rehusandose ahora a encontrarse con la mirada de ninguno de los dos humanos.

Comprendiendo que sus esfuerzos no servian de nada, Niahrin suspiro y se incorporo penosamente.

—Tienes razon —dijo pesarosa—. No puedo responder a la pregunta, y con toda honradez no creo que sea yo quien deba intentarlo. —Dirigio una ojeada a la loba—. Puede que Grimya desee contarte mas cosas en su momento; no lo se. Pero, por ahora, todo lo que podemos hacer es esperar.

Por un instante penso que Vinar protestaria, pero tras unos segundos de silencio este se encogio de hombros en impotente asentimiento.

—Si; si, supongo que si. —Regreso junto a la ventana, intranquilo—. No veo el patio desde aqui. Maldita sea, ?adonde ha ido?

Niahrin deseo saberlo. La precipitada huida de Indigo los habia sobresaltado a todos, pero lo que habia sucedido despues habia sido una sorpresa aun mayor. Vinar, recuperada la serenidad, habia abandonado corriendo la habitacion en pos de Indigo, pero esta ya habia desaparecido y el marino habia chocado contra Ryen cuando el rey salia inesperadamente de un pasillo lateral. Niahrin se sintio estupefacta cuando los dos hombres regresaron juntos a la habitacion, pero sus incoherentes intentos de realizar una reverencia se desvanecieron cuando Ryen les indico con energia que permanecieran donde estaban. El conocia los pasillos de Carn Caille mucho mejor que ellos; el personalmente encontraria a Indigo y la convenceria para que regresase.

Niahrin no podia pretender comprender lo que se ocultaba tras la evidente preocupacion del rey por los asuntos de Vinar e Indigo, y Vinar estaba demasiado nervioso para responder a las mil preguntas que ella deseaba hacer, pues lo cierto es que el tambien tenia sus propias preguntas. ?Como era que Grimya hablaba? ?Como era eso posible? ?Cuanto tiempo hacia que poseia ese poder? ?Lo habia sabido Indigo? ?Cuanto tiempo hacia que lo sabia? Y, por encima de todo, ?por que ninguna de ellas habia confiado en el lo suficiente para contarle algo tan importante? Durante toda esta diatriba, mientras el oscilaba turbulentamente entre la colera y la suplica, Grimya se nego a pronunciar una sola palabra mas, y, aunque Niahrin se esforzo por explicar lo poco que podia, lo cierto es que sus conocimientos eran tan insuficientes como los de Vinar.

—De una cosa estoy seguro —dijo Vinar de improviso dandose la vuelta otra vez—. Aqui pasa algo, algo que yo no se..., que quiza nadie sabe. Pero, sea lo que sea, Indigo tiene que ver con ello.

Niahrin dirigio una veloz mirada a Grimya. La loba desvio rapidamente los ojos, y la bruja supo al instante que sus sospechas eran ciertas. Grimya podia explicar mucho de todo este misterio si queria hacerlo, y Niahrin sintio que un escalofrio premonitorio le recorria la espalda al recordar el tapiz magico que habia tejido y lo que habia vislumbrado en su interior. Se sintio tentada de contar a Vinar lo que pensaba, pero la cautela prevalecio. No lo conocia y, aunque la intuicion le decia que era un buen hombre, se sentia reacia a revelar sus pensamientos a un extrano.

—Puede que sea asi —repuso, evitando una respuesta directa—. Pero no puedo pretender saber lo suficiente aun para encontrar una explicacion. —«Tantas preguntas sin respuesta», penso otra vez, y anadio en voz alta—: La memoria de Indigo, por ejemplo. En medio de todo este embrollo he comprendido lo suficiente para darme cuenta de lo que le ha sucedido. No tenia ni idea, y tampoco Grimya. —Senalo a la loba, que seguia negandose a levantar los ojos—. Es por eso que esta tan trastornada, creo, y por lo que no quiere hablar ahora. Tengo entendido que ella e Indigo eran muy buenas amigas.

—Si, lo eran. —La boca de Vinar se crispo entristecida—. Pero yo no sabia cuan intimas eran, ?verdad? — Paso junto a Niahrin para acercarse a la carretilla y miro a Grimya—. Eh, Grimya, ?por que no quieres hablarme? Se tu secreto ahora, de modo que ya no hay motivo para tanto misterio. ?No somos amigos, tambien?

Extendio la mano mientras hablaba, lo que impidio que la loba pudiera hacer caso omiso de el. Con gran consternacion por su parte, se encontro con que Grimya le mostraba los dientes, amenazadora.

?Grimya! —La voz de Vinar sono estupefacta, y Niahrin se apresuro a intervenir.

