las horas diurnas y una buena parte de la noche encerrada a solas con su madre, mientras Uluye la instruia intensivamente para la iniciacion. No habia habido mas visitas secretas al bosque, y parecia que Shalune tambien habia estado demasiado ocupada para cumplir la promesa de encontrarse con Tiam. La identidad de la tercera conspiradora, la «ella» mencionada en la breve conversacion subrepticia que Grimya habia escuchado por casualidad, seguia siendo un misterio y, aunque escuchaba muchos fragmentos de conversaciones por todas partes de la ciudadela, la loba no habia averiguado nada que pudiera darle mas informacion. El unico tema de conversacion de las sacerdotisas era la futura ceremonia, y el tono de voz apagado y temeroso en el que se discutia dejaba a Grimya «Con una desagradable sensacion en la boca del estomago. Entonces, tres noches despues de la proclama, Shalune se escabullo fuera de la ciudadela.
Grimya estaba tumbada en el saliente frente a la entra da de la cueva que compartia con Indigo. La noche era extraordinariamente calurosa y opresiva, incluso para la Isla Tenebrosa, Indigo estaba en cama, pero Grimya no conseguia dormirse y se habia trasladado al saliente con la esperanza de que el aire del exterior fuera un grado o dos mas fresco que la insoportable atmosfera del interior de la cueva.
Al vislumbrar la borrosa figura que se alejaba rapida y furtivamente de la base del farallon bajo la debil luz de la luna menguante, la loba se incorporo de un salto, alerta y curiosa. Luego, cuando la figura se recorto con claridad en el lago, Grimya reconocio en ella a Shalune.
La loba clavo la mirada en la oscuridad. La gruesa sacerdotisa se dirigia al bosque, evidentemente con prisas, y evidentemente tambien temerosa de que la descubrieran, pues no dejaba de mirar por encima del hombro una y otra vez como temiendo que alguien le diera el alto. Avanzando con el estomago pegado casi al suelo, Grimya recorrio el saliente hasta llegar a la escalera, alli se detuvo y miro con atencion para fijar la posicion y direccion de Shalune en su cerebro. Si, parecia dirigirse al mismo sitio en el que Yima habia celebrado su cita. Silenciosa como una sombra, la loba empezo a descender la escalera para ir tras ella.
De no haber sido por la pura casualidad de una tosesilla ahogada, Grimya quiza, no habria encontrado el claro. La cautela de Shalune y sus constantes miradas atras obligaron a la loba a esperar hasta que su presa hubo entrado en el bosque antes de atreverse a cruzar la desnuda plaza, y, cuando llego al linde de los arboles, Shalune habia desaparecido.
Durante algunos minutos Grimya permanecio inmovil, escuchando los susurros de los sonidos nocturnos y olfateando el aire con el hocico en busca de algun rastro del olor de Shalune. Por desgracia, los poderosos olores del mismo bosque —tierra humeda, arboles apinados y vegetacion putrefacta— ocultaban cualquier resto de olor que pudiera haber quedado, y la loba acabo por comprender que tendria que confiar en otros medios. Empezo a rastrear, buscando alguna senal fisica de alguien que se moviera por la maleza, y por fin descubrio lo que parecia un sendero recien pisado, aunque las huellas eran debiles y no muy claras.
Este bosque le gustaba a Grimya aun menos de noche de lo que le gustaba durante el dia. A pesar de la agudeza de su vista, los arboles eran frecuentados a la puesta del sol por criaturas cuyos ojos eran aun mas agudos si cabe: cazadores como ella misma, pero nacidos y criados en esta ; region salvaje, lo que les proporcionaba una enorme y peligrosa ventaja. Mientras se aventuraba bajo el dosel de un arbol cuyas ramas se curvaban hacia abajo como si quisieran enterrarse en el suelo, algo se escurrio por una rama por encima de su cabeza. Grimya se encogio lanzando un involuntario grunido, y una voz ronca le respondio desde la rama. Con el corazon latiendole con fuerza, la loba retrocedio a toda prisa y dio un rodeo para evitar el arbol; entonces se dio cuenta de que habia perdido el rastro de Shalune.
Se detuvo y miro a su alrededor. Lo que fuera que la habia amenazado desde las ramas o bien se habia ido o habia perdido todo interes por ella, y el bosque
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permanecia muy tranquilo. Grimya comprobo primero el aire y luego el suelo, pero, al igual que antes, era imposible captar el olor de Shalune y, por encima del incesante murmullo de fondo, no se destacaba ningun sonido que traicionara el paso de alguien avanzando por entre la maleza. ?Enojada consigo misma por haberse dejado dominar por la cobardia, Grimya se pregunto que debia hacer. Seguir adelante hacia el interior del bosque con la esperanza de localizar a Shalune seria una locura. Las posibilidades de dar con ella por pura casualidad eran remotas, y le resultaria muy facil perderse en este territorio desconocido. Tendria que abandonar su plan y regresar a la ciudadela.
En ese momento, no muy lejos de alli, alguien tosio. Grimya giro en redondo, las orejas bien tiesas mientras buscaba el punto del que habia surgido el sonido. Un pajaro chillo asustado, alejandose ruidosamente por entre las ramas mas altas de los arboles, y entonces consiguio localizarlo: a favor del viento, mas al interior del bosque y un poco a la izquierda del sendero que habia estado siguiendo. La loba se agacho y, adoptando el andar furtivo que utilizaba cuando cazaba, empezo a moverse sigilosamente en direccion al origen del sonido. Los localizo a menos de quince metros de distancia. Se encontraban en un pequeno claro: dos figuras borrosas que incluso su aguda vision habria tomado por troncos cortados de arbol, hasta que la mas baja de las dos se movio y la silueta de Shalune se perfilo por unos instantes bajo la moteada luz de la luna que se filtraba por entre las ramas. Cuando se detuvo al borde del claro, oculta apenas por un maloliente matorral, Grimya oyo la voz aguda de la gruesa sacerdotisa y la respuesta de una voz masculina mas profunda: Tiam. De modo que tenia razon: Shalune habia venido a encontrarse con el amante de Yima, y a traerle un mensaje.
Grimya irguio las orejas al frente de nuevo, intentando captar la apremiante conversacion apagada de los dos humanos por entre los sonidos del bosque. Muchas de las palabras que se dijeron se le escaparon, y la voz de Tiam era mas dificil de comprender que la de Shalune, que ya le resultaba familiar, pero lo escucho hacer una pregunta con el nombre «Yima» en ella, y oyo como Shalune respondia:
—No. No, Tiam, eso no puede ser. —La mujer anadio algo mas que Grimya no pudo captar, y luego dijo—: Lo siento, pero debes comprender que eso es imposible ahora.
—?Por favor, Shalune! —suplico Tiam—. Simplemente no puedo... —Pero el repentino chirriar de insectos hizo que el resto resultase incomprensible.
—No quiero arriesgarme —replico Shalune, negando con la cabeza—. Haria cualquier cosa por Yima, pero no eso; no ahora. Es demasiado tarde, Tiam. Tienes que resignarte a...
De nuevo los insectos irrumpieron con su chirriar, ahogando sus palabras. En esta ocasion, ante la intensa frustracion de la loba, el ruidoso coro siguio adelante durante un minuto o dos, y, cuando las criaturas finalmente callaron, Shalune y
Tiam se despedian ya.
Tiam realizo una reverencia ante la sacerdotisa e introdujo algo en sus manos: un regalo o una ofrenda, supuso Grimya, como pago por la ayuda. Luego el muchacho dijo:
—Dile que yo...
—Si, si, se lo dire —interrumpio Shalune con brusquedad—. Lo sabra, tenlo por seguro. Ahora regresa a tu casa. Y recuerda: no teneis que volver a aventuraros jamas por aqui. Nunca, Tiam..., jamas en la vida. Lo comprendes, ?verdad?
—Si —respondio el con voz tensa por la emocion—. Lo ? comprendo.
—Entonces, mis votos por una larga vida. —Adios, Shalune. Nunca..., nunca lo olvidare. —Seria mejor para todos los interesados que lo hicieses, Adios, Tiam.
Shalune se volvio tan deprisa y de una forma tan inesperada en direccion a Grimya que esta no pudo hacer otra cosa que quedarse totalmente inmovil detras del matorral y contemplar, con los ojos muy abiertos, como la rechoncha figura pasaba junto a ella en direccion al linde del bosque. Tambien Tiam se alejaba, aunque en direccion opuesta, y por un momento la loba se sintio tentada de seguirlo hasta su casa con la esperanza de averiguar mas cosas. Pero el impulso se desvanecio rapidamente cuando recordo lo facil que le seria perderse, y a renglon seguido tambien comprendio que seria mucho mejor que regresara a la ciudadela antes que Shalune si no queria arriesgarse a ser vista. Shalune seguramente tomaria el camino mas corto alrededor del lago; Grimya se dijo que, si cortaba en diagonal por entre los arboles hasta la orilla del agua y luego corria a toda velocidad en la otra direccion, podria llegar al farallon la primera. Aguardo hasta estar segura de que Shalune no oiria sus movimientos, y se puso en marcha. Mientras se abria paso a traves de la maleza, Grimya se sentia invadida por la tristeza. Creia comprender ahora por que Shalune y Tiam se habian reunido aqui esta noche, y el saberlo habia intensificado aun mas la compasion que le inspiraba la