sorprendente, a ella le daba la impresion de que la preocupacion de Augon Hunnamek por Indigo era autentica. Sus sencillas palabras se habian visto reforzadas en los niveles superficiales del cerebro del hombre que sus poderes telepaticos le permitian sondear. Grimya no sabia nada de lo sucedido la noche anterior, excepto que el plan de Indigo y Leando habia salido mal de una manera muy drastica; y hasta que Indigo no despertara no podria averiguar la verdad. Habia sacado la conclusion de forma precipitada de que habia tenido algo que ver con el demonio; pero parecia que se habia equivocado.

Desconcertada, Grimya lanzo un debil e indeciso ganido. Cualquiera que fuese el riesgo, por muy apremiante que fuera la urgencia, no habia nada que pudiera hacer hasta que consiguiera comunicarse con Indigo. Hasta entonces, no podia hacer otra cosa que esperar.

A causa de los fuertes somniferos administrados por Thibavor, que habia considerado prudente que se la mantuviera bajo el efecto de sedantes el mayor tiempo posible, Indigo no recupero el conocimiento hasta primeras horas de la manana siguiente: el dia del planeado matrimonio del Takhan. Aunque apenas si habia amanecido, el palacio era ya una colmena de frenetica actividad, y cuando los primeros rayos del sol dispersaron las neblinas procedentes del mar, augurando un dia soleado, las primeras campanadas de fiesta empezaron a resonar por la ciudad.

El regreso al mundo vigil fue lento y letargico mientras la muchacha arrastraba de mala gana cuerpo y mente hacia la superficie para sacarlos de entre las pesadas capas; de efectos secundarios producidos por la droga. Cuando por fin abrio los ojos, haciendo una mueca a pesar de que habia muy poca luz en la habitacion, lo primero que vio fue el rostro ansioso de Grimya, que la miraba por encima del borde de la cama.

—?Indigo, estas des... pierta por... fin! —Habia un intenso alivio en la voz de la loba—. ?Has dormido tanto, que estaba pre... preocupada!

—?Cuanto...? —Su voz se quebro y trago con fuerza, en ? un intento por mitigar la sequedad de su garganta—. ?Cuanto tiempo he estado aqui?

—Dos noches y un dia —le contesto Grimya.

Por un momento, Indigo no comprendio lo que aquello significaba; luego sus ojos se abrieron de par en par.

—?Madre Todopoderosa! ?Que dia es? —El dia de la bo... da.

—?No puede ser! ?Oh, por el amor de la Diosa!, ?donde esta...? —Y las palabras se interrumpieron cuando los recuerdos que las drogas de Thibavor habian contenido se despertaron de repente—. ?Oh, no! —musito—. Leando... —No se lo en... cuentra — interpuso Grimya—. Los he oido decirlo, Indigo, ?que sucedio esa noche? ?Que fue... mal?

Indigo no respondio. Miraba al otro lado de la habitacion, pero sin ver, y sus ojos reflejaban un inmenso horror. La loba repitio su pregunta, apremiante, y por fin la muchacha parecio regresar a la realidad.

—Leando esta muerto —respondio con voz cavernosa—, el demonio lo mato. —Se cubrio el rostro con las manos. Grimya gimoteo y sus cabellos se erizaron. —?Como? ?Que su... cedio?

Las imagenes estaban totalmente nitidas en la mente de Indigo. Recordaba cada uno de aquellos espantosos momentos; pero de forma remota, como si no le hubiera sucedido a ella sino a otra persona. Y en esa terrible forma objetiva descubrio que era capaz de describir todo lo que habia sucedido: la aparicion de la serpiente, el ataque, la espeluznante muerte de Leando. Y a medida que la historia iba surgiendo, Grimya se iba poniendo mas y mas nerviosa, hasta que por fin ya no pudo contenerse mas.

«?Pero, Indigo, hay algo que esta mal!» Cambio al lenguaje telepatico, consciente de sus limitaciones vocales. «Cuando te encontre, no habia rastro de Leando, ni de sangre. Solo la mesa que debiste romper al caer. ?Y la Infanta estaba en su habitacion, profundamente dormida!» Indigo empezo a temblar.

