Grimya, leyendo sus pensamientos y su perplejidad, inquirio en silencio:

«?Si eso creen, Indigo, no podria ser cierto?»

?Podria serlo? ?Resultaria ser la puerta entre ambos mundos algo tan sencillo y accesible como queria dar a entender Shalune? Escogiendo las palabras con gran cuidado, Indigo pregunto en voz alta:

—?Quieres decir que la candidata... realmente se presenta ante la mismisima Dama Ancestral? ?Que la ve cara a cara, tal y como estamos tu y yo ahora?

—Desde luego. —La profunda ignorancia de Indigo desconcerto en cierta medida a Shalune—. El Pozo apenas si se utiliza, claro. Es por eso que la Dama Ancestral nos concedio un oraculo hace mucho tiempo: para darnos a conocer sus deseos sin tener que llamarnos a su presencia cada vez. Pero, en los asuntos de gran importancia, debemos presentarnos directamente ante ella.

—?Y a Yima se la enviara a traves del Pozo para... ser presentada a ella?

—Si. Eso es lo que Uluye cree que significan tus palabras, Indigo. La Dama Ancestral ha decretado que el momento para la prueba de Yima ha llegado.

Indigo volvio a percibir una nota sombria en la voz de la mujer.

—Parece como si tuvieras... —vacilo, pero entonces decidio que nada tenia que perder siendo franca—, la palabra que me viene a la mente es «dudas». ?No estas de acuerdo con Uluye?

Shalune estudio el rostro de la muchacha, como si no estuviera muy segura de como responder y buscara alguna senal que pudiera guiarla. Luego, pasados unos instantes, sonrio con cierta rigidez. —Me malinterpretas, Indigo. Claro que estoy de acuerdo con ella.

«No dice la verdad. Lo veo en sus ojos», dijo Grimya. Indigo tambien lo veia pero, antes de decidir si pedia una aclaracion a Shalune, la gruesa mujer volvio a hablar. — Naturalmente, me preocupa Yima; todavia es muy joven, y es una gran responsabilidad para colocarla sobre sus espaldas a una edad tan temprana. Pero hay que tener en cuenta que la misma Uluye paso por estas mismas pruebas cuando tenia su edad, de modo que es consciente de lo que se le pedira a Yima y sabe mejor que ninguna de nosotras si esta preparada para enfrentarse a ello.

Seguia existiendo algo extrano en su voz, y la conviccion de Indigo de que

Shalune le ocultaba la verdad —o al menos parte de ella— se reforzo. Tanteando con suavidad, inquirio:

—?Has estado alguna vez ahi, Shalune? ?En el reino de la Dama Ancestral?

—?Oh, no! —La mujer sacudio la cabeza con energia—. Solo nuestra futura Suma Sacerdotisa y sus valedoras efectuan el viaje a traves del Pozo. De hecho, las dos valedoras de Uluye murieron ya, de modo que ella es la unica persona viva que ha visto el rostro de la Dama Ancestral. —?La candidata va acompanada por valedoras? —Si. Tienen que ir dos personas con ella y presentarla ceremoniosamente.

Shalune hizo una pausa. Habia conseguido, con gran alivio por su parte, desviar las sospechas de Indigo sobre sus propias dudas —aquel breve lapso habia sido un desliz estupido, se dijo con severidad—, pero Indigo habia sacado a colacion otro tema, que Shalune esperaba abordar con mas suavidad y mas adelante. No obstante, ahora que la puerta estaba abierta, quiza deberia acabar con el.

—Hay algo —dijo, juntando las puntas de los dedos y clavando la vista en ellas— que deberias saber ahora, Indigo. Sobre las valedoras de la candidata.

Los ojos de la muchacha se entrecerraron ligeramente al percibir la repentina tension en la voz de la sacerdotisa.

—?Que es? —pregunto.

Shalune se mordisqueo el labio inferior, mostrando a las claras que no le satisfacia nada todo aquello.

—Como dije, dos personas deben acompanar a Yima en su viaje. Una la escogera Uluye. La otra, por tradicion..., es el oraculo.

Se produjo un silencio. Shalune, sin valor para mirar a Indigo a los ojos, continuo con la mirada fija en sus manos. Sin embargo, la tormenta que preveia no se desato. Esperaba que Indigo se mostrara escandalizada, asustada, que protestara furiosa; pero el silencio continuo reinando, y, cuando se atrevio a levantar los ojos, vio que Indigo seguia contemplandola con expresion firme y pensativa.

—Asi pues —dijo al cabo Indigo con voz pausada—, se me enviara junto con Yima al reino de la Dama Ancestral.

Shalune asintio.

—?Cuando?

—Dentro de unos dias. —Shalune removio los pies, incomoda—. Por lo general, una candidata no se enfrentaria a la prueba tan joven. Yima solo tiene dieciseis anos, y deberian haber transcurrido al menos otros dos anos. Pero, cuando hablaste..., cuando Uluye oyo lo que decias...

—Lo interpreto como una senal por parte de la Dama Ancestral de que habia llegado el momento.

—Y tu estas de acuerdo con ella.

—Si. —El rostro de Shalune se convirtio en una mascara inescrutable—. Tal y como ya he dicho, estoy de acuerdo con ella. Se produjo otra larga pausa, hasta que Indigo pregunto, en voz muy tranquila: —?Que se espera que yo haga?

—?No tienes ninguna objecion? —Shalune parpadeo sorprendida.

—No. ?Debiera tenerlas? Me dices que por tradicion es una de las funciones del oraculo, y no parece que nadie tenga la menor duda de que yo soy el oraculo. ?Por que tendria que objetar?

Como era logico, Shalune no podia responder a esa pregunta, pero se sentia desconcertada por la tranquila aceptacion de Indigo. Ver a la Dama Ancestral era un raro honor, que se concedia a pocos seres vivos, y anteriores oraculos habian considerado un gran privilegio poder realizar el viaje de ida y vuelta a traves del Pozo. Pero Indigo no veneraba a la Dama Ancestral como habian hecho las demas. Era alguien de fuera, ni siquiera un habitante de la Isla Tenebrosa; no se la habia criado ni educado en las costumbres del lugar. En cierta forma, sin saber exactamente porque, Shalune habia esperado que protestada.

—?Miedo? —La expresion de Indigo se volvio introvertida de improviso, y una sombra parecio formarse detras de sus ojos. Guardo silencio por unos momentos, antes de responder con voz tranquila—: Si, tengo miedo. Pero puede que no por los motivos que tu supones.

Y, en secreto, cerrando la mente incluso para Grimya, Indigo anadio para si: «Pero tengo que vencer mi miedo; debe quedar relegado a un segundo puesto. Lo quiera o no, tengo que enfrentarme a esto... y jamas sone que encontraria una forma de llegar hasta este demonio con tanta facilidad...».

Uluye anuncio la fecha de la ceremonia de iniciacion de Yima en una asamblea multitudinaria de las sacerdotisas celebrada junto al lago aquella misma tarde. La noticia se recibio con gran sorpresa, pero tambien con aprobacion. Yima se vio abrazada, besada, mimada y felicitada, mientras su madre contemplaba con el austero orgullo del vencedor como se le daba la razon.

Cuando la excitacion inicial empezo a apaciguarse un poco, Uluye pidio silencio, y todos los ojos se volvieron de nuevo hacia ella. Tenia, dijo, otro anuncio que realizar antes del inicio de los diez dias de preparativos para la gran ocasion, y este era la eleccion de las valedoras de Yima. Una, desde luego, seria el oraculo, tal como era la costumbre, y ella —en este punto Uluye lanzo una rapida mirada de reojo a Indigo, que permanecia sentada en su trono como una observadora pasiva— estaba lista y ansiosa por desempenar su papel intercediendo ante la Dama Ancestral, Indigo inclino la cabeza, su expresion inescrutable. Uluye fruncio ligeramente el entrecejo y desvio la mirada. La segunda valedora, continuo, era una cuestion para la que habia rezado en busca de orientacion y tambien utilizado todos sus conocimientos de adivinacion, y en estos momentos se sentia segura de haber efectuado la mejor y, de hecho, unica

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eleccion posible.

—Para conducir a mi hija en su viaje al otro mundo, y para hablar en su favor ante la presencia de la Dama Ancestral que todo lo ve —anuncio Uluye—, escojo a mi hermana en espiritu y estimada amiga, Shalune.

Por pura casualidad, Grimya habia encontrado un lugar entre las alli reunidas que no estaba ni a dos pasos de distancia de Shalune, y por ese motivo la loba percibio con total claridad la mezcla de reacciones que parpadearon en la mente de la gruesa mujer antes de que esta pudiera controlar sus emociones. Sorprendentemente, Shalune se sentia aliviada y horrorizada en igual medida; ambas cosas, en opinion de la loba, emociones inexplicables en estas circunstancias. Despenada su curiosidad, el animal intento penetrar mas profundamente en los pensamientos de Shalune, pero su agudeza telepatica no pudo avanzar mas, y por otra parte, Shalune se habia recuperado ya de su confusion, y la emocion quedo sepultada mientras recibia las felicitaciones de

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