'?Comprende usted algo?' oi la voz de Lisovski desde el otro lado del pasillo. Le respondi a modo de pregunta: '?No le parece a usted que alguien mira su cerebro y atraviesa su cuerpo de lado a lado?'. Guardo silencio por un momento, quizas pensando que yo me habia vuelto loco a causa del terror; luego inquirio tartamudeando: 'Nnno, no me parece. ?Por que?'. Alguien a su lado afirmo: 'Es solo una niebla y nada mas'. Yo pense lo mismo, acaso porque esta niebla se diferenciaba de aquella que surgio en el cruzanieves y en la tienda de campana. En aquella ocasion, alguien o algo me observaba, me analizaba imperceptiblemente como si calculara y determinara la disposicion de las particulas que forman mi estructura anatomica, para luego, basandose en ese examen, crear mi copia. En esta, el proceso se detuvo a mitad del camino, como si el creador de las copias se hubiese dado cuenta de que mi estructura ya habia sido tomada. Ahora me rodeaba simplemente la niebla que inundaba todo el compartimiento, asemejandose al aire pintado de carmin, opaco, como el agua turbia en un jarron, ni frio ni caliente y talmente intangible. Ni irritaba mis ojos ni cosquilleaba mis fosas nasales. Rodeaba mi cuerpo y, por lo visto, no tocaba mi piel. Luego, lentamente, comenzo a disiparse. A poco, ya eran visibles mis manos, la ropa, el forro del sillon y los pasajeros a mis lados. Entonces oi una voz a mi espalda: '?Cuanto tiempo ha transcurrido desde que empezo? ?Lo ha podido notar?'. 'No, no lo he podido notar. No he mirado mi reloj' le respondi. Y, en verdad, yo no pude calcular el tiempo. Quizas transcurrieron tres minutos, tal vez, diez. Lo ignoro. Entonces fue cuando vimos algo verdaderamente extrano. Si usted probara entornar sus ojos y apretar fuertemente sus parpados, el objeto que observara se desdoblaria, produciendo una copia que se separaria de el. Eso fue exactamente lo que ocurrio con las cosas del avion y con todos los pasajeros que se encontraban en nuestro campo visual. Vi claramente -esto lo vieron todos, segun supe posteriormente- como su duplicado se separaba de nuestro compartimiento con todo su contenido, llevandose consigo el piso, las ventanillas, los sillones y los pasajeros; se separo, se levanto a medio metro de altura y floto hacia afuera. Me vi a mi mismo, a Anatoli con su guitarra, a Lisovski, y note este ultimo tratando de atrapar su reproduccion, dando manotazos inutiles en el aire. Vi el exterior del compartimiento y note la facilidad con que cruzo a traves de la pared real; aprecie como le seguia el ala, atravesando nuestros cuerpos de lado a lado, como la sombra gigantesca de un avion, y como todo esto desaparecio a modo de vapor desfalleciente. Pero no desaparecio, no se disipo, porque cuando nos lanzamos hacia las ventanillas, vimos nuestro avion volando a corta distancia de nosotros. Era una copia exacta, absolutamente identica y no una ilusion. Esto fue corroborado por la foto de Lisovski -que resulto ser el mas agil de todos, fotografiandolo-; y en esta foto que dio la vuelta al mundo notabase claramente la figura de nuestro avion duplicado, fotografiado desde una distancia de diez metros.
Lamentablemente, todo lo que sucedio posteriormente no pudo ser fotografiado por nadie. A Lisovski se le termino el rollo de la camara de peliculas, y yo no recorde a tiempo sobre la existencia de mi camara de filmar, tanto mas que esta se encontraba en su estuche y era dificil prepararla a tiempo. Ante nosotros se desarrollaba velozmente un milagro aereo cuyos creadores eran invisibles. El familiar capullo de color de frambuesa envolvio al avion-doble, se alargo enrojeciendose y tornandose violeta, hasta que finalmente se desvanecio. No quedo nada: ni el avion ni el capullo, solamente la misma bruma blanquecina alla abajo.
El piloto entro en el compartimiento de pasajeros y timidamente inquirio:
– ?Podria alguien explicar lo que acaba de suceder?
Nadie respondio. El piloto espero un rato y luego en tono ironico prosiguio:
– Senores cientificos, ?que ha ocurrido? ?Un fenomeno inexplicable? ?Un milagro? Los milagros no existen.
– Por lo tanto, existen -respondio alguien.
Todos se rieron. Entonces Lisovski se dirigio a Zernov:
– Tal vez el camarada Zernov pueda explicarlo.
– Yo no soy Dios ni tampoco el oraculo de Delfos -farfullo Zernov-. Las 'nubes' fueron las creadoras del avion-doble; todos han podido verlo. Por lo demas, ignoro tanto como ustedes el motivo y el objetivo de las duplicaciones.
– Entonces, ?podria yo escribir textualmente todo lo que ha dicho? -pregunto Lisovsk.
– Si, escribalo -corto Zernov y callo.