—Esa monstruosidad era mas que fisica, Grimya. De alguna forma consiguio existir en el mundo de los demonios y en el nuestro al mismo tiempo.

?Y a que espantosa dimension, se pregunto, se habia llevado el cadaver destrozado de Leando? Los temblores culminaron en un formidable estremecimiento al darse cuenta de que habia escapado de milagro.

—Tenemos que detenerlo —dijo con voz ronca. La manta que la cubria cayo al suelo al tiempo que ella se ponia en pie algo tambaleante—. Ahora que sabemos con seguridad lo que es, ahora que he visto lo que es capaz de...

Grimya la interrumpio:

—?El? —pregunto en voz alta.

—?Que te crees que era esa serpiente? Era cosa del usurpador; ?era Augon Hunnamek!

—No —repuso Grimya—. No creo... que lo fuera.

Indigo se interrumpio y la miro fijamente.

Grimya, ?que quieres decir?

Grimya se encrespo.

—Estuvo aqui, Indigo. Mientras dormias, vino a verte. No habia nadie mas en la habi... tacion excepto yo.

Y le relato lo que habia sucedido, lo que Augon habia dicho mientras contemplaba a Indigo y le acariciaba la mano, Indigo la escucho en tenso silencio, y cuando la loba finalizo no reacciono hasta pasado un buen rato; tan solo una pequena arruga aparecio en su frente, agudizandose a medida que pensaba.

Por fin hablo:

—Pero... si el no envio a esa criatura...

—No tenia ningun motivo para fingir —le dijo Grimya—. No... podia sa... saber que yo comprenderia.

Muy despacio, Indigo volvio a sentarse, lo que decia Grimya tenia su logica: ?por que tendria que haber mentido Augon cuando, por lo que el sabia, no habia nadie que pudiera escucharlo? No tenia el menor sentido. A menos que hubiera otro factor involucrado; algo que ni siquiera se le habia ocurrido.

El ultimo mensaje de Karim. Era el unico camino que no se habia explorado. Tenia que

haber una clave alli...

Se puso en pie de nuevo, entonces se tambaleo cuando la sensacion de vertigo se apodero de ella. El armarito: habia escondido la copia que habia hecho de los sigilos de Karim en un pequeno cajon. Debia encontrarla...

—?Indigo, que su... sucede? —le pregunto inquieta Grimya mientras Indigo se acercaba dando tumbos hasta el pequeno armarito—. ?No estas... bien, no debes can... cansarte!

—?Tengo que encontrarla!

Indigo se desplomo sobre un sillon, y, con manos que no parecian seguir unos movimientos coordinados, abrio el cajon y rebusco entre lo que contenia. Se sentia mareado, debil; sus dedos encontraron el pergamino, lo sacaron a duras penas...

Y un naipe de dorso plateado salio junto con el pergamino y cayo sobre su rodilla.

Los ojos se le nublaron mientras contemplaba el naipe, pero no necesitaba una vision clara para saber lo que era. Y ello confirmaba sus crecientes temores.

—Oh, por la Diosa... —Se puso en pie con un esfuerzo, sujetandose al respaldo del sillon para no caer mientras la sensacion de mareo se redoblaba—. Grimya, esta es llave. Es, es...

Antes de que pudiera terminar, la puerta se abrio.

—?Indigo! —Las cejas del mago-doctor Thibavor se enarcaron llenas de asombro—. ?Que es esto? ?Deberias estar en tu la cama!

—Tengo que encontrar...

Indigo se tambaleo de repente. El mago cruzo la habitacion en unas pocas y rapidas zancadas y la sujeto antes de que perdiera por completo el equilibrio.

—Pero mujer, no estas en condiciones de hacer nada excepto regresar a la cama. Asi; apoyate en mi. — Empezo a conducirla lejos del sillon.

—No comprendeis —farfullo la muchacha—. Es urgente, es vital...

—Nada es mas urgente que proteger tu propia salud.

Otra persona, un hombre mas joven —su aprendiz— habia seguido a Thibavor al interior de la habitacion y permanecia junto a la puerta. El mago hizo chasquear los dedos autoritario.

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