un templo. Lo miro de nuevo, con la sospecha a flor de piel.

—?A que estais jugando conmigo ahora?

El hombre sacudio la cabeza con energia.

—No es un juego, saia. Es un intento, lastimoso, lo se, pero un intento, de pediros disculpas. —Su mirada se encontro con la de ella, llena de candidez—. Si tal cosa es posible.

Con mucha cautela. Indigo estudio su rostro mientras intentaba calibrar hasta que punto podia confiar en aquel aparente cambio de actitud. Si el hombre estaba tan loco como le habia parecido antes, podria muy bien intentar atraerla como preludio a un nuevo y mortifero ataque.

Entonces, a lo lejos, y ahogado por el gran espesor de la roca que los separaba, escucho el espeluznante aullido de un lobo furioso.

?Grimya! —Hizo intencion de incorporarse, pero entonces se dio cuenta de que no podia saber la direccion de la que provenia el sonido. Se giro hacia el hombre—. ?Donde esta? ?Que le habeis hecho?

—Por favor. —Extendio ambas manos para apaciguarla—. El animal esta perfectamente. Tiene comida y agua, y esta totalmente a salvo. —Le sonrio con ironia—. No tuve mas eleccion que utilizar mis artes de hechiceria para confinarla en otra caverna, o me hubiera desgarrado la garganta. Pero os aseguro que no ha sufrido el menor dano.

Rapidamente. Indigo dirigio su energia mental en la direccion por la que le parecia que habia venido el aullido, y de inmediato sintio el ardor de la colera de Grimya. La mente de la loba estaba en tal estado de confusion que le era imposible establecer contacto telepatico, pero el hombre habia dicho la verdad: su amiga no habia sufrido ningun dano.

Miro al hechicero de nuevo.

—?Y que hay de Chrysiva? —exigio.

—?Chrysiva?

—La muchacha que estaba con nosotras. Esta enferma, si le...

—Tambien ella esta bien, saia. Por favor... —Extendio una mano indecisa y, aunque Indigo siguio sin bajar la guardia, esta vez no se aparto. El hombre apreto con fuerza el puno—. Tengo que daros una explicacion y justificaros por que reaccione de forma tan violenta a vuestra llegada. Puede que me considereis loco, saia, pero os ruego que me creais cuando os digo que no lo estoy. —Se detuvo, y los musculos de su rostro adquirieron una curiosa expresion que no pudo llegar a interpretar—. Atormentado, si. Y enojado; tan enojado... Pero no loco.

Reservandose su juicio. Indigo repuso:

—?Y justifica ese enojo y tormento vuestro comportamiento con los forasteros?

—Bajo circunstancias normales, no. —Reconocio aquel punto con una mirada esquiva—. Pero las circunstancias aqui no son normales, saia; ni lo han sido durante los ultimos cinco anos. Cuando se me alerto de vuestra presencia en las montanas, pense que erais uno de ellos, que me buscabais...

—?Ellos? —interrumpio Indigo.

—Los seguidores de esa repugnante abominacion que ha blasfemado contra Ranaya, y ha tomado todo lo que es bueno y fuerte y... —Las furiosas palabras se apagaron bruscamente y tuvo que controlarse—. Digamos que la amarga experiencia me ha ensenado que cualquier extrano es mas probable que sea un enemigo que no lo contrario.

Indigo empezo a comprender y dijo en voz baja:

—?Charchad?

El hombre asintio, con el rostro muy tenso.

—Apenas puedo soportar oir pronunciar ese nombre en voz alta, incluso ahora. Y cuando me dijisteis que estabais aqui para buscarlos, yo... —Lanzo un violento suspiro—. No me detuve a considerar cuales podrian ser vuestros motivos; la colera que me dominaba era demasiado fuerte y queria obtener venganza en vos. Fue tan solo cuando utilice la cuerda de fuego y vi lo que habia en vuestro corazon que me di cuenta del error que habia cometido.

Una mano fria y muerta se aferro al estomago de Indigo, cuando se dio cuenta, de repente, de lo que aquel hombre estaba dandole a entender. Y recordo la terrible experiencia sufrida junto a la fumarola, en el tunel. Un hechicero con tal poder —y era poderoso; habia visto mas que suficiente para convencerse de ello— podia penetrar en las profundidades de la mente de otro, sacar todo lo que alli hubiera y ver el alma desnuda que habia detras.

Le devolvio la mirada y sus temores se vieron instantanea y horriblemente confirmados por la piedad que vio oculta en sus ojos. Sabia quien era ella. Inconscientemente, sin quererlo, se lo habia mostrado todo: su pasado, su delito, la maldicion que la Madre Tierra habia lanzado sobre ella. El lo sabia.

Volvio la cabeza mientras una oleada enfermiza de miseria y verguenza la recorria; se llevo un puno a la boca y se mordio los nudillos.

—Yo...

—Por favor, saia. —Le toco el brazo con una suavidad que la sorprendio—. Lo que esta hecho, hecho esta, y ninguno de nosotros puede cambiarlo. No pretendo comprender lo que hay detras de vuestra mision, y no pienso intentarlo. No hablemos mas de ello, si eso es lo que deseais. ?Pero no os dais cuenta de que somos dos almas gemelas?

Bajo el puno y lo miro indecisa.

—?Lo somos?

—?Si! Se lo que habeis perdido. Y conozco el dolor que tal perdida produce, porque yo he sufrido de la misma forma. ?Compartimos un objetivo, saia, y creo que el capricho del destino que nos ha unido es nada mas y nada menos que la voluntad de la misma Ranaya!

Sus ojos empezaban a arder de nuevo con el inconfundible brillo del fanatismo. Indigo se sintio abrumada por su ansiedad, aunque no totalmente de forma involuntaria, ya que subitamente aquel hombre habia tocado uno de sus puntos sensibles.

—No estoy segura de comprender... —dijo.

—?Debeis comprenderlo! ?Esta tan claro! La Diosa queria que nos encontrasemos. Tiene una tarea para nosotros. Vuestra mision y la mia son una sola y la misma: y alli donde por separado nuestros poderes son limitados, juntos podemos trabajar para hacer su voluntad y alcanzar el exito.

Un tenso e incomodo nudo de excitacion crecio bruscamente en el interior de Indigo.

—?Charchad?

—?Si! —La sujeto por las manos, apretandolas con tanta fuerza que la joven hizo una mueca de dolor—. Ranaya ha contestado a mis oraciones, vos sois Su instrumento. Juntos. Indigo, podemos enfrentarnos a Charchad y destruirlo!

CAPITULO 6

Indigo dijo:

—Jasker, lo siento. Siento pena por vos. —Levanto la cabeza y sus ojos se encontraron con los agitados ojos castano verdosos del hombre que estaba sentado frente a ella—. De verdad, siento pena por vos.

A su lado, Grimya se removio inquieta y anadio su comprensivo asentimiento con un debil ganido. El hechicero dirigio una rapida mirada a la loba, luego sonrio con tristeza y bajo los ojos.

—Vuestra amiga posee mas misericordia y bondad en su corazon de la que yo tengo derecho a esperar — dijo.

—Grimya no se ve determinada por las debilidades humanas. Pero sus sentimientos son tan fuertes como los de cualquier hombre o mujer.

Indigo contemplo la fuente de piedra toscamente tallada que tenia delante, luego la aparto despacio. La historia de Jasker habia reducido su apetito al punto en que tan solo pensar en comida provocaba una extrana sensacion en su estomago; en lugar de comer, tomo el odre de agua que el hombre habia dejado junto al plato y

Вы читаете Infierno
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату