propias manos si era necesario. Mientras su padre vociferaba, Fran volvio a mirar a Indigo. Esta observaba a Constan pero de soslayo, como si apenas lo escuchara. Fran se pregunto por que no habria hablado aun de su plan, y deseo poder estar al tanto de sus pensamientos.

De pronto Constan se detuvo otra vez. Se le oia respirar pesadamente, con dificultad, como un caballo sudoroso en un espacio reducido. Por fin se volvio en redondo hacia ellos.

—?Bien? ?A que estamos todos esperando? —Su mirada los taladro, luego se poso en la figura inmovil y silenciosa de Cari que descansaba sobre el improvisado lecho de la esquina—. ? Si queremos salvar a Cari hemos de destruir a esa cosa antes de que la situacion empeore! Volveremos a cruzar los paramos, encontraremos esa fortaleza tres veces maldita de la que me habeis hablado y...

—No —dijo Indigo con tranquilidad.

Constan se interrumpio en mitad de la frase.

—?Que? —Parecia estupefacto, como si hubiera olvidado que ella estaba alli; pero se recupero con rapidez—. ?Que quiere decir «no»?

Indigo bajo del alfeizar de la ventana y flexiono las piernas para eliminar un ligero calambre.

—Constan —dijo—, de nada sirve que vayamos en busca de la fortaleza del demonio. No la encontraremos; no a menos que el demonio quiera que lo hagamos, y no creo que lo quiera. Podriamos registrar esos paramos durante una eternidad mientras el nos lleva de un lado al otro. En mi opinion estariamos mucho mejor si nos quedaramos exactamente donde estamos.

—?Donde estamos? —repitio Constan, incredulo—. ?Que hay de bueno en eso?

Fran intentaba atraer la atencion de Indigo, pero esta o bien no se daba cuenta o no queria acusar recibo de sus furtivos ademanes.

—Quiero ver al demonio destruido tanto como tu —repuso la joven—, pero no conseguiremos destruirlo si nos ponemos en marcha como soldados que van a la batalla. Hemos de ser mas sutiles que eso.

—?Como es eso? —Constan fruncio el entrecejo.

—No iremos en busca del demonio. Lo atraeremos aqui, a buscarnos. He pensado en ello, y creo que es la forma mas segura de conseguir nuestros fines. —Ahora sus ojos si que respondieron a Fran, pero de forma fugaz y con una advertencia para que no interviniera—. Tengo una idea para una trampa, y estoy segura de que saldra bien.

—?Que clase de trampa? —Constan empezaba a mostrarse interesado.

Se produjo una pausa, y luego Indigo dijo:

—Una representacion completa de la Compania Comica Brabazon.

La segunda pausa fue bastante mas larga que la primera. Luego Constan repuso:

—Cielos, muchacha. ?De que estas hablando?

Las miradas de Indigo y Fran se cruzaron de nuevo, y esta vez la advertencia de la muchacha se vio reforzada por un rapido gesto negativo de su mano.

—Constan —siguio—. No es mi intencion parecer arrogante, pero poseo una mejor idea de que es aquello a lo que nos enfrentamos. Conozco la naturaleza de nuestro adversario, y creo, creo, que tambien conozco la forma en que podemos vencerlo. Lo que voy a decir

puede que te suene a locura; pero he de pedirte que confies en mi.

—Chica, confio en ti, ya sabes que si. —Constan estaba perplejo—. Pero esto..., la verdad es que no comprendo. ?Que puede tener que ver uno de nuestros espectaculos con esta brujeria?

—En potencia, todo. —Indigo le devolvio sin parpadear la intimidatoria mirada—. En nuestros espectaculos nuestra intencion es ofrecer al publico una ilusion, e imponerla sobre la realidad de nuestras vidas. Lo que tengo en mente es hacer todo lo contrario: imponer la realidad sobre un mundo de ilusion.

Profundas inhalaciones procedentes de Fran y Esti le dijeron que ellos la comprendian. Tanto mejor; pero Constan habia fruncido aun mas el entrecejo.

—?Ilusion? —dijo picajoso—. ?Realidad? ?Que clase de rimbombantes tonterias son esas?

—No son ninguna tonteria, Constan —replico Indigo, sacudiendo la cabeza con suavidad—. Al menos, le rezo a la Diosa para que no lo sean. Durante nuestros viajes, Fran y Esti y yo hemos aprendido mucho sobre este mundo. Perdoname, pero hemos aprendido mucho mas que tu, y...

Fran no pudo permanecer en silencio por mas tiempo e interpuso:

—?Es cierto, papa! Lo sabemos: todo en este mundo es una ilusion, no es real...

Constan se revolvio contra el. Se sentia confundido, y la confusion dio origen al miedo, y el miedo por su parte dio paso a la beligerancia.

—?Callate, muchacho! —refunfuno—. ?Que sabes tu de nada? ?Ilusiones, nada menos! ?Nunca he oido nada semejante!

Escocido e insultado por tan arrogante rechazo, Fran abrio la boca para replicar, pero Indigo intervino al instante para impedirselo.

—Constan, comprendo tus sentimientos —dijo. Algo en su voz hizo que tanto Constan como Fran se detuvieran—. Y no voy a intentar explicar lo que quiero decir con palabras. —Vacilo—. Hace unos minutos has dicho que confias en mi. Te pido, pues, que no dudes, y me des al menos la oportunidad de probarte mi teoria.

—?Papa, por favor, escuchala! —lo insto Esti, poniendose en pie de un salto y aferrandose al brazo de Constan—. No tienes nada que perder.

Constan empezo a titubear; pero no se sentia muy dispuesto a capitular.

—No comprendo —dijo en un tono medio agresivo, medio suplicante—. ?No veo de que pueda servir! —Se volvio y senalo el improvisado lecho con una mano—. ?Como puede ayudar a mi Cari? ?Como puede devolverme a mis otros hijos?

—No puedo prometerte nada, Constan —repuso Indigo al tiempo que se humedecia los labios—. Pero creo que si seguimos mi plan, acabaremos con el poder que el demonio ejerce sobre ella... y sobre todos los habitantes de Bruhome. Fran comparte mi creencia, y tambien Esti —les dirigio una rapida mirada y ambos asintieron con energia—. Y te necesitamos junto a nosotros, Constan. Eres el nucleo de la Compania Comica Brabazon; tu papel es vital. ?Tienes que... necesito que... idees una funcion que sea la mas espectacular que Bruhome haya presenciado jamas!

Se hizo el silencio. Constan clavo los ojos en Indigo, en un esfuerzo por comprender, por obtener aunque solo fuera un destello de lo que significaba aquella estrafalaria peticion: pero la comprension estaba fuera de su alcance. Miro a sus dos hijos. Tambien ellos contemplaban a Indigo, pero en lugar de compartir su desconcierto, sus rostros reflejaban una total confianza; y, bruscamente, Constan dejo caer los hombros en senal de derrota.

—De acuerdo. —Se restrego la barbilla con los dedos de una mano—. De acuerdo, chica; no voy a discutir contigo. Con ninguno de vosotros. —Fruncio el rostro por un breve instante y lanzo una dolorida mirada a Fran y a Esti—. Si eso es lo quereis que haga, supongo que no tengo mas remedio que estar de acuerdo. De lo contrario lo hareis sin mi, ?no es asi? —Vio la confirmacion a sus palabras en los ojos de los dos jovenes—. Si, ya lo pense. Y la Madre de la Cosecha sabe que barbaridades podriais cometer. Muy bien, me sobrepasais en numero, de modo que me rindo. ?Pero que me maten si no creo que os habeis vuelto completamente locos!

Indigo lanzo un suspiro de alivio. La capitulacion de Constan era forzada, su avenencia precaria; pero ella habia obtenido su promesa de cooperar y de momento eso era suficiente.

—Gracias —dijo con entusiasmo, y Esti coincidio con ella, inclinandose hacia adelante para besar a su padre en la mejilla. Fran no dijo nada, se sentia todavia algo resentido por la bronca recibida de Constan, pero a reganadientes asintio con la cabeza.

—Muy bien, pues. —Constan cruzo los brazos sobre el pecho y miro testarudo a cada uno de ellos por turno —. Nadie puede decir que Constan Brabazon hace las cosas a medias. —Su mirada se poso ahora sobre Indigo—. ?Que clase de funcion quieres?

—La mejor que hayamos hecho jamas —repuso Indigo al momento.

—?Con solo nosotros cuatro para representarla? Eso es pedir mucho. ?Y como, si se me permite preguntarlo, se supone que regresaremos a las carretas para recoger nuestros accesorios y vestuario, con esas... —indico con un gesto la plaza que se veia por la ventana—... con esas cosas ahi fuera?

—No los necesitaremos. Todo lo que precisaremos esta aqui dentro de esta habitacion con nosotros. Incluidos tantos actores como queramos.

La expresion de Constan se altero y farfullo:

?Que? Mira, muchacha...

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