separacion. Pero de repente se encontro corriendo por la habitacion hacia el, los brazos extendidos para abrazarlo, apretarlo, sujetarlo con fuerza contra ella como si fuera un talisman viviente.

—Indigo, Indigo. —La abrazo tan fuerte que casi la dejo MU respiracion; luego, bruscamente, se aparto manteniendola a cierta distancia, contemplando con fijeza su rostro— Pero... ?si estas exactamente igual! ?Ni una cana mas, ni una arruga, nada! No puedo creerlo.

Ella recupero el habla por fin.

—?Tu no puedes creerlo! —Las lagrimas amenazaron con ahogar sus palabras mientras el alivio inundaba su mente y se mezclaba con un torrente de afecto que no habia sabido que poseia—. Habia empezado a pensar que nunca te veria, que el que estuvieras de regreso era solo un sueno, que no habia sucedido...

—No he podido venir hasta hoy. Nuestra familia ha estado de luto. —Involuntariamente volvio la vista hacia la cinta gris que llevaba atada alrededor de un brazo; la senal de luto.

Indigo se llevo una mano al rostro.

—?Oh, Leando! ?Que puedo decirte? Cuando me entere de lo sucedido...

—Hay tantas cosas que decir, y tampoco yo se por donde empezar. La terrible y amarga ironia de todo esto, Indigo: eso es lo que mas me duele. Cuando recibimos el mensaje de Augon Hunnamek llamandonos de regreso...

—?Que? —Los ojos de Indigo se abrieron de par en par—. Quieres decir... ?el os llamo?

—Oh, si. Lo calculo a la perfeccion. El llamamiento llego el dia anterior a la entrada del Kara- Karai en el puerto. Estabamos haciendo ya los preparativos; pero cuando leimos tu carta, pensamos que lo mejor era darse prisa en lugar de esperar al paquebote... —Las palabras se fueron apagando y sacudio la cabeza tristemente—. ?Incluso ahora, la dulce Madre lo sabe, me es imposible empezar a asimilar lo sucedido! Pero, Indigo, existe algo mas, algo que es vital que te cuente sobre ese viaje...

El sonido de unos pies que corrian lo interrumpio antes de que pudiera decir mas, y Luk irrumpio en la habitacion, con Grimya a sus talones.

—Indigo, has... —El muchacho se interrumpio al tiempo que sus ojos se iluminaban—. ?Papa; la has encontrado!

—Pues claro. —Leando extendio un brazo en direccion a su hijo, el rostro ruborizado de orgullo. Entonces vacilo, mirando detras de Luk a la loba, y su expresion cambio—. Esa no puede ser...

—Es Grimya —repuso Luk alegremente—. ?Ya te lo dije, verdad, que estaba todavia viva y bien? Ahora puedes verlo tu mismo.

Leando paso la mirada con rapidez de Grimya a Indigo y de nuevo al animal.

—Pero... Indigo, ?cuantos anos tiene?

Indigo sabia lo que pensaba. Leando habia regresado tras una ausencia de diez anos encontrandose con que su hijo habia crecido hasta convertirse en casi un hombre, con que todas sus amistades habian cambiado. Era algo natural, como lo era el hecho de que el, tambien, hubiera envejecido con el paso del tiempo... y sin embargo en Indigo y en Grimya no veia la menor senal de cambio: ambas tenian exactamente el mismo aspecto que el dia en que habia zarpado de Simhara.

Indigo recordo el furioso desafio de Macee, y comprendio que debia contarle la verdad.

—Leando. —Tomo su mano y lo acerco a ella—. Tengo muchas cosas que explicarte, y parte de ellas tienen que ver con el enigma sobre Grimya y yo. Pero el relato necesita tiempo. —Miro a Luk, no queriendo decir demasiado mientras el pudiera oirla—. Si, esta noche, pudieramos...

—Esta noche se me ha invitado a cenar con el Takhan. Entonces Leando le dedico una agria sonrisa—. ?Ves con que facilidad sale ahora de mis labios el titulo? Me he pasado diez anos refiriendome con todo respeto al usurpador como «Takhan» en mi trato con los habitantes de las Islas de las Piedras Preciosas, y la costumbre ha arraigado. Pero no puedo rehusar la invitacion; Luk tiene que venir conmigo, y tengo entendido que a ti tambien te incluiran entre los invitados.

