chisporrotear, deposito la estrella en el centro del fuego.

De la estrella brotaron llamas azul verdosas, y un perfume dulce y embriagador inundo la habitacion. Niahrin sonrio y cerro su ojo bueno. Con las manos entrecruzadas, empezo a balancearse despacio adelante y atras, y mientras se balanceaba entono una cancion sin palabras, cuya melodia semejaba el sonido del agua al fluir. Esta magia no producia dolor, ni discordancia, ni un sacrificio de energia; lo cierto es que le proporcionaria nuevos animos y la tranquilizaria y prepararia para un profundo descanso. Y en alguna parte, si todo iba bien, alguien tendria un importante sueno esta noche.

—Me drogaste —le reprocho Grimya—. Me diste algo para que durmiera. —Levanto los ojos hacia Niahrin y parpadeo indecisa—. ?Por que lo hiciste? ?No con... fias en mi?

—?Oh, carino! —Niahrin se arrodillo junto al lecho de la loba y acaricio sus flaccidas orejas—. Claro que confio en ti, no hay la menor duda. Pero no queria involucrarte en lo que hacia. No habria sido justo.

—Sabia que al... algo habia sucedido. —Grimya se incorporo con cuidado; le habian quitado el entablillado ahora y podia dar cortos y vacilantes paseos por la habitacion, aunque Niahrin le habia prohibido tajantemente apoyar la pata herida en el suelo—. Lo oli en cuanto desperte, como humo en el aire.

—Ya pense que lo harias. —Niahrin sospechaba que las habilidades de Grimya iban mas alla de la simple capacidad de hablar como los humanos. Callo unos instantes antes de proseguir—: Grimya, he averiguado ciertas cosas que significan que tu y yo debemos cambiar nuestros planes. En lugar de esperar a que tu amiga Indigo venga a nosotras, somos nosotras las que debemos ir en su busca.

Los ojos de Grimya se iluminaron ansiosos... pero enseguida sus orejas volvieron a caer.

—?Pero no pu... puedo andar bien aun!

—No te hara falta. —El medio de transporte que tenia en mente haria que el viaje resultase lento y pesado, penso Niahrin, pero no se podia evitar. La magia le habia dicho lo que debia hacerse, y el viaje no podia esperar—. Un guardabosques amigo mio tiene justo lo que necesito, y puedo pagarle en especie de modo que no tendremos problemas para que nos lo preste. Pasare todo el dia de hoy preparando lo que necesitaremos; manana lo visitare y podremos ponernos en marcha al dia siguiente.

La peluda cola de Grimya empezo a agitarse violentamente.

—Entonces —dijo la loba—, ?sabes donde esta Indigo? ?Sabes donde la encontrrraremos?

—Se adonde ira —«Adonde debe ir», anadio para si la bruja, porque incluso sin el mensaje para actuar como incentivo Indigo se veria atraida hacia alli; la magia lo habia dejado muy claro—. La encontraremos en Carn Caille.

—?Carn Caille... ? —La loba se quedo helada.

—Si; ?por que, querida, que sucede? Ya se que es la ciudadela del rey, pero no hay nada que temer de ella.

Pero si lo habia, penso Grimya, claro que lo habia. En una epoca, Carn Caille habia sido el hogar de Indigo. Era un lugar lleno de fantasmas... y quiza de algo mucho peor.

Miro a la bruja y se paso la lengua por el hocico, nerviosa.

—No he esss... estado nunca en Carn Caille —dijo despacio—. No... seee si quiero ir alli ahora.

Con gran alivio por parte de la loba, Niahrin malinterpreto el motivo de su inquietud.

—No es un lugar tan inhospito como tu temes, Grimya; lo cierto es que, por lo que he oido, el rey da la bienvenida en ella a todos sus subditos y celebra audiencias publicas durante varios dias todos los meses. —Le sonrio tranquilizadora—. Yo tampoco he estado alli jamas, de modo que sera una aventura para las dos, ?no te parece?

Grimya no discutio, pero, mientras Niahrin se daba la vuelta y empezaba a preparar el

desayuno para ambas, la loba dio unos cuantos pasos torpes y volvio a tumbarse, preocupada. Carn Caille. Indigo le habia contado muchas cosas de ella, pero los relatos, y los recuerdos de Indigo, eran algo que quedaba en el lejano pasado ahora. ?Que encontraria alli, y —esta pregunta resultaba aun mas perturbadora— que siniestros ecos del pasado podian salir a la luz? Niahrin solo conocia una pequena parte de la historia de Indigo, y Grimya no se atrevia a contarle mas. Pero la loba sentia en su interior una sensacion de miedo cada vez mayor. La asustaba mas Carn Caille que cualquier otra cosa a la que Indigo y ella se habian enfrentado durante sus muchos anos juntas, y el motivo es que estaba segura de que en Carn Caille las esperaba el ultimo de los siete demonios. Y este ultimo demonio seria el peor de todos.

