—Lo se. Pero empieza a correr un nuevo rumor; lo acabo de oir de labios del dueno de la posada del Tonel de Manzanas. Al parecer la gente habla de una especie de bosque que ha aparecido alli donde antes no habia ninguno.

—?Eh?

Constan meneo la cabeza.

—No me preguntes que pasa. Todo lo que oi fue un galimatias sobre bosques negros y

arboles que se mueven. Parece como si alguien hubiera bebido mas de la cuenta y hubiera empezado a ver visiones, pero la historia se extiende como el fuego sobre la paja. Para no disgustar a esta buena gente, dejaremos ese numero.

Fran dijo algo que provoco que Cari lo mirara con profunda desaprobacion.

—Muy bien. ?Pero que podemos poner en su lugar?

—Veremos como va la funcion, y lo discutiremos durante el descanso —respondio su padre—. Tal y como estan las cosas puede que lo mejor sea hacer que nuestra actuacion resulte mas corta de lo normal.

Piedad, que habia sacado la roja cabeza por un extremo de la particion, dijo:

—Vamos, nos esperan.

Y Constan hizo un gesto a Fran para que empezaran.

—Vamos, muchacho. No debemos hacer esperar al publico.

Lanz tomo un tambor de cuero y, oculto todavia detras de las bambalinas, empezo a tocar una melodia rapida y solemne. Esti se le unio con la pandereta mientras Fran y Cari se preparaban con sus caramillos: Constan hizo un gesto con la cabeza y todos juntos atacaron una alegre tonada, y las cuatro Brabazon mas pequenas, con Piedad a la cabeza, salieron de detras de las bambalinas en fila de a una y ascendieron los desvencijados peldanos que conducian a la plataforma.

Se produjo una oleada de fervientes aplausos, e Indigo vio como una debil sonrisa cruzaba el rostro de Constan. Sabia lo acertado de iniciar su actuacion con un numero del pequeno cuarteto. Piedad, que aun no habia perdido por completo el ceceo de la infancia, resultaba perfecta para el papel principal: la vision de aquella atractiva criatura con sus pecas y sus brillantes rizos era seguro que conmoveria los corazones del publico y los colocaria en una atmosfera receptiva.

La comitiva se detuvo en el centro del escenario, entonces Gentileza, Moderacion y Responsabilidad se colocaron formando una linea, de modo que Piedad quedo sola delante de ellas. La luz de las antorchas sujetas a largos postes que iluminaban la plataforma hacia que sus cabellos relucieran como una moneda de oro recien acunada, y de un grupo de mujeres de edad que se habian reunido en una seccion del publico surgio un suave y afectuoso suspiro. La musica se detuvo con un sonoro redoble, y Piedad levanto ligeramente su falda y dedico una profunda reverencia a la muchedumbre alli reunida.

—Buena gente del lugar, se os saluda —exclamo con voz aguda, con la seguridad de una actriz consumada—, y se os da la bienvenida a esta reunion nocturna. ?Acercaos, dejad a un lado las penas... y unios a nuestra fiesta!

Las otras tres ninas mayores se tomaron de las manos, y las cuatro entonaron a coro:

?Sabemos bailar y sabemos cantar, y estos dones os traemos, con musica y alegria, bromas y juegos, para desearos felicidad y este dia festejar!

Fran, Cari y Lanz atacaron de nuevo la melodia, esta vez en forma de alegre y vibrante tonada. Sobre el escenario, las ninas empezaron a bailar. Las tablas resonaban y crujian de forma alarmante, pero nadie parecia advertirlo; detras del tabique Constan tomo su violin y Val su organillo mientras los demas ocupaban sus puestos empujandose unos a otros, Indigo cogio su arpa —ya no tendria ocasion de terminar de afinarla ahora, pero no importaba; cualquier nota discordante quedaria ahogada en la alegre algarabia sonora general— y de repente la musica de las flautas se vio incrementada, convirtiendose en un torrente al tiempo que Constan conducia al resto de sus actores al escenario.

Esti, Honi y Armonia se unieron de inmediato a la danza, agitando las panderetas al tiempo que giraban y hacian revolotear sus faldas de vivos colores. Dos de sus hermanos se unieron tambien al baile, mientras que los musicos se alineaban detras de los revoloteantes danzarines. Una exclamacion surgio de entre la muchedumbre entonces, cuando Grimya, en el momento exacto, describio un amplio circulo alrededor del escenario y fue a detenerse ante Piedad; en ese momento la exclamacion se troco en aplauso al ver como la loba realizaba una muy buena imitacion de una reverencia ante la nina y ambas empezaban a dar vueltas, como si bailaran juntas.

Desde el fondo del escenario, Indigo sonrio ante las cabriolas de su amiga y la reaccion del publico. La energia de la musica y la excitacion de estar de nuevo sobre las tablas estaban disipando los tristes pensamientos de la noche anterior, y a pesar de los problemas que afectaban Bruhome, el publico parecia bien dispuesto a dejar de lado sus problemas y disfrutar del espectaculo.

La danza termino bajo unos aplausos entusiastas, y mientras las mas pequenas marchaban corriendo, con Piedad saludando con la mano y lanzando desvergonzados besos, los mayores corrieron a disponer la escena para la representacion de un solo acto que seguia a continuacion. Constan, muy prudente, se habia decidido por «La Dama y su Indiscrecion», un melodrama comico que permitia la sobreactuacion y gran abundancia de insinuaciones y chistes salaces, Indigo no tenia ningun papel en la obra, y por lo tanto se retiro detras de las bambalinas para controlar a las pequenas y escuchar la marcha de la representacion, que era coreada por grandes carcajadas por parte de los espectadores. Esti, que poseia un gran talento comico natural, resultaba perfecta como la Dama del titulo, mientras que Constan como su cornudo esposo y Val y Lanz en los papeles de sus dos candidatos a pretendientes en constante disputa la acompanaban con entusiasmo. Se escucharon vitores y aplausos cuando hicieron su ultima reverencia; senal inequivoca de que el talento de la compania de comicos, junto con el vino y la cerveza que ahora circulaba ya libremente por la plaza, estaban obrando su propio y particular efecto sobre la gente.

Tras la obra vino un popurri de canciones, seguido por la Danza del Boyero, y por ultimo por mas canciones, esta vez melodias populares que se animo a la concurrencia a corear, antes de un descanso de media hora para que los actores se recuperaran. Durante esta pausa, Indigo —fortalecida por un pastel cosechero bien picante y una jarra de cerveza— se unio a Esti y a Val para pasear por la atestada plaza y contemplar los adornos florales, lios aromas de la comida y la bebida se mezclaban con los olores mas basicos de la naturaleza humana y el hedor de la brea de las llameantes antorchas; mientras estudiaba rostros y captaba fragmentos de conversaciones, Indigo detecto muy pocas senales de las preocupaciones que acosaban Bruhome. La gente charlaba sobre cuestiones mundanas: el clima, el ultimo escandalo domestico, los defectos de este nuevo aprendiz o del dueno de la taberna. Solo en una o dos ocasiones se interpuso una nota amarga: las palabras «bosque siniestro» cuando una voz se destaco por un instante por encima del barullo general; otra voz, trastornada, diciendo: «tres mas se han visto afectados desde esta manana, segun he oido»; una conversacion susurrada, inaudible pero claramente apremiante entre dos mujeres cuyos rostros estaban crispados por el dolor, Indigo no sabia si sus companeros eran conscientes del tenue hilo de inquietud que se iba extendiendo por la atmosfera, y se guardo muy bien de llamarles la atencion sobre ello. Constan, con su conocimiento mas profundo de la ciudad y de sus principales ciudadanos, averiguaria que mas habia que saber cuando llegara el momento. Hasta entonces, penso, lo mejor era olvidar aquella corriente oculta y concentrarse en los aspectos mas alegres de la noche.

Terminado el descanso, empezo lo que Val denomino con gran pesar el autentico trabajo duro de la noche. La segunda parte del espectaculo de la Compania Comica Brabazon consistia casi por completo en musica y danza: llegado este momento, se suponia, el publico estaria demasiado excitado, o demasiado bebido (o ambas cosas) para querer que se pusieran a prueba sus poderes de concentracion en obras de teatro y poesias. Todo lo que deseaban era corear a grandes gritos las sencillas y viejas canciones que todo el mundo conocia, y —con un poco de estimulo por parte de los Brabazon— tomar parte en los numeros de danza finales.

Las manos de Indigo estaban doloridas de tanto pulsar las cuerdas del arpa; junto a ella Val se encorvaba sobre su organillo, los dedos se movian a toda velocidad mientras giraba la rueda de madera, mientras que el violin de Constan y el caramillo de Fran desarrollaban una rapida y compleja melodia por entre el retumbante fragor de fondo. Las muchachas habian saltado de la plataforma e invitaban a los hombres del publico a formar pareja con ellas; los muchachos, imitandolas, se acercaron a un grupo de mujeres que reian entre ellas y les dedicaron sendas reverencias, extendiendo las manos. Cuando la desconfianza y la timidez se disiparon, y mas y mas personas empezaron a unirse al baile, Indigo dirigio una rapida mirada de soslayo en direccion a Constan y vio como la rapida

Вы читаете Nocturno
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату