Aunque cada cosa que sabia indicaba lo contrario, sentia que el no queria estar alli. ?Por que habia ido hasta alli, si no queria estar con esas personas? Debia ser todavia mas renuente de lo que ella se habia supuesto a regresar a su ciudad natal y estaba prolongando el viaje deliberadamente.
Alguien le hizo llegar una cerveza, y ella que se habia distraido con una depresiva imagen de si misma con el pelo gris sentada en el porche de Shany Acres que bebio un sorbo antes de acordarse de que no bebia. Dejando la botella a un lado, miro un reloj de propaganda de Jim Beam. En media hora le diria a Bobby Tom que tenian que irse.
La camarera reaparecio, y Bobby Tom insistio en pedir por ella, dijo que ella no habria vivido hasta haber probado la hamburguesa triple de queso y tocino de Whoppers con unos aros de cebolla y una crema de col. A pesar de haber pedido para ella una comida llena de colesterol se dio cuenta de que el comia y bebia muy poco.
Paso una hora. Firmo autografos, pago absolutamente todo, y, a menos que ella no lo hubiese entendido bien, entrego dinero a uno de los negros. Se inclino bajo el ala de su sombrero para murmurarle-: Tenemos que irnos.
El la miro y le dijo con mucha suavidad:
– Una palabra mas, carino, y llamo personalmente al taxi que te llevara al aeropuerto. -Y tras decir eso, se dirigio a la mesa de billar de la esquina.
Paso otra hora. Si no hubiera estado tan preocupada por la hora, habria disfrutado de la novedad de estar con una gente tan pintoresca. Como era demasiado simple para ser objeto de deseo de Bobby Tom, las otras mujeres no la consideraban una amenaza. Disfruto de una larga conversacion con ellas, incluyendo a Ellie, que era ayudante de vuelo, y resulto ser una mina de informacion sobre el sexo masculino. Y el sexo en general.
Ella advirtio que Bobby Tom le dirigia miradas furtivas y ella se puso alerta, convencida de que tenia intencion de irse cuando ella no mirara. Aunque necesitaba con urgencia ir al bano, temia perderlo de vista, asi que cruzo las piernas. A medianoche, sin embargo, supo que no podia esperar ni un minuto mas. Espero hasta que lo vio profundamente absorto en una conversacion con Trish en la barra y se fue sigilosamente al bano.
Se le encogio el estomago cuando salio unos minutos mas tarde y no lo vio. Recorrio con la mirada a la gente, buscando freneticamente en busca de su stetson gris, pero no lo vio en ningun sitio. Se abrio camino entre la gente hacia la barra, sintiendo que se le revolvia el estomago por la ansiedad. Estaba a punto de rendirse a la evidencia cuando lo diviso apoyado con Trish al lado de la maquina del tabaco.
Habia aprendido la leccion y no tenia intencion de alejarse de el otra vez. Asi que se dirigio hacia donde el estaba, quedandose en un lugar estrecho al lado del telefono. Examino los numeros del telefono y estudio los graffitis de la pared, dandose cuenta de que donde estaba habia un leve eco. Aunque no tenia intencion de escuchar a escondidas, no tuvo ninguna dificultad para distinguir una voz muy familiar con arrastrado acento texano.
– Eres una de las mujeres mas comprensivas que he conocido, Trish.
– Me alegro que confies en mi en algo como eso, B.T. Se lo duro que es para un hombre como tu hablar sobre su pasado.
– Algunas mujeres no lo comprenden, pero tu eres una dama, no podria hacerte esto, especialmente cuando aun eres tan vulnerable por tu ultimo divorcio.
– Supongo que todos nos hemos preguntado por que nunca te has casado.
– Ahora ya lo sabes, carino.
Esa era claramente una conversacion privada y Gracie sabia que deberia de ponerse en otro sitio. Reprimiendo firmemente su curiosidad, empezo a alejarse cuando tras una pausa, Trish hablo otra vez:
– Nadie deberia de tener una madre que es una…, bueno, una madre asi.
– Puedes decirlo, Trish. Mi madre era una puta.
Gracie abrio mucho los ojos.
La voz provocativa de Trish estaba llena de simpatia.
– No tienes porque hablar de eso si no quieres.
Bobby Tom suspiro.