Cuando, entrada ya la manana, abrio la puerta de la calle en respuesta a los persistentes golpes, Jansa se encontro con un forastero en el umbral. Era un joven, ni un mendigo ni un hombre acaudalado; llevaba una pequena mochila a la espalda y tenia todo el aspecto de acabar de salir de las profundidades de un seto o almiar. Sus ropas mostraban manchas verdes y marrones, los cabellos estaban llenos de hierba y hojas, y los parpados aparecian hinchados, pero le dedico una cortes reverencia y dijo:

—Buenos dias, senora. Me pregunto si...

Jansa se dijo que ya le habia tomado las medidas y lo interrumpio, aunque con amabilidad.

—Si vendes cosas, buhonero, lo mejor sera que te advierta que no compro este mes. Pero entra de todos modos. Al menos te dare un pedazo de pan y una jarra de cerveza, porque tienes todo el aspecto de no haber desayunado. —Torcio la boca en una sonrisa—. Si no te importa que te lo diga, tambien tienes todo el aspecto de haber dormido con zorros y comadrejas esta noche.

El joven le devolvio la sonrisa con cierta amargura.

—?Asi ha sido, senora! Llegue demasiado tarde para buscar habitacion en algun sitio, de modo que me las arregle como pude en el seto que se encuentra justo a las afueras del pueblo, en la carretera. —Hizo una pausa—. Pero no soy un buhonero, senora. Soy un mensajero, que viene de parte del capitan Brek, desde el puerto de Ranna. —Espero como aguardando una reaccion, pero Jansa no parecio comprender. Bueno; no habia motivos para esperar que aqui tuviera mas suerte que en los otros lugares.

—?Para quien es tu mensaje? —pregunto Jansa mientras lo conducia hasta el bar. Le indico que se sentara y paso detras del mostrador para sacar una jarra de cerveza—. ?Alguien del pueblo?

—Bien..., no lo se exactamente. El capitan Brek dijo que viajaban en esta direccion, pero no se donde pueden estar ahora. Dos personas juntas, un hombre y una mujer; comprometidos segun el capitan, y buenos amigos suyos. El es mi patron, ?sabeis?, y, si encuentro a las personas que busca, me ha prometido trabajo en la tripulacion de un...

—?Una pareja prometida? —Jansa se habia detenido y lo contemplaba como si de repente hubiera comprendido el significado del rango de Brek, aunque no su nombre.

—Si, senora. Un hombre fornido y rubio procedente de Scorva, y una mujer de nombre Indigo.

La expresion de Jansa cambio como si de improviso el sol hubiera iluminado la habitacion.

—?Vinar e Indigo!

El rostro del muchacho se animo, lleno de ansia.

—?Los conoceis, senora? ?Han estado aqui?

—Mejor que eso. —Jansa sonrio de oreja a oreja—. ?Estan durmiendo en sus habitaciones aqui arriba en este mismo instante! —Con veloz energia termino de llenar la jarra, rodeo el mostrador y la deposito sobre la mesa ante el—. Bebe, muchacho, un regalo de la taberna. ?Ire a despertarlos ahora mismo, y podras verlos por ti mismo!

—?Grimya esta viva? —Los ojos de Vinar se abrieron desorbitadamente con una mezcla de asombro y alegria.

—Viva y bien, senor, eso es lo que el capitan Brek me pidio que dijera... aunque el no ha visto a la criatura por si mismo, ya lo comprendeis.

—Indigo, ?oyes esto? —Vinar se volvio ilusionado hacia la mujer sentada a su lado, quien por el momento habia permanecido alli sonriente pero sin hablar demasiado—.

?Grimya esta viva! —Entonces vio su expresion, la perplejidad de su mirada, y sus hombros se hundieron—. Bueno, es como te dijo el capitan, no recuerda nada.

—Lo siento —dijo Indigo—. No significa nada para mi, Vinar. No significa nada en absoluto.

El joven la contemplo un poco a hurtadillas, entristecido y tambien un poco embarazado por su presencia; en parte, se daba cuenta, debido a su nombre, que para un isleno era como una aureola siniestra que flotara alrededor de la muchacha, pero tambien por un motivo menos definible en el que no queria ahondar.

Вы читаете Anghara
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату