las demas sacerdotisas.
Viendose en peligro de ser pisoteada por las mujeres que se amontonaban a su alrededor,
Pero la loba no tuvo tiempo de seguir adelante con sus meditaciones, pues Uluye se disponia ahora a conducir a las mujeres alli reunidas en un cantico ritual de celebracion, y, en medio del conjunto de voces y del revuelo de cuerpos que se balanceaban y pies que golpeaban contra el suelo, el unico pensamiento de
Se encontraba cerca del pie de las escaleras, donde tenia intencion de esperar hasta que condujeran la litera de Indigo de regreso a sus aposentos, cuando una figura oscura cruzo ante ella.
—?Pero he de saberlo!
No habian advertido la presencia de
Yima emitio un sonido que tanto habria podido ser un jadeo como un sollozo.
—?Oh, gracias!
—
—?Pero que pasara con Tiam? ?Que debo hacer?
—Dejame a mi a Tiam. Yo se lo dire. Sera mejor que lo haga yo, no tu, y tambien mas facil.
—?Cuando lo veras?
—Tan pronto como pueda. Manana por la manana temprano, quiza; siempre puedo encontrar un buen motivo para ir al bosque. Ahora... —hizo girar a Yima— ... estoy cansada y quiero dormir. Regresa con tu madre y representa tu papel. Cuando haya encontrado a Tiam y hablado con el, no te preocupes que te lo dire.
Yima se alejo, y Shalune se encamino a la escalera, dejando a
La loba volvio la cabeza por encima del lomo para mirar el circulo de gente iluminado por la luz de las antorchas. Uluye seguia dando audiencia, y pasaria aun un buen rato antes de que volvieran a subir la litera farallon arriba y pudiera hablar con Indigo en privado. Decidio regresar a la cueva y esperar; y tambien queria vigilar el nivel en el que Shalune tenia sus aposentos. No creia que la sacerdotisa abandonara la ciudadela esta noche, pero no estaria de mas estar alerta. Cuando fuera a reunirse con ese Tiam, quienquiera que fuese, tenia intencion de seguirla e intentar descifrar el misterio de una vez por todas.
CAPITULO 12
Con la salida del sol a la manana siguiente, los preparativos para la iniciacion de Yima empezaron en serio. Indigo esperaba encontrarse con un ambiente de celebracion y nerviosismo en la ciudadela, una extension y continuacion del estado de animo generado por el anuncio de Uluye, pero sus esperanzas no se cumplieron. En su lugar, la atmosfera predominante entre las sacerdotisas era de tension extrema; habia expectacion, desde luego, pero fuertemente dominada por una poderosa sensacion de opresion y un muy arraigado temor. Parecia como si las mujeres consideraran la iniciacion, no solo como una prueba para Yima, sino tambien, a traves de ella, como una prueba de la reputacion de todo el culto a los ojos de la Dama Ancestral. Si Yima fracasaba, la senora se enojaria y todos sus sirvientes padecerian las consecuencias de su colera. Era una responsabilidad terrible para depositarla en un par de hombros jovenes y sin experiencia, y, a medida que empezaba a darse cuenta y a comprender los riesgos que correria Yima, Indigo se veia atormentada por una conciencia culpable, pues sabia que ella misma era en gran parte responsable de la prueba a que tendria que someterse la muchacha.
Se trataba de un simple pero devastador malentendido. Cuando el oraculo fue poseido y ella habia dicho: «Ven a mi», Uluye habia interpretado el mensaje como una llamada a su hija y se sentia avidamente ansiosa por obedecer. Pero Uluye estaba equivocada. La criatura que habia mirado al mundo a traves de los ojos de Indigo y hablado con la voz de Indigo aquella manana no queria a Yima: queria a Indigo. La orden no habia sido una llamada, sino un desafio, un reto para que recogiera el guante y se preparara para un enfrentamiento. Pero Uluye habia intervenido e impuesto su propia interpretacion de la declaracion del oraculo y, como resultado, Yima iba a atravesarse en el camino de algo potencialmente letal.
Deberia haber intentado explicarlo, se decia Indigo. Incluso aunque Uluye no aceptara su explicacion —y esta era una conclusion inevitable—, quiza podria existir alguna minima posibilidad de persuadir a Shalune de que habia malinterpretado el mensaje de la Dama Ancestral. Pero la unica forma en que Indigo podia esperar hacerlo era contando a Shalune la verdad,
Ademas, como admitio para si en un momento de franca lucidez, hacer cualquier cosa que pudiera retrasar o impedir la iniciacion iria directamente en contra de sus intereses. Se le habia concedido la providencial oportunidad de ir a buscar al demonio en su propio territorio —en realidad, daba la impresion de que era el demonio quien habia ido activamente en
La tarea resulto menos sencilla de lo que habia previsto. Para empezar, Yima pasaba ahora la mayor parte de