encorvada eran una muestra del dolor que le producia la tragedia.
– Demonios, carino, no me lo puedo creer. Hace solo dos dias que hable con el. Este ano ibamos a ir a pescar en el hielo. En Minnesota. Los dos solos.
– Lo se, papa, me lo dijo. Estaba muy entusiasmado.
Sidney se encargo de sujetar a la nina en la silla mientras el abuelo cargaba la maleta. Le dio el osito de peluche y despues la beso con ternura.
– Te vere muy pronto, munequita. Mama te lo promete.
Sidney cerro la puerta. Su madre la cogio de la mano.
– Sidney, por favor, ven con nosotros. No esta bien que te quedes aqui sola. Por favor.
– Necesito estar sola un tiempo, mama -contesto Sidney, y le apreto la mano-. Necesito pensar las cosas a fondo. No tardare mucho. Uno o dos dias, y despues ire a casa.
La madre la miro durante unos segundos y luego la abrazo con todas las fuerzas de que era capaz su cuerpo menudo. Cuando subio al coche, las lagrimas le corrian por las mejillas.
Sidney miro como su padre hacia la maniobra y encaraba hacia la calle. A traves de la ventanilla trasera vio a Amy con su adorado osito bien sujeto en una mano y el pulgar de la otra metido en la boca. El coche acelero y unos segundos despues torcio en la primera esquina y desaparecio.
Sidney regreso a la casa con el paso lento e inseguro de una mujer mayor. De pronto se le ocurrio una idea. Con nuevos brios, entro a la carrera.
Marco el numero de informacion para el area de Los Angeles y consiguio el telefono de AllegraPort Technology. Mientras marcaba el numero, se pregunto como era que ellos no habian llamado cuando Jason no se presento. No habia ningun mensaje de su parte en el contestador automatico. Este hecho tendria que haberla preparado para la respuesta de AllegraPort, pero no lo estaba.
Despues de hablar con tres personas diferentes de la compania, colgo el telefono y miro atontada la pared de la cocina. A Jason no le habian ofrecido una vicepresidencia en AllegraPort. En realidad, ellos ni siquiera sabian quien era. Sidney se dejo caer sentada en el suelo, encogio las piernas, y, con las rodillas apretadas contra el pecho, se echo a llorar desconsoladamente. La volvieron a invadir las mismas sospechas de antes; la rapidez de su retorno amenazaba con romper los ultimos vinculos con la realidad. Se levanto, abrio el grifo del fregadero y metio la cabeza debajo del chorro. El agua helada la reanimo en parte. Con paso inseguro llego hasta la mesa y se cubrio el rostro con las manos. Jason le habia mentido. Eso era indiscutible. Jason estaba muerto. Eso tambien era indiscutible. Y al parecer, nunca descubriria la verdad. Mientras pensaba esto, dejo de llorar y miro el patio trasero a traves de la ventana. Jason y ella habian plantado flores, arbustos y arboles en el transcurso.de los dos ultimos anos. Habian trabajado juntos de la misma manera que hacian todo lo demas en su matrimonio: con un objetivo comun. A pesar de toda la incertidumbre que experimentaba en esos momentos, habia una verdad sagrada. Jason la habia querido a ella y a Amy. Ella descubriria lo que le habia impulsado a mentir, a subir a un avion condenado en lugar de quedarse en casa y entretenerse pintando las paredes de la cocina. Sabia que las razones de Jason serian inocentes. El hombre al que conocia intimamente y amaba con todo su corazon no era capaz de ninguna maldad. Dado que a el le habian arrancado de su lado, lo menos que ella podia hacer era averiguar por que habia abordado aquel avion, se lo debia. En cuanto recuperara el equilibrio mental, se dedicaria a ese objetivo con alma y vida.
Capitulo 12
El hangar del aeropuerto regional era pequeno. En las paredes estaban colgadas las herramientas; habia pilas de cajas por todas partes. Las baterias de focos instaladas en el techo iluminaban el interior con una luz sin sombras. El viento sacudia las paredes metalicas y el ruido del granizo contra la estructura era ensordecedor. El olor de gasolina inundaba el lugar.
Cerca de la entrada, sobre el suelo de cemento, habia un enorme objeto metalico. Eran los restos torcidos y muy deformados del ala de estribor del vuelo 3223, con el motor y el soporte intactos. Habian aterrizado en medio de un bosque, directamente encima de un roble centenario de treinta metros de altura, al que habia hendido por la mitad. Por un milagro, el combustible no se habia incendiado. La mayoria de la carga probablemente se habia perdido cuando se habian roto el tanque y los conductos, y el arbol habia amortiguado parte del impacto. Los restos habian sido traidos hasta el hangar en un helicoptero.
