preguntas con paciencia y calma.

– El hielo es agua -afirmo el con la entonacion de un cansado maestro hacia el final de la leccion-. El agua es un compuesto muy raro incluso en nuestro sistema estelar. Nosotros desconocemos si hay agua en Venus. La hay en Marte, aunque en cantidad muy limitada, y no hay en absoluto en Jupiter y Urano. Como pueden ver, en el Universo no hay mucho hielo. Si acaso no tengo razon, que los astronomos me corrijan, pero creo que el hielo cosmico es sobre todo una formacion de gases congelados: amoniaco, metano, dioxido de carbono y nitrogeno.

– ?Por que nadie pregunta sobre los dobles? -le susurre a Anatoli.

Y en el acto, como adivinando mi pensamiento, el profesor Kedrin inquirio:

– Quisiera que Anojin me contestara una pregunta. Anojin, ?converso usted con su doble? Es interesante, ?como y sobre que?

– Si, converse con el. Hablamos mucho y de diferentes cosas -repuse.

– ?Noto usted alguna diferencia exterior pequena, algun detalle insignificante? Me refiero a una diferencia entre ustedes dos.

– Entre nosotros no habia ninguna diferencia. Hasta la sangre de el y la mia eran identicas-. Les relate lo que sucedio junto al microscopio.

– ?Y la memoria? ?El recuerdo de la infancia, de la juventud? ?Lo comprobo usted?

Le conte mi conversacion con el doble sobre el pasado. Aunque yo seguia sin comprender a donde queria llevarme el profesor. Hasta que, por fin, el mismo aclaro:

– La pregunta que hizo el almirante Thompson es inquietante y terrible, y nos debe poner alerta. Porque si los dobles de las personas aparecen en lo sucesivo y al mismo tiempo son indestructibles, entonces, ?como podriamos diferenciar al hombre de su copia? Ademas, ?como ellos mismos se diferenciarian? En todo esto, a mi juicio, el asunto no radica en la semejanza absoluta, sino en la conviccion de cada uno de que el es el verdadero y no la copia creada artificialmente.

A la sazon recorde la discusion que tuve con mi desafortunado doble y me turbe. Zernov me saco del apuro:

– Hay un detalle muy curioso -afirmo el-, y es que el doble aparece siempre despues de un mismo sueno. El individuo cree estar sumergido en una sustancia roja o morada (a veces violeta), espesa y fria, semejante a la jalea. Esta extrana sustancia llena por completo todo su interior y todas sus arterias. Yo no puedo aseverar que lo llena realmente, pero esa es la sensacion del hombre que la experimenta. El individuo yace privado totalmente de movimiento, como si estuviera paralizado, y empieza luego a experimentar sensaciones iguales a las de un hipnotizado: le parece que alguien invisible observa su cerebro, palpando cada una de sus celulas. A poco, la oscuridad escarlata se disipa, su pensamiento se aclara y vuelve la libertad en los movimientos y cree que ha visto simplemente un sueno absurdo y terrible. Luego, pasado un rato, aparece el doble. Empero, el hombre, despues de desadormecerse, piensa, conversa con alguien o hace algo. El doble no lo sabe. Guando Anojin desperto, encontro no una sola 'Jarkovchanka', sino dos, con las mismas abolladuras en el vidrio delantero y con identicas soldaduras en las orugas. Todo esto fue un descubrimiento para su doble, porque este ultimo recordaba solamente lo que recordaba Anojin antes de su inmersion en la oscuridad escarlata. Discrepancias semejantes se observaron en otros casos. Diachuk, despues de despertarse, se afeito, produciendose una pequena herida en la mejilla. Su doble aparecio sin la herida. Chojeli se acosto ebrio porque se bebio un vaso de alcohol, pero se levanto cuerdo, con la mente despejada. Su doble, por el contrario, aparecio frente a el completamente borracho y excitado, sosteniendose a duras penas sobre las piernas y mostrando una mirada turbia. Creo que en lo sucesivo, este momento o, mas bien, la accion del hombre despues del 'sueno escarlata' ayudara en los casos dudosos a diferenciar el original de la copia; siempre y cuando no hayamos encontrado otro modo para saberlo.

– ?Tuvo usted tambien un sueno de esa naturaleza? -inquirio alguien de la sala.

– Si, lo tuve.

– Pero, ?no tuvo su doble?

– No. Eso es justamente lo que me desconcierta. ?Por que fui yo una excepcion?

– Usted no fue una excepcion -le respondio a Zernov su propia voz.

El que hablo estaba de pie detras de todos los presentes, casi en la puerta y vestido algo diferente que Zernov. Zernov llevaba puesto un traje gris hermoso, en tanto que aquel llevaba el viejo sueter verde que utilizaba Zernov en la expedicion. Completaban la vestimenta del extrano los pantalones de guata de Zernov y sus botas canadienses de piel, cuya belleza yo habia mirado con envidia en el transcurso de la expedicion. Sin embargo, no se podia decir que este fuese un extrano, porque hasta yo, que habia convivido con Zernov mucho tiempo, no podia ahora diferenciar uno del otro. Zernov estaba en la tribuna, mas en la puerta se encontraba su copia perfecta y exacta.

En la sala se oian exclamaciones de asombro, unos se pusieron de pie observando confusos a ambos Zernov y otros permanecieron en sus asientos con la boca abierta. Kedrin, entornando sus ojos, examinaba detenidamente al doble de Zernov. En los finos labios del almirante se dibujo una sonrisa burlona: el parecia satisfecho por la confirmacion inesperada de su idea. Zernov, a mi juicio, estaba tambien satisfecho al ver consumados su duda y su temor.

– Ven aca -dijo casi alegre-. Hacia tiempo que esperaba este encuentro. Ven y conversemos. Sera interesante para todos.

El doble de Zernov echo a andar con calma hacia la tribuna acompanado por las miradas de los presentes, miradas que mostraban un interes cautivador, con las cuales se honra unicamente a las grandes celebridades mundiales. Miro a su alrededor, acerco una silla y se sento a la misma mesa que Zernov. El espectaculo en si no era extrano: en la mesa se hallaban dos gemelos que se encontraron despues de una larga separacion. La unica diferencia consistia en que cada uno de nosotros sabia que entre ellos no hubo ninguna separacion y que no eran hermanos. Simplemente, uno de los dos era un fenomeno incomprensible para la razon humana. Si, pero, ?cual de ellos? Comprendia ahora la idea del almirante Thompson.

– ?Por que no apareciste durante el viaje? Te estaba esperando -dijo el Zernov numero uno.

El Zernov numero dos, perplejo, se encogio de hombros:

– Yo recuerdo todo lo que sucedio antes del sueno rosado; despues del mismo me fallo la memoria y, de pronto, entre en esta sala. Aqui, he visto y escuchado y, si no me equivoco, ya he empezado a comprender… -El miro a Zernov y se sonrio con ironia-: ?Que parecidos somos!

– Me lo imaginaba -observo Zernov.

– Pues yo no. Si nosotros nos hubiesemos encontrado alla como Anojin encontro a su doble, yo no habria cedido en mi prioridad. Porque, ?quien me habria demostrado que tu eres el real y yo soy solamente la reproduccion? Tanto mas que yo soy tu. Yo recuerdo toda mi… o tu -no se de quien- vida en sus detalles mas infimos; mejor que tu quizas: la memoria sintetizada es mas fresca. Anton Kuzmich -dijo el dirigiendose al profesor Kedrin que estaba en la sala-, ?recuerda usted la conversacion que sostuvimos antes del viaje? No concretamente sobre los experimentos, sino las ultimas palabras que cambiamos. ?Las recuerda usted?

El profesor Kedrin se sonrio turbado:

– No, no las recuerdo; las olvide.

– Yo tambien las olvide -manifesto el Zernov numero uno.

– Usted golpeo su paquete de cigarrillos con la boquilla -recordo el Zernov numero dos con un tono de superioridad- y dijo: 'Quiero dejar de fumar, Boris. Desde manana sera definitivo'.

Sono una risa general: el profesor Kedrin masticaba la boquilla con el cigarrillo apagado.

– Quisiera hacer una pregunta -dijo el almirante Thompson levantandose-. Desearia que fuese el Zernov de sueter verde el que me la contestara. ?Recuerda usted nuestro encuentro en MacMurdo?

– Si, por supuesto, -respondio en ingles el Zernov-doble.

– ?Y recuerda tambien el souvenir que tanto le gustaba?

– Si, por supuesto -repitio el Zernov-doble-. Usted me regalo una pluma con sus propias iniciales grabadas en oro. La tengo ahora en mi habitacion en el bolsillo de mi cazadora de verano.

– De 'mi' cazadora de verano -corrigio Zernov con burla.

– Tu no me habrias podido convencer de ello, si yo no hubiera visto la pelicula. Se ahora que no regrese con ustedes en el cruzanieves y no encontre al piloto norteamericano. La muerte de su doble la vi en la pelicula. Yo espero ese mismo fin para mi, ya lo adivino.

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