individuo inteligente, pero prejuiciado en sus ideas. Y lo que es peor, este articulo podria ser utilizado con propositos malevolos en la ciencia y en la politica por individuos inescrupulosos.
Felizmente debemos agradecer al almirante que no haya pedido el apoyo de estos ultimos y que no haya competido con ellos en palabras anticomunistas.
Cuando le expuse a Anatoli mis razonamientos, este dijo:
– El articulo del almirante es solo una cuestion particular. El problema que surge ahora es otro. Hasta el momento presente, cuando los cientificos o escritores de ciencia-ficcion han escrito sobre la posibilidad de un encuentro con otro raciocinio del cosmos, lo que les interesaba era la cuestion de si seria amistosa u hostil la actitud de este raciocinio para con los hombres. Mas nadie penso siquiera en la posibilidad de una actitud hostil de los hombres respecto a este raciocinio. He ahi el quid de la cuestion. Ahora todo el mundo esta excitado. Si encendieras la radio por la noche, te enloquecerias. El mundo grita por todas las ondas: los clerigos, los ministros, los senadores y los astrologos. Los platillos voladores son insignificantes comparado con esto. Hasta en los Parlamentos hubo interpelaciones con relacion a este problema.
Esto era algo en lo que se debia pensar. Anatoli a veces expresaba juicios razonables.
Capitulo 11 – Ellos ven, escuchan y sienten
El problema que Anatoli habia tocado fue discutido en una reunion especial de la Academia de Ciencias, en cuyo debate yo estaba presente por ser quien filmo a los visitantes del cosmos. Se hablo mucho de todo, pero especialmente de la naturaleza del fenomeno y de sus peculiaridades. Esto me llevo de nuevo a la orbita de las 'nubes' rosadas.
Llegue al edificio de la Academia de Ciencias donde se debia realizar la reunion, una hora antes, aproximadamente, de la apertura de esta, pues debia comprobar el proyector, la pantalla y el sonido: la pelicula se proyectaba ya acompanada de texto. En la sala de conferencias encontre solamente a la taquigrafa Irina Fateieva, de la cual me habian dicho que seria la futura secretaria de una comision especial que se formaria despues de la reunion. Yo habia sido advertido de que ella era una cobra, una poliglota y una sabelotodo. Me habian dicho: 'Si le preguntaras, que resultaria si se mojara un cerebro abierto con una solucion de cloruro potasico, recibirias de ella la respuesta exacta. Lo mismo resultaria si le preguntaras algo sobre el cuarto estado de la materia. Aun mas, si tu desearas saber el significado de la palabra topologia, podrias consultarle a ella'. Pero no inquiri nada, lo unico que hice fue mirarla, lo que me basto para convencerme de la veracidad de las advertencias.
Ella llevaba un sueter de color azul oscuro con una ornamentacion abstracta muy estricta, sus cabellos se hallaban recogidos en un mono sobre la cabeza, aunque no al estilo del siglo XIX. Sobre su nariz descansaban unos espejuelos ahumados sin montura de lentes rectangulares, a traves de los cuales notabanse unos ojos inteligentes, penetrantes y exigentes. Ella escribia en su cuaderno de apuntes y cuando yo entre ni siquiera levanto la cabeza para mirarme.
Tosi.
– No tosa, Anojin, y no se pare en el medio de la sala -dijo ella sin mirarme-. Yo le conozco y se todo lo relacionado con su persona. Asi que, creo superflua la presentacion. Sientese en cualquier lugar y espere que yo termine esta sinopsis.
– ?Que es una sinopsis? -inquiri.
– No trate de mostrarse mas ignorante de lo que es en realidad. Usted no necesita conocer la sinopsis de la reunion, si no fue invitado a ella.
– ?A que reunion? -quise saber.
– A la reunion del Consejo de Ministros. Ayer mostramos alli su pelicula.
Yo estaba enterado de ello, pero no dije nada. Sus espejuelos rectangulares se dieron la vuelta hacia mi. '?Que bueno seria si ella se quitara esos espejuelos!' pense.
