– Un arma muy bonita. Liviana. Yo tambien uso municion Hydra Shok; excelente fuerza de impacto. Todavia queda una bala en la recamara.

– Esta equipada con un seguro de cargador. No dispara si no tiene puesto el cargador. -Sidney toco la pistola con un gesto precavido-. No me gusta guardarla en la casa, sobre todo por Amy, aunque la tengo descargada y metida en una caja cerrada con llave.

– Entonces, no le sera muy util en caso de robo -senalo Sawyer entre un mordisco a una madalena y un trago de cafe caliente.

– Eso si a una la pillan por sorpresa. Yo intento estar alerta. -Despues de lo que acababa de ocurrir, intento no pasar por tonta.

– ?Le importaria decirme por que hizo el viaje a Nueva Orleans? -pregunto Sawyer, que aparto el plato de pastas.

Sidney levanto el periodico y lo desplego para que se viera el titular.

– ?Por que? ?Se ha convertido en periodista y quiere informacion para su proximo articulo? Por cierto, gracias por destrozar mi vida.

Sidney arrojo el periodico sobre la mesa con una expresion airada y miro en otra direccion. Un tic muscular aparecio sobre su ojo izquierdo. Se sujeto al borde de la vieja mesa de pino para controlar sus temblores.

Sawyer echo una ojeada a la primera pagina del periodico.

– No veo aqui nada que no sea verdad. Su marido es sospechoso de estar implicado en el robo de secretos a su compania. Ademas, no estaba en el avion donde se suponia que estaba. Aquel avion acabo destrozado en la mitad de un campo. Su marido esta vivito y coleando. -Al ver que ella no respondia Sawyer estiro una mano sobre la mesa y le toco el codo-. Acabo de decir que su marido esta vivo, senora Archer. Eso no parece sorprenderla. ?Me hablara ahora del viaje a Nueva Orleans?

Sidney se volvio lentamente para mirarle, con una sorprendente expresion de calma en el rostro.

– ?Dice que esta vivo?

Sawyer asintio.

– Entonces, ?por que no me dice donde esta?

– Iba a hacerle la misma pregunta.

Sidney se apreto el muslo con los dedos hasta hacerse dano.

– No he visto a mi marido desde aquella manana.

– Escuche, senora Archer, corte el rollo. Usted recibio una llamada misteriosa y tomo un avion a Nueva Orleans, despues de malgastar el tiempo en un funeral por su querido difunto, que resulto no ser tal. Dejo el taxi y se metio en el metro, sin preocuparse de la maleta. Les dio esquinazo a mis muchachos y se largo al sur. Se alojo en un hotel, donde estoy seguro que estaba citada con su marido. -Hizo una pausa para mirar a Sidney, que mantenia una expresion imperturbable-. Salio a dar un paseo, se hizo limpiar los zapatos por un amable limpiabotas que es el unico al que he visto rechazar una propina. Hace una llamada, y entonces sale pitando de regreso a Washington. ?Que me dice de todo esto?

Sidney inspiro de una forma casi imperceptible y despues miro a Sawyer.

– Dice que recibi una llamada misteriosa. ?Quien se lo dijo?

Los agentes intercambiaron una mirada y Sawyer contesto a la pregunta.

– Tenemos nuestras fuentes, senora Archer. Tambien comprobamos su registro de llamadas.

Sidney cruzo las piernas y se inclino un poco sobre la mesa.

– ?Se refiere a la llamada de Henry Wharton?

– ?Me esta diciendo que hablo con Wharton? -No habia esperado que ella cayera en la trampa con los ojos cerrados, y no resulto desilusionado.

– No, lo que digo es que hable con alguien que dijo ser Henry Wharton.

– Pero hablo con alguien.

– No.

– Tenemos un registro de la llamada. Usted estuvo al telefono unos cinco minutos. ?Se trataba de una llamada obscena o que?

– No tengo por que estar aqui sentada y aguantar que usted o cualquier otro me insulte. ?Esta claro?

– Esta bien, perdone. ?Quien era?

– No lo se.

Sawyer se irguio bruscamente y descargo un tremendo punetazo sobre la mesa. Sidney casi se cayo de la silla.

– Venga ya…

– Le digo que no lo se -le interrumpio Sidney, furiosa-. Creia que era Henry, pero no era el. La persona no dijo ni una palabra. Colgue el telefono despues de unos segundos. -Sintio que el corazon se le subia a la garganta cuando se dio cuenta de que le estaba mintiendo al FBI.

– Los ordenadores no mienten, senora Archer -replico Sawyer con un tono de cansancio. Pero por dentro hizo una mueca al recordar por un instante el fiasco con Riker-. El registro telefonico dice cinco minutos.

– Mi padre atendio el telefono en la cocina y despues lo dejo en el mostrador mientras iba a avisarme. Ustedes dos se presentaron mas o menos en el mismo momento. ?No cree que cabe la posibilidad de que se olvidara de colgarlo? ?No justificaria eso los cinco minutos? Quiza quiere llamarle y preguntarselo. Puede usar el telefono. Esta alli. -Sidney senalo el telefono instalado en la pared junto a la puerta.

Sawyer miro el telefono y se tomo un momento para pensar. Estaba seguro de que la mujer le mentia, pero lo que decia era plausible. Se habia olvidado de que estaba hablando con una abogada muy experta.

– ?Quiere llamarle? -repitio Sidney-. Se que esta en casa porque llamo hace unos minutos. Lo ultimo que le oi decir fue que pensaba presentar una demanda contra el FBI y Triton.

– Quiza lo llame mas tarde.

– Muy bien. Pero si lo llama ahora se ahorrara el acusarme despues de haberme puesto de acuerdo con mi padre para que le mienta. -Su mirada se clavo en las facciones preocupadas del agente-. Y ya que estamos en eso, vamos a ocuparnos de sus otras acusaciones. Dice que les di esquinazo a sus hombres. Dado que no sabia que me seguian, es imposible que les diera «esquinazo». Mi taxi estaba metido en un atasco. Crei que perderia el vuelo, asi que tome el metro. Como hacia anos que no viajaba en metro, me baje en la estacion del Pentagono porque no recordaba si tenia que hacer transbordo para llegar al aeropuerto. Cuando me di cuenta del error volvi a subir al mismo tren. No cargue con la maleta porque no queria arrastrarla por el metro, sobre todo si tenia que correr para llegar al avion. Si me hubiese quedado en Nueva Orleans habria llamado para que me la mandaran en un vuelo posterior. He estado muchas veces en Nueva Orleans. Siempre me lo he pasado muy bien alli. Me parecio un lugar logico, aunque ultimamente no pienso con mucha logica. Me limpiaron los zapatos. ?Es ilegal? - Miro a los dos hombres-. Supongo que enterrar al conyuge cuando no se tiene el cadaver es una experiencia por la que no han pasado.

Sidney cogio el periodico y lo arrojo al suelo, furiosa.

– El hombre de esa historia no es mi marido. ?Saben cual era nuestra idea de una aventura? Hacer una barbacoa en el jardin en el invierno. La cosa mas arriesgada que le he visto hacer a Jason ha sido conducir demasiado deprisa sin llevar puesto el cinturon de seguridad. Jamas se hubiera involucrado en el sabotaje a un avion. Se que no me creen, pero lo cierto es que me importa un pimiento.

Se puso de pie y camino un par de pasos. Se apoyo en el frigorifico.

– Necesitaba marcharme. ?Necesito decirles por que? ?Es necesario? -Su voz se convirtio casi en un grito y despues apreto los labios.

Sawyer se dispuso a responder pero cerro la boca al ver que Sidney levantaba la mano para anadir algo mas con un tono mas tranquilo.

– Me quede en Nueva Orleans solo un dia. De pronto se me ocurrio que no podria escapar de la pesadilla en que se ha convertido mi vida. Tengo una nina pequena que me necesita. Y yo la necesito a ella. Es lo unico que me queda. ?Lo comprende? ?Alguno de los dos lo comprende?

Las lagrimas rodaron por las mejillas de Sidney. Cerro y abrio las manos mientras intentaba no jadear. Entonces volvio a sentarse bruscamente.

Ray Jackson se entretuvo unos segundos con la taza de cafe y miro a su companero.

– Senora Archer, Lee y yo tenemos familia. No puedo imaginar lo que esta pasando usted en estos momentos. Tiene que comprender que solo intentamos hacer nuestro trabajo. Hay un monton de cosas que no

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