descubierto, mostrando la carne hundida y descolorida en algunas partes. Colonias de hongos empezaban a cubrir la piel apergaminada. A Indigo le parecio vislumbrar el brillo del hueso en las puntas de los dedos.
—?Que la Madre me ciegue...!
Dio un paso atras aunque incapaz de apartar la horrorizada mirada, y sintio que se le revolvia el estomago por la conmocion que le provocaba lo que veia mas el hedor dulzon y mareante procedente de la tumba mezclado de forma horrible con los aromas del bosque, de pino y de la tierra humeda. Veness y uno de los lenadores la sujetaron por el brazo cuando se tambaleo y la apartaron de alli. El lenador empezo a reprenderla pero una severa palabra de Veness lo hizo callar; por fin Indigo recupero el equilibrio y el aliento.
—?Ohhh...! —Aparto las manos que la sujetaban—. No. Estoy bien, estoy bien.
—Sientate. —Veness la condujo hasta un tronco cortado situado a una distancia respetable de la tumba—. Te sentiras mejor dentro de un momento; nos afecto a todos de la misma forma. —Dirigio una rapida mirada a Kinter que se habia dado la vuelta y los contemplaba con rostro tenso y mirada atormentada—. Apoya la cabeza sobre las rodillas si eso te ayuda.
Indigo sacudio la cabeza. La conmocion empezaba a desaparecer y el contenido de su estomago parecia haber vuelto a su lugar. Habia visto cosas peores, recordo. Habia sido tan solo lo imprevisto del espectaculo...
—La encontraron ayer al anochecer —explico Veness sombrio—. Recogian lena, formando la pila. Alguien tropezo con lo que creyo era una raiz, y vio... —Meneo la cabeza con una mezcla de tristeza, disgusto y rabia—. Quienquiera que lo haya hecho..., quienquiera que la haya matado... ni siquiera tuvo la decencia de enterrarla como es debido.
Indigo levanto la cabeza.
—?Mato? —Resultaba logico, claro (si no ?como habia aparecido enterrada?), pero sencillamente no se le habia ocurrido antes.
—Oh, si —repuso Veness—. La estrangularon y le quebraron el cuello. —Hizo una pausa—. Kinter la examino. No se de donde saco valor; le estare agradecido eternamente. Yo no podia hacerlo. En cuanto la vi, y me di cuenta, no pude.
Indigo miro a Kinter. Su rostro era una mascara, su piel estaba desprovista de todo color. Por su aspecto parecia que fuera a tener pesadillas el resto de su vida.
Entonces su cerebro registro lo que Veness habia dicho, y se volvio de nuevo hacia el.
—?Te diste cuenta? —pregunto en voz baja—. ?Te diste cuenta de...?
El rostro de Veness adopto una expresion aun mas tensa.
—Me di cuenta de quien es —replico, y las comisuras de sus labios se retorcieron con un espasmo—. No fue dificil identificarla. Sus ojos nos lo dijeron..., lo que queda de ellos. —Cerro los suyos un instante como si quisiera borrar el recuerdo—. Y la alianza. Es Moia.
CAPITULO 13
Indigo sintio como si un puno invisible se hubiera estrellado contra su estomago.
—?Oh, Madre poderosa...! —Un sudor helado empezo a correr por el rostro y cuerpo de Indigo. De repente la realidad del horrible descubrimiento encajo con su propia mision, que volvio a ella cual un segundo punetazo.
—?Veness!
El se habia alejado, pero volvio la cabeza brusca y rapidamente al percibir la tremenda urgencia de su llamada, Indigo aspiro con fuerza en un intento por controlar su voz.
—Veness, hay mas. Y no puede esperar, ni siquiera por esto.
Kinter, a unos pasos de distancia, escucho lo que decia y alzo la cabeza. Veness inquino angustiado:
—?Que es?
Se lo conto; y mientras sus palabras iban haciendo su efecto, el poco color que aun quedaba en el rostro de Veness desaparecio por completo. Cuando hubo terminado de hablar, el joven dio media vuelta.
—?Kinter!
Kinter se acerco a ellos, y en pocas palabras Veness le repitio lo que Indigo habia dicho.
Kinter se puso palido.
—?Diosa! No..., no tambien esto; no ahora... —Cerro con fuerza los ojos.
—Escucha. —Veness le coloco una mano sobre el hombro—. Tenemos que regresar a la granja, y rapido. ?Puedes hacerlo?
—Si —asintio rapidamente Kinter, tragando saliva—. Si... ya estoy mucho mejor ahora. Pero, Veness, ?que hay de Gordo?
—?Gordo?
Kinter indico con la cabeza en direccion a la tumba, conteniendo un escalofrio al hacerlo.
—Si el..., si es lo que sospechamos... —Se detuvo, volvio a tragar saliva—. Hay que encontrarlo antes de que el conde averigue la verdad sobre Moia.
Veness lanzo una imprecacion en voz baja.
—Tienes razon. —Una vacilacion momentanea, un breve destello de duda, luego su rostro se endurecio—. Muy bien. Solo hay un hombre que apostaria sabe donde esta Gordo, y es su padre. Uno de nosotros tendra que ir a casa de Olyn, y avisarle. —Sus ojos se volvieron frios como el hielo—. Aunque me maten si no empiezo a estar de acuerdo con Reif. Si Olyn ha tenido algo que ver en esto...
—No tenemos ninguna prueba de que Olyn supiera nada, Veness. Y no podemos hacerlo responsable de lo que Gordo pueda haber hecho.
—No..., no: eso es cierto.
—Sera mejor que vayas tu a verlo —dijo Kinter—. A mi no me diferencia de un weyer; no me escucharia. Pero si hay alguien de nuestra familia en quien aun confia, ese eres tu.
Veness le dio la razon aunque de mala gana.
—Entonces Indigo
—Comprendo. —Kinter se dio la vuelta y corrio en direccion al caballo de Indigo. Mientras se alejaba, Indigo lo llamo de improviso llevada por un impulso.
—?Kinter!
El se detuvo y volvio la cabeza. —Mi ballesta. Esta en mi habitacion en caso de que la necesites...
Kinter vacilo un instante, luego alzo una mano. —?Esperemos que no sea necesario!
La troika, conducida por Veness, salio a toda velocidad del campamento y se alejo siguiendo el linde del bosque. Mientras los caballos adoptaban su acostumbrado trote rapido, Indigo volvio la cabeza para protegerla del azote del viento y grito por encima del ruido de los patines:
—?Que quiso decir Kinter al hablar de Gordo?
El rostro de Veness se endurecio aun mas y al principio creyo que no iba a contestarle. Pero al cabo de un momento, le respondio tambien a gritos:
—Pensamos que Gordo mato a Moia.
—?Gordo la mato? ?Pero si eran amantes!
Veness transfirio las riendas a una mano, y con la otra busco en un bolsillo del abrigo. Saco algo y se lo tendio, Indigo lo tomo y lo examino con interes; era una cadena de oro, con un pequeno medallon colgando de uno de los eslabones. Dibujada en el medallon se veia la imagen de un caballo inmovil.
Miro a Veness sin comprender.
—?No entiendo!
—Es el emblema de los Bray. Todas las ramas de nuestra familia tienen un caballo como simbolo, y cada rama de la familia lo representa en una postura diferente. El caballo encabritado es nuestro totem. El caballo inmovil, el de Olyn.