Volvio a este tema en Karachi donde aterrizo nuestro aeroplano. Un sinnumero de periodistas, enterados por el radista de nuestro avion sobre lo acontecido en el aire, nos daba la bienvenida. En tanto que los periodistas atacaban a la tripulacion del avion llevando en sus manos las camaras fotograficas y los aparatos de cine, Zernov y yo nos colamos furtivamente entre ellos y llegamos al cafe a fin de saborear algun refresco. Recuerdo que le hice a Zernov una pregunta, mas no me respondio; luego, como si no me contestara a mi, sino a la idea que le intranquilizaba, afirmo:
– Este fue un metodo de simulacion totalmente diferente de los otros.
– ?Se refiere a los 'jinetes'? -le pregunte.
– Esa palabrita no me deja tranquilo -manifesto ironicamente-. Aparece por todas partes. Respecto a la simulacion tengo que decirle que fue completamente diferente.
Sin entenderle, pregunte:
– ?Esta usted hablando sobre el avion?
– No, no hablo del avion. El avion posiblemente fue copiado por completo del mismo modo que antes. Primeramente lo copiaron inmaterial e ilusoriamente y, luego, materialmente, o sea, repitiendo con exactitud toda su estructura atomica. La gente, sin embargo, fue copiada de otro modo: solo crearon su aspecto exterior, su caparazon, su funcion de pasajero. ?Que es lo que hace un pasajero? Se sienta en el sillon del avion, mira por la ventanilla, toma refrescos y hojea libros o revistas. Dudo mucho que la vida psiquica del individuo haya sido reproducida en toda su complejidad. Por lo demas, esto no era necesario; lo fundamental era la copia real y activa del avion con sus pasajeros reales y activos. Estoy haciendo conjeturas, naturalmente.
– Pero, ?por que ellos destruyen la copia?
– Y, ?por que ellos destruyen a los dobles? -inquirio el a modo de respuesta-. ?Recuerda usted la despedida de mi doble? Hasta hoy dia no lo he podido olvidar.
Hizo mutis y dejo de responder a mis preguntas. Solo cuando nos dirigiamos a la salida y pasabamos por el lado de Lisovski, a quien rodeaban los periodistas, Zemov se sonrio y dijo:
– Tengo la plena conviccion de que el les lanzara algunos 'jinetes' y de que aquellos los atraparan y traeran a la memoria el Apocalipsis. ?Oh, habra de todo: un caballo palido, un caballo negro y jinetes portadores de la muerte! ?Leyo la biblia? ?No? Entonces leala y parangonela con lo que vendra.
Las predicciones de Zernov fueron exactas en todos sus detalles. Estuve a punto de saltar de la cama cuando, junto con los telegramas que informaban sobre la aparicion de las 'nubes' rosadas en Alaska y en el Himalaya, Diachuk me leyo la traduccion del articulo del almirante Thompson publicado en un periodico de Nueva York. Hasta la terminologia que Zernov habia empleado bromeando coincidia plenamente con la del almirante.
'Alguien las llamo con acierto, 'jinetes' -escribia el almirante-. Pese a todo, no dio en el blanco. Estas nubes no son simplemente jinetes, sino jinetes del Apocalipsis. Y no es una comparacion accidental. Recordemos las palabras del profeta: '…y aparecio un caballo palido. El que lo monta se llama La Muerte y un poder le fue dado para hacer perecer a los hombres por la espada, por el hambre, por la peste y por las bestias salvajes…' Perdonenme todos mis lectores por utilizar la terminologia que mas convendria a un cardenal catolico que a un marinero militar retirado. Empero, yo estoy compelido a hacerlo, debido a que la humanidad esta recibiendo a estos intrusos con demasiada despreocupacion'. El almirante no estaba interesado en saber de donde venian ellos, si de Sirio o del Alfa de Centauro y no le inquietaba que el hielo de la Tierra fuese transportado al espacio cosmico; lo que le molestaba eran los dobles. Ya en Mirni habia expuesto su duda con relacion a que se destruia: el hombre o el doble. Ahora, esa duda se manifestaba en una forma agresiva y convincente: '…los dobles y las personas suelen ser identicos en todo: la misma fisonomia, la misma memoria y el mismo proceso de pensamiento. Pero, quien me puede probar que la afinidad en el pensamiento no tiene un limite tras el cual se manifieste el sometimiento a los creadores'. Cuanto mas escuchaba a Diachuk, tanto mas me asombraba de la conviccion fanatica del almirante. El hasta rechazaba la realizacion de un estudio y de una observacion objetivos, y exigia la expulsion de los intrusos con la ayuda de todos los medios disponibles. El articulo concluia con una sugerencia extraordinariamente fantastica: 'Si de repente cambio de opinion y desdigo mis propias palabras, entonces yo soy el doble y he sido sustituido. En ese caso, les ruego que me ahorquen en el primer farol'.
Lo curioso de este articulo no era solamente su contenido, sino tambien su tono que sembraba panico y alarma. Era esto precisamente lo que inquietaba. Ya que personas incautas, acostumbradas a tomar en serio cualquier palabreria propagandistica, podrian atemorizarse seriamente al conocer este articulo producto de un