– Algunas veces ayuda a hablar de las cosas. Aunque no lo entiendas, lo peor de todo no era que trajera hombres a casa a pasar la noche o no saber quien era mi padre. Lo peor era cuando llegaba a mis partidos de secundaria borracha como una cuba y con el maquillaje corrido. Llevaba pendientes de diamantes falsos y unos pantalones tan apretados que todos se daban cuenta de que no llevaba nada debajo. Nadie mas llevaba unos tacones tan altos a los partidos de los viernes, pero mi madre si. Era lo mas bajo que habia en Telarosa, Texas.
– ?Que fue de ella?
– Aun vive alli. Bueno, se pasa la vida fumando, dandole a la botella y cambiando de tio cada vez que cambia de humor. No se que hace con el dinero que le doy, da igual cuanto sea. Supongo que cuando una es una puta, muere siendo una puta. Pero es mi madre y la quiero.
Gracie se conmovio ante su lealtad. Al mismo tiempo, sintio una profunda colera hacia la mujer que tan horriblemente habia pasado de sus responsabilidades maternas. Tal vez el estilo de vida disipado de su madre explicaba su renuencia a regresar a Telarosa.
Se habian quedado en silencio y se arriesgo a mirar a hurtadillas unicamente para desear haberse quedado oculta. Trish envolvia a Bobby Tom como una manta. Mientras esa bella mujer de pelo oscuro lo besaba, el interior de Gracie se volvio suave y debil. A pesar de que sabia que deseaba un imposible, queria ser una de las mujeres que se presionaban contra ese cuerpo firme y duro. Queria ser el tipo de mujer que se sentia lo suficientemente libre como para besar a Bobby Tom Denton.
Se apoyo contra la pared y cerro con fuerza los ojos, reprimiendo un anhelo punzante y doloroso. ?Besaria alguna vez a un hombre asi?
A ninguno, suspiro. Y menos a un texano mundano con una mala reputacion.
Aspiro profundamente y se dijo a si misma que no fuera estupida. No tenia sentido desear la luna cuando la solida tierra era mejor de lo que nunca habia esperado.
– ?Trish? ?Donde esta esa perra?
Su ensueno ceso repentinamente ante el sonido de una voz beligerante y borracha. Vio como un hombre corpulento de pelo oscuro se abalanzaba sobre Bobby Tom y Trish desde la entrada del bar.
Los ojos de Trish se abrieron con alarma. Bobby Tom rapidamente dio un paso adelante, escudandola con su espalda.
– Joder, Warren, creia que habias muerto de rabia hace mucho tiempo.
Warren saco pecho y se paseo por delante.
– Pero si es el
Gracie contuvo la respiracion, pero Bobby Tom solo sonrio ampliamente.
– Te aseguro que no, Warren, pero si alguien me pregunta le mandare a hablar contigo.
Obviamente Warren no aprecio el sentido del humor de Bobby Tom. Con un grunido amenazador, dio un bandazo de borracho.
Trish se llevo la mano a la boca.
– No lo enfurezcas, B.T.
– Ay, carino, Warren no se enfurecera. Es demasiado tonto para darse cuenta de cuando lo insultan.
– Lo que se es que te voy a arrancar la cabeza, Nino bonito.
– ?Estas borracho, Warren! -exclamo Trish-. Por favor vete.
– ?Callate, puta!
Bobby Tom suspiro.
– ?Por que has tenido que llamar a tu ex-esposa algo asi? -Con un movimiento tan rapido que Gracie apenas vio, llevo atras el puno y golpeo a Warren en la mandibula.
El ex-marido de Trish acabo tumbado en el suelo con un aullido de dolor, y la gente del bar inmediatamente lo rodeo; dos hombres taparon la vista a Gracie. Ella se abrio paso a codazos entre varias mujeres. Cuando llego delante del todo, Warren se habia puesto de rodillas y se llevaba una mano a su mandibula.
Bobby Tom apoyo las manos en sus esbeltas caderas.
– Ten por seguro que desearia que estuvieras sobrio, Warren, asi podriamos hacer esto mas interesante.
– Yo estoy sobrio, Denton. -Un neardenthal hosco que parecia amigo de Warren se adelanto-. ?Que paso en el ultimo partido del ano pasado contra los Raiders, gilipollas? Menuda mierda de jugadas. ?Estabas con la regla?