una de esas peliculas para adultos, pero pensar que podia aparecer en su cuenta, donde cualquiera lo podria ver siempre la desalentaba.
– ?Quieres ver algo?
Levanto la cabeza de golpe cuando Bobby Tom aparecio detras de ella.
Ella dejo caer la guia de peliculas.
– Oh, no. Ya no es hora. Es demasiado tarde. De verdad, deberiamos… tendriamos que madrugar…
– Gracie, ?estabas mirando el titulo de una peli porno?
– ?Una peli porno? ?Yo?
– Tu. Eso es exactamente lo que estabas haciendo. Apuesto algo que nunca has visto una peli porno en tu vida.
– Por supuesto que si. Un monton.
– Dime algun titulo.
–
– ?
– Lo es en
El sonrio ampliamente y miro la guia TV.
–
Su moralidad apenas pudo mas que su curiosidad.
– No apruebo ese tipo de cosas.
– No te he preguntado si la apruebas. Te he preguntado si la quieres ver.
Ella vacilo demasiado tiempo.
– Creo que no.