Grimya, ?que sucede, carino? ?Que pasa? —La duda la embargo repentinamente—. ?Este hombre es el verdadero Vinar?

Sssi. —La respuesta surgio de forma tan brusca, tan inesperada, que la sorprendio, como tambien lo hizo el veneno presente en el tono de voz de la loba. Esta levanto los ojos hacia ella por fin—. Sssi, este es Vinar. ?Pero ya no es mi amigo! —Su cabeza se volvio, y el animal lanzo una mirada feroz y acusadora al scorvio—. ?Has dicho mentiras! ?Has dicho a la gente que estas prometido a Indigo, pero yo se que no!

Vinar se sobresalto en lo mas profundo de su ser. Retrocedio, con una mano alzada a modo de protesta.

Grimya, no es como tu dices —intento arguir—. Yo no digo mentiras, no de la forma que tu quieres decir. Indigo y yo...

?No! —lo interrumpio Grimya con furia—. ?No Indigo y tu! Ella no ha dicho que va a casarse contigo. ?No lo dira, no puede decirlo! ?Lo se..., lo se!

Niahrin habia olvidado el pequeno incidente con el centinela de la puerta, pero, ante este arranque, el hecho regreso con claridad a su memoria. El hombre habia mencionado al prometido de Indigo sin darle demasiada importancia, como si fuera algo del dominio comun en Carn Caille, y Grimya se habia mostrado horrorizada. ?Que era lo que habia dicho? «Ella no esta comprometida a nadie, no puede estarlo.» Casi las mismas palabras que ahora utilizaba con Vinar, y en ellas se percibia un aire de desesperacion —casi de terror— que hizo sonar todas las alarmas de la psiquis de Niahrin. «No puede —

penso—. ?Por que no puede? ?Que secreto me oculta aun Grimya »

Vinar intentaba de nuevo protestar y explicarse, todo al mismo tiempo, y ella lo interrumpio.

—Espera —dijo—. Esperad los dos. No pretendo saber que sucede, pero no ganaremos nada rinendo, ni ahora ni en ningun otro momento. —Se sintio un poco sorprendida al escuchar el tono autoritario de su voz, mas parecido al de su abuela que al habitual en ella, pero se sacudio la extrana sensacion—. Hemos de hablar... — declaro— todos nosotros. —Esto fue acompanado de una firme mirada en direccion a Grimya, retandola a poner objeciones—. Pero este no es el lugar, y desde luego no es el momento. Cuando su majestad encuentre a Indigo...

—?No! —Grimya y Vinar hablaron a la vez, apremiantes. Niahrin vacilo.

—Por favor, senora —imploro Vinar—. No digas a Indigo lo que dijo Grimya. Al menos no de momento..., no hasta que pueda explicarme.

La loba gruno por lo bajo.

—?Tiene rrrrazon! —Parecia reacia a admitirlo, reacia a estar de acuerdo con Vinar en nada—. No la ayudaria, no tal como esta ahora. Y no le digas a nadie mas lo mio. No debes. No aun.

Superada en numero, Niahrin suspiro e hizo un gesto de asentimiento.

—Muy bien. Pero creo que los tres deberiamos...

Alguien llamo a la puerta, y todos se volvieron.

Jes Ragnarson, el joven bardo, entro en la habitacion y dedico a todos una sonrisa cordial pero distraida a modo de saludo.

—Por favor, perdonad la repentina intrusion, pero tengo un mensaje del rey. Indigo se ha ido. Cogio un caballo de los establos y abandono Carn Caille; la historia no acaba ahi, pero eso puede esperar. Su majestad ha ido tras ella; sabe la direccion que tomo y no tardara en atraparla. Me pidio que os transmitiera el mensaje.

Vinar se encamino a la puerta.

—?Yo ire tambien! Indigo puede estar en peligro...

El bardo lo sujeto del brazo.

—No, Vinar, es mejor que no. Me atreveria a apostar a que no eres buen jinete, de modo que no harias mas que molestar. Nada le sucedera; el rey y sus hombres la traeran de vuelta sana y salva.

Vinar admitio el razonamiento y cedio ante el.

—Eres muy amable, Jes Ragnarson —dijo Niahrin—, al traernos el mensaje del rey. Esperaremos aqui nuevas noticias.

Jes era un autentico bardo y se dio cuenta de que pasaban muchas mas cosas por la mente de Niahrin de lo que esta estaba dispuesta a revelar, al menos a el. Hizo una reverencia.

—Gracias, senora. Con la buena voluntad de la Madre, la espera no tiene por que ser excesivamente

Вы читаете Anghara
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату