planeada, con tormentas o sin ellas.
Sus ojos se volvieron otra vez hacia
—?Has dicho antes de que anochezca?
—Eso crrre...o.
Indigo intento recordar el mapa, que habia estudiado algun tiempo en el campamento anterior durante lo peor de la ventisca. Si no recordaba mal, el lago situado junto al bosque era uno de los tres que alimentaba un rio subterraneo y, justo un poco mas alla del tercero, existia una granja de considerable tamano. Si consiguieran encontrar el camino de regreso a los lagos, seguramente seria posible que consiguieran llegar a aquella granja antes de que la tormenta se les viniera encima.
Transmitio sus reflexiones a
—Depende de lo rapido que podamos encontrar el lago —dijo—. Puede que haya nieve tan abundan...te que el caballo no pu... pueda seguir. Pero yo puedo ir delante y lo... localizar cualquier peligro que nos ace...che.
Indigo volvio a mirar en direccion al sol. Tenian tres horas —quiza cuatro, pero era mejor mostrarse pesimista— antes de que oscureciera. La precision de los finisimos sentidos de
—Si —dijo a
Un nuevo soplo de aire helado le azoto el rostro mientras la loba se alejaba saltando sobre la nieve, lejos de los arboles. La muchacha hizo girar la cabeza del caballo y lo condujo con mucho cuidado en la direccion que habia tomado
El trayecto se convirtio en un avance lento y tambaleante que en varias ocasiones estuvo a punto de lanzar a Indigo e su silla cuando socavones que habian soportado el peso mas ligero de
—?In...digo! ?He encontrado el lago!
El caballo se asusto y estuvo a punto de perder el equilibrio cuando la loba dio un salto a su lado, pero
—?Por aqui! —exclamo—. ?No hay agujeros profundos... Vamos!
Indigo acorto las riendas y espoleo al caballo hacia adelante una vez mas. Y de repente lo vio, el revelador brillo liso del hielo alli donde el viento habia barrido las capas de nieve que lo cubrian.
—Escarbe para averiguar donde empezaba el hielo —le conto
Se pusieron en marcha por el hielo.
Cuando llegaron al final del lago, los primeros copos empezaban a caer describiendo espirales, Indigo detuvo al caballo y espero mientras
La nieve espesaba, atrayendo su mirada de tal forma que le parecia contemplar un vortice. De momento caia con bastante suavidad, pero sabia que aquello no duraria mucho y espoleo los ijares del caballo con los talones, obligandolo a emprender de mala gana un arriesgado trote.
La loba le lanzo una rapida e inquieta mirada.
Y entonces, tambien Indigo lo oyo. El sonido de algo que se acercaba rapidamente, con un tronar sordo. Y — le resulto dificil dar credito a sus oidos, pero no podia pensar en otra cosa— tintineo de campanillas.
Una violenta rafaga de nieve la obligo a volver la cabeza a un lado. Cuando hubo pasado y pudo mirar otra vez, vio una mancha en movimiento sobre el terreno blanco que se empinaba desde el lago. Y de repente otro sonido se mezclo con el ruido de algo que se arrastraba y las campanillas: una ronca pero inconfundible risa humana.
La troika surgio entre la nieve como una aparicion. Los tres caballos robustos y peludos iban sujetos uno detras del otro; el elevado morro del trineo se alzaba detras de ellos.
—?Soooo! ?Deteneos, estupidos bastardos!
Nuevas risas surgieron de la troika mientras esta se detenia.
El caballo de Indigo lanzo un largo y estremecido relincho que podria haber sido un saludo o un desafio; el caballo guia del trineo respondio con otro relincho y golpeo los cascos contra el suelo levantando una nube de nieve. Los cuatro hombres cubiertos de pieles que se amontonaban en la troika la miraron con incredulidad desde los cien metros que los separaban de ella, Indigo, en un repentino impulso premonitorio, se llevo la mano a la espalda para coger su ballesta. Luego se detuvo. Los hombres le sonreian, pero la potente nevada le enturbiaba la vista y le resultaba imposible interpretar sus sonrisas.
Estallo entonces una voz:
—Me parece imposible de creer. ?Aqui, en medio de ninguna parte, y totalmente sola!
Sus palabras surgieron con cierta dificultad. Alguien lanzo un grito de jubilo que se convirtio en hipo.
—A lo mejor es un weyer.
—?No! Ningun weyer viene a esconderse por aqui. Ademas, por lo que se ve esta en plena posesion de sus facultades. —La sonrisa se convirtio en una expresion lasciva y rapaz—, ?Todas!