cayo dos veces. Pero imagino que la persona a la que seguia tendria el mismo problema. Sawyer disponia de una linterna, pero no queria utilizarla, al menos por el momento. En dos ocasiones tuvo que correr sobre el agua helada, al acercarse demasiado al borde del rugiente Atlantico. Miraba fijamente hacia delante, siguiendo las profundas huellas dejadas sobre la arena.

Entonces, Sawyer se encontro con un macizo farallon rocoso. Era una formacion rocosa bastante comun en la costa de Maine. Por un momento, penso en como podria soslayar el obstaculo, hasta que descubrio un tosco sendero que cruzaba aquella montana en miniatura. Empezo a subir, y desenfundo la pistola mientras avanzaba. Sawyer se vio golpeado por un muro de rocio del oceano provocado por las aguas que golpeaban implacablemente la antigua piedra. Las ropas se le pegaban al cuerpo como si fueran de plastico. A pesar de todo, siguio adelante; su respiracion era muy forzada, a grandes bocanadas, al tiempo que hacia esfuerzos por subir por el sendero, que se hacia mas y mas vertical. Miro por un momento hacia el oceano. Oscuro e infinito. Sawyer rodeo una ligera curva en el sendero y se detuvo. Encendio la linterna, justo por delante de donde se encontraba, en el mismo borde del acantilado, antes de que la roca desapareciese para caer en vertical sobre el Atlantico, alla abajo.

La luz ilumino de lleno al hombre, que parpadeo y levanto una mano para protegerse los ojos ante la inesperada explosion de luz. Sawyer respiro hondo, entrecortadamente. El otro hombre hacia lo mismo despues de la prolongada persecucion. Sawyer se puso una mano en la rodilla para afianzarse cuando ya estaba medio inclinado sobre el precipicio, con el estomago revuelto.

– ?Que estas haciendo aqui? -pregunto Sawyer con un tono de voz agudo pero claro.

Frank Hardy lo miro, mientras sus agotados pulmones tambien trataban de absorber entrecortadamente el aire. Lo mismo que Sawyer, Levaba las ropas empapadas y sucias, y el cabello estaba totalmente revuelto por el viento.

– ?Lee? ?Eres tu? -pregunto Hardy.

– Te puedo asegurar que no soy Santa Claus, Hardy -replico Sawyer-. Hazme otra pregunta.

Hardy pudo respirar por fin profundamente.

– Vine con Gamble para celebrar una reunion. Cuando estabamos hablando, me dijo de pronto que fuera a una de las habitaciones de arriba, que tenia que ocuparse de un asunto personal. Lo siguiente que se es que se desato un verdadero infierno. Sali de alli tan rapidamente como pude. ?Te importaria decirme que esta ocurriendo?

Sawyer sacudio la cabeza, con un gesto de admiracion.

– Siempre pudiste pensar con rapidez si te encontrabas de pie. Eso fue lo que te convirtio en un magnifico agente del FBI. Y a proposito, ?mataste a Gamble y a Rowe, o fue Gamble el que se te adelanto con Rowe?

Hardy lo miro inexorablemente, con los ojos entrecerrados.

– Frank, toma tu pistola, con el canon por delante, y arrojala sobre el acantilado.

– ?Que pistola, Lee? No voy armado.

– La que utilizaste para disparar contra uno de mis hombres e iniciar esta batalla a tiros ahi atras, en la casa. -Sawyer hizo una pausa y apreto con mas fuerza la culata de su propia pistola-. No te lo dire dos veces, Frank.

Hardy tomo lentamente la pistola y la arrojo sobre el acantilado.

Sawyer se extrajo un cigarrillo de un bolsillo y lo sujeto entre los dientes. Saco despues un encendedor y lo mantuvo en alto.

– ?Has visto alguna vez uno de estos, Frank? Son capaces de permanecer encendidos incluso en un tornado. Es como el que utilizaron para derribar el avion.

– No se nada sobre el atentado con bomba contra ese avion -dijo Hardy, enojado.

Sawyer hizo una pausa para encender el cigarrillo y luego absorbio una profunda bocanada de humo.

– No sabias nada sobre eso, cierto, pero estuviste metido en todo lo demas. De hecho, apuesto a que le cargaste a Nathan Gamble una bonita y pequena prima. ?Conseguiste algo de los doscientos cincuenta millones cuyo robo le achacaste a Archer? Falsificaste su firma y todo. Bonito trabajo.

– ?Estas loco! ?Por que iba querer Gamble robarse a si mismo?

– No lo hizo. Probablemente, ese dinero se distribuyo en cien cuentas diferentes que tiene repartidas por todo el mundo. Era una coartada perfecta. ?Quien iba a sospechar que el tipo se llevo todo ese dinero? Estoy seguro de que Quentin Rowe entrego la documentacion del banco y tambien penetro en la base de datos de la AFIS en Virginia, para dejar por todas partes las huellas de Riker. Jason Archer habia descubierto todo el plan de chantaje con Lieberman. Tenia que contarselo a alguien. ?A quien? ?A Richard Lucas? No lo creo. Era un hombre de Gamble, sencillo y simplon. El tipo que estaba metido en el meollo.

– ?A quien se lo dijo entonces? -pregunto Hardy, cuyos ojos eran ahora como dos puntos penetrantes.

Sawyer dio una larga chupada a su cigarrillo antes de contestar.

– Te lo dijo a ti, Frank.

– Muy bien. Demuestralo -dijo Hardy con una expresion de asco.

– Acudio a verte. Al «tipo del exterior». Al antiguo agente del FBI, con una lista de elogios en su hoja de servicios tan larga como el brazo. -Sawyer casi escupio estas ultimas palabras-. Acudio a verte para que le ayudaras a poner al descubierto todo el asunto. Solo que tu no podias permitir que eso sucediera. La Triton Global era tu pasaporte al paraiso. Te proporcionaba aviones privados, las mujeres mas bonitas y las ropas mas exquisitas, asi que eso no era una opcion para ti, ?verdad?

Sawyer hizo una pausa, y continuo:

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