—?Para completar el feliz cuadro de los amigos reunidos de nuevo?

—Sin duda. Siempre ha tenido un muy afilado sentido do la ironia. Pero cuando esa prueba haya concluido, podemos regresar aqui a charlar.

Significaba retrasarlo mas de lo que a Indigo le habria gustado, pero no habia otra eleccion. Asintio.

—Pero, Indigo, antes de ese momento debo hablarte del viaje; advertirte...

—No, Leando. —Una vez mas su mirada se deslizo por un instante, de soslayo, hacia Luk—. No aqui; no ahora. Ademas, creo... Creo que se lo que quieres decirme. —Vacilo, luego anadio—: Quieres decirme que estamos en peligro, y que en todo esto hay hechiceria.

El la miro sorprendido.

—?Como lo has descubierto?

—Lo he sabido desde hace mucho tiempo; y muchas otras cosas ademas. Y Karim...

—?Karim? —siseo Leando, ansioso—. ?Lo has visto?

Claro: no sabia nada de la muerte del mago porque Luk habia prometido no decir nada, Indigo levanto ambas manos, con las palmas hacia afuera.

—Por favor, Leando. Esta noche te lo contare todo, pero no me atrevo a empezar ahora. Ambos debemos tener paciencia, unas pocas horas mas.

—Pero eres consciente del peligro...

—Si. Y no voy a hacer nada para exponerme a el, no temas.

Se dio la vuelta y contemplo la habitacion. Su calida opulencia le hizo sentir de repente una sensacion de claustrofobia, como si otras paredes, invisibles pero palpables, se fueran cerrando a su alrededor y amenazaran con sofocarlos a todos en un mortifero abrazo.

—Esta noche debemos representar nuestros papeles, y reir y llorar segun sea necesario. No debemos hacer nada que levante sospechas.

Se escucharon unas debiles voces en el pasillo al otro lado de la puerta, el sonido de pies calzados con sandalias y el tintineo de los moviles de cristal mientras los sirvientes se dedicaban a sus tareas. No podian decirse nada mas; el riesgo de que alguien los oyera era demasiado grande. Leando tomo las dos manos de Indigo y se las llevo a los labios para besar sus dedos.

—Hasta esta noche, pues. Ah, Indigo... —Se detuvo y sonrio—. No: puede esperar.

La beso de nuevo, en la frente esta vez, y acompano a Luk fuera de la habitacion.

CAPITULO 21

Leando bajo la mirada a las manos que apretaba con fuerza y dijo, con voz llena de emocion:

—Me resulta imposible asimilarlo, Indigo. Es demasiado... —Se quedo sin palabras.

—?Increible? —sugirio Indigo, con suavidad.

listaba sentada en su divan, las piernas cruzadas bajo MI cuerpo y la calida presencia de Grimya a su lado, contemplando a Leando sentado al otro lado de la mesa. Luk estaba sentado en otro divan, apoyado sobre almohadones; habia luchado por mantenerse despierto pero iba perdiendo la batalla, y la cabeza se le inclinaba.

—No. —Leando lo habia considerado, y ahora sacudio la cabeza con energia—. Esa es una de las cosas que me desconciertan... te creo. Por logica se que no deberia hacerlo; pero no puedo ignorar la evidencia, especialmente a la luz de mi propia experiencia. Y la historia de Karim... Sabiamos que habia abandonado la corte de forma repentina, y que queria que se olvidara su antigua identidad: nuestra familia lo habia conocido durante muchos anos, y es por eso por lo que confiaba en que mantendriamos MI secreto. Pero jamas nos quiso decir por que se fue, ni la causa de su ceguera. Pensamos, decidimos, que se trataba de una decision personal; no sabiamos nada de los archivos de palacio. Ahora es cuando empiezo a entender muchas mas cosas.

«Pero en lo que respecta a lo que me has contado sobre ti misma... —Forzo una rapida y palida sonrisa—. Tambien lo creo. Llamalo instinto si quieres; no tengo una palabra mejor. Pero... por la Gran Madre del Mar, no habia previsto esto.

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