Y se los quito.
– Ahora empiezo a creer en la telepatia -le dije. Ella se levanto. Era alta como una basketbolista de primera clase.
– Anojin, ?ha venido usted para examinar el aparato, la tension de la pantalla y el regulador del sonido? Ya todo eso ha sido comprobado.
– Escuche, ?que es la topologia? -le pregunte.
Sus ojos sin espejuelos no tuvieron tiempo de incinerarme, porque en esos momentos empezaron a llegar los invitados a la reunion. Nadie queria llegar tarde. El quorum fue reunido en un cuarto de hora. No hubo introitos. El presidente de la reunion le pregunto a Zernov que si habria algunas palabras de introduccion. '?Para que?' pregunto a su vez aquel. A poco, la luz se apago y en el cielo azul de la Antartida, proyectado sobre la pantalla, empezo a inflarse la campana morada.
Esta vez no tuve necesidad de comentar la pelicula, porque la voz del locutor en la grabadora lo hacia en mi lugar. A diferencia de aquella reunion tensa que tuvo lugar en Mirni durante la proyeccion de la pelicula por primera vez, esta parecia una reunion de amigos ante la pantalla del televisor. De tiempo en tiempo las replicas le 'pisaban los talones' al locutor, eran alegres en su mayoria, algunas eran comprensibles solo para los iniciados en las ciencias que dominaban aqui; otras eran punzantes como las estocadas de los esgrimistas y, en ocasiones, eran tan ingeniosas como las expresadas en un club de bromistas. Yo recuerdo algo de esto. Cuando la flor morada se trago a mi doble junto con su cruzanieves, alguien, con una voz de bajo, grito:
– ?Que levante la mano el que considere al hombre como la cuspide de la creacion!
Se oyo una risotada. La misma voz prosiguio:
– Debemos tener en cuenta una cosa irrefutable: ningun sistema creador de copias es capaz de construir una copia estructural mas compleja que el mismo.
Cuando el borde de la flor, doblandose, empezo a desprender espuma oi:
– Es la espuma liquida, ?verdad? ?Cuales seran sus componentes? ?Gas? ?Liquido? ?O una sustancia capaz de formar espuma?
– ?Esta usted seguro de que eso es espuma?
– Yo no estoy seguro de nada.
– Quizas sea plasma a baja temperatura, ?verdad?
– El plasma es un gas. Siendo asi, ?que lo retiene?
– La trampa magnetica. El campo magnetico puede generar las paredes necesarias.
– Tonterias, colega. ?Por que ese gas disperso y efimero no se desintegra ni se esfuma bajo la presion de este campo? Pues este no seria un campo privado de fuerza en el sentido de que no tiende a cambiar la forma.
– ?Como, a su juicio, las nubes de gases interestelares forman campos magneticos?
Otra voz se mezclo en la conversacion:
– La presion del campo es variable, por cuya causa varia tambien la forma.
– La forma si, pero, ?por que varia el color?
Lamente no haber traido conmigo el magnetofono. La sala callo por unos minutos: en la pantalla aparecio la flor gigante tragandose el avion, y el tentaculo-serpiente violeta engullendose el modelo insensible de Martin. Aun estaba pulsando sobre la nieve, cuando una voz dijo:
– Quisiera hacerles una pregunta a los autores de la hipotesis del plasma. ?Creen ustedes que ambos, el avion y el hombre, se fundieron en el chorro de gas dentro de la 'botella' magnetica?
Una risotada proveniente de la primera fila lleno la sala. Yo lamente de nuevo no haber traido conmigo el magnetofono: ya empezaban a intercambiarse 'disparos'.
– En esto hay mistica. Considero que es improbable.
– Para reconocer como posible la existencia de lo improbable no es necesaria la mistica, solo bastan las matematicas.
– Eso es paradojico.
– Aqui, los matematicos hacen mas falta que los fisicos. El matematico encontraria resoluciones mas positivas que las que podrian lograr los fisicos.