Un pequeno grupo de hombres estaba junto al ala. Sus alientos formaban nubes de vapor en el aire gelido y las gruesas cazadoras los mantenian calientes. Utilizaban linternas para iluminar los bordes irregulares del ala en el punto donde habia sido arrancada del fuselaje. La barquilla que albergaba la turbina de estribor aparecia aplastada en parte y la capota del lado derecho estaba hundida. La revision del motor habia descubierto graves danos en los alabes, una prueba clara de un desequilibrio importante en el flujo de aire mientras la turbina funcionaba. El «desequilibrio» fue facil de identificar. La turbina se habia tragado una gran cantidad de restos que habian roto las palas y detenido el motor aunque habia continuado sujeto al fuselaje.
La atencion de los hombres reunidos junto al ala se centraba en el lugar donde se habia separado del fuselaje. Los bordes irregulares aparecian quemados y ennegrecidos y, lo mas importante, el metal se torcia hacia fuera, como reventado, con cortes y picaduras en la plancha. Las causas que podian provocar estas senales no eran muchas y, entre ellas, el estallido de una bomba parecia la mas probable. Cuando Lee Sawyer habia visto el ala, lo primero que habia llamado su atencion era esa zona.
George Kaplan meneo la cabeza con una expresion de disgusto.
– Tienes razon, Lee. Los cambios en el metal solo pueden haber sido provocados por una onda expansiva tremenda pero de muy corta duracion. Algo exploto aqui dentro. Es para cabrearse. Instalamos detectores en los aeropuertos para que ningun cabron pueda meter un arma o una bomba a bordo, y ahora esto. ?Joder!
Lee Sawyer se acerco un poco mas y se arrodillo junto al borde del ala. Aqui estaba el, a punto de cumplir los cincuenta anos, con casi veinticinco de servicio en el FBI, y una vez mas le tocaba revisar los catastroficos resultados de la locura humana.
Habia trabajado en el desastre de Lockerbie, una investigacion de proporciones gigantescas que habia conseguido atrapar a los culpables a partir de las pruebas microscopicas obtenidas de los restos del vuelo 103 de Pan American. En las explosiones aereas las pistas nunca eran «grandes». Al menos eso era lo que el agente especial Sawyer habia creido hasta ahora.
Paseo la mirada por los restos sin perder detalle antes de fijarse una vez mas en el hombre de la NTSB.
– Asi, a primera vista, ?cuales te parecen las explicaciones mas probables, George?
Kaplan se rasco la barbilla con expresion ausente.
– Sabremos mucho mas cuando recuperemos las cajas negras, pero tenemos un resultado claro: el ala se desprendio del avion. Sin embargo, estas cosas no suceden porque si. No estamos muy seguros de cuando ocurrio, pero el radar indico que una parte grande del avion, ahora sabemos que fue el ala, se desprendio en pleno vuelo. Desde luego, cuando ocurrio no habia ninguna posibilidad de recuperacion. La primera explicacion seria algun tipo de fallo estructural por culpa de un diseno defectuoso. Pero el L800 es lo mas nuevo en aeronautica y el fabricante es uno de los lideres del sector, asi que las posibilidades de esa clase de fallo son tan remotas que no perderia el tiempo en investigarlo. Despues tenemos la fatiga del metal. Pero este avion apenas si habia hecho dos mil ciclos: despegues y aterrizajes; era practicamente nuevo. Ademas, de los accidentes por fatiga del metal que hemos visto en el pasado la parte afectada siempre era el fuselaje porque, al parecer, la constante contraccion expansion de la cabina por la presurizacion y despresurizacion de la cabina contribuye al problema. Las alas no estan presurizadas. Asi que eliminemos la fatiga del metal. Echemos una ojeada a las condiciones ambientales. ?Un rayo? Los aviones son alcanzados por rayos mucho mas de lo que la gente cree. Sin embargo, los aviones estan equipados para ese problema, y como el rayo necesita un contacto en tierra para hacer dano en serio, lo mas que le puede pasar a un avion en vuelo son algunas quemaduras en la cubierta. Ademas, no se han recibido informes de rayos en la zona durante la manana del accidente. ?Pajaros? Muestrame un pajaro que vuele a doce mil metros de altura y que sea lo bastante grande como para arrancarle un ala a un L800 y ya hablaremos. Y tampoco choco contra otro avion. De eso estoy seguro.
La voz de Kaplan iba subiendo de tono con cada palabra. Hizo una pausa para recuperar el aliento y una vez mas echo una ojeada a los restos.