mano llevaba un bolsa de plastico que contenia un objeto metalico pequeno y rectangular ennegrecido por el fuego. El companero llego al cabo de unos segundos. Era mayor, y el rostro enrojecido y los jadeos indicaban que correr por el campo no era lo suyo.

– No me lo podia creer -les informo el joven-. El ala de estribor, o lo que queda de ella, estaba encima del fuselaje, bastante intacta. Supongo que el lado izquierdo soporto la mayor parte de la explosion. Por lo que se ve, cuando el morro choco contra el suelo, abrio un agujero un poco mas grande que el diametro del fuselaje. Las alas golpearon contra los bordes del agujero, y se plegaron hacia atras y por encima del fuselaje. Todo un milagro.

Kaplan cogio la bolsa y se acerco a la mesa.

– ?Donde lo encontraste?

– Estaba sujeto a la parte interior del ala, al lado mismo del panel de acceso al tanque de combustible. Debia estar colocado en el interior del ala por el lado del fuselaje de la turbina de estribor. No se que es pero estoy seguro de que no pertenece al avion.

– ?Asi que estaba a la izquierda del lugar donde se partio el ala? -pregunto Kaplan.

– Asi es, jefe. Cinco centimetros mas y tambien hubiese desaparecido.

– Por lo que se ve -dijo el hombre mayor, el fuselaje sirvio de escudo para el ala de estribor y la protegio de la explosion posterior al impacto. Cuando se hundieron los bordes del crater, la tierra debio apagar el incendio casi en el acto. -Hizo una pausa para despues anadir con un tono solemne-: Pero la parte delantera de la cabina ha desaparecido. Me refiero a que no queda ni rastro, como si nunca hubiese existido.

Kaplan le paso la bolsa a Sawyer.

– ?Sabes que demonios es esto?

– Si, lo se -contesto el agente con una expresion sombria.

Capitulo 19

Sidney Archer habia ido a la oficina. Ahora estaba sentada en su despacho, con la puerta cerrada con llave. Eran las ocho pasadas, pero se oia el rumor de un fax en el fondo. Cogio el telefono y marco el numero de la casa de Kay Vincent.

Un hombre atendio el telefono.

– Kay Vincent, por favor. Soy Sidney Archer.

– Un momento.

Mientras esperaba, Sidney echo una ojeada al despacho. Siempre le habia parecido un lugar muy suyo, pero lo encontraba extrano. Los diplomas colgados en la pared eran suyos, aunque en este momento no parecia recordar cuando o donde los habia conseguido. Despues de un choque detras de otro se habia convertido en alguien que solo actuaba por reaccion. Se pregunto que nueva sorpresa le esperaba al otro lado del telefono.

– ?Sidney?

– Hola, Kay.

– Me siento fatal. -La voz de Kay sono avergonzada-. Esta manana ni siquiera te pregunte por Amy. ?Como esta?

– Ahora mismo esta con mis padres. -Sidney trago saliva y anadio-: Todavia no se lo he dicho.

– Lamento haber actuado como lo hice en el trabajo. Ya sabes como es ese lugar. Se ponen muy nerviosos si creen que haces llamadas personales en horas de oficina.

– Lo se, Kay. No sabia a quien mas podia llamar alli. -Sidney se cuido de no anadir: «En quien confiar».

– Te comprendo, Sid.

Sidney respiro bien hondo. No era momento de ir con rodeos. Si se hubiera fijado, habria visto que el pomo de la puerta giraba despacio, y despues se detuvo cuando el mecanismo de cierre impidio que completara el giro.

– Kay, ?hay algo que quieras decirme? ?Sobre Jason?

Hubo una pausa bastante larga hasta que Kay se decidio a responder.

– No podria haber tenido un jefe mejor. Trabajaba muchisimo, era un candidato firme para los altos cargos. Pero tenia tiempo para hablar con todos, para estar con ellos.

Kay se interrumpio, y Sidney penso que quiza lo habia hecho para ordenar sus pensamientos. Arriesgo una pregunta:

– ?Dejo de hacerlo? ?Jason se comporto diferente?

– Si.

La respuesta fue tan rapida que Sidney casi no la escucho.

– ?De que manera?

– Se trata de pequenos detalles. Lo primero fue que Jason pidio una cerradura para su puerta.

– Una cerradura en la puerta de un oficina no es tan raro, Kay. Yo tengo una en la mia. -Sidney miro la puerta. El pomo estaba inmovil.

– Lo se, Sidney. La cuestion es que Jason ya tenia una cerradura.

– No lo entiendo, Kay. Si ya tenia una cerradura, ?por que pidio otra?

– La cerradura que tenia era de las comunes, de esas que aprietas un boton para trabarla. Probablemente, la tuya es una de esas.

Sidney volvio a mirar la puerta.

– Tienes razon, lo es. ?Las cerraduras de las puertas de oficina no son todas iguales?

– No en estos tiempos, Sid. Jason hizo instalar una cerradura electronica que solo se abre con una tarjeta inteligente.

– ?Una tarjeta inteligente?

– Si, una tarjeta de plastico que tiene un microchip. No se muy bien como funciona, pero la necesitas para entrar en el edificio, y en ciertos lugares restringidos, entre otras cosas.

Sidney busco en el bolso y saco la tarjeta de plastico que habia encontrado en la mesa de Jason en casa.

– ?Alguien mas en Triton tiene instalada ese tipo de cerradura?

– Alrededor de media docena de personas. Pero la mayoria estan en finanzas.

– ?Jason te dijo por que habia pedido mas seguridad para su oficina?

– Se lo pregunte porque me preocupaba que alguien hubiese entrado en un despacho y que no nos hubiesen dicho nada. Pero Jason me dijo que habia asumido mas responsabilidades con la empresa y que tenia algunos informes que requerian una proteccion especial.

Sidney, cansada de estar sentada, se levanto y comenzo a pasearse de un lado al otro de la oficina. Miro a traves de la ventana. Al otro lado de la calle brillaban las luces de Spencers, un nuevo restaurante de lujo. Una procesion de taxis y limusinas descargaban grupos elegantemente vestidos que entraban en el establecimiento para una noche de buena comida, excelentes vinos y los ultimos cotilleos de la ciudad. Sidney bajo la persiana. Solto el aliento y se sento en el sofa. Se quito los zapatos y, con una expresion ausente, comenzo a masajearse los pies cansados y doloridos.

– ?Por que Jason no quiso que le dijeras a nadie que tenia mas responsabilidades?

– No lo se. Ya lo habian ascendido tres veces. Asi que no podia ser eso. Nadie guarda el secreto cuando se trata de un ascenso.

Sidney considero la informacion durante unos segundos. Jason no le habia dicho nada de un ascenso y era imposible que el se lo hubiese ocultado.

– ?Te dijo quien le habia dado las nuevas responsabilidades?

– No. Y, en realidad, yo no insisti.

– ?Le comentaste a alguien lo que te dijo Jason?

– A nadie -contesto Kay con firmeza.

Sidney la creyo.

– ?Que mas te preocupaba?

– Veras, Jason se volvio mas reservado. Comenzo a buscar excusas para no asistir a las reuniones, y cosas asi. Eso empezo hace cosa de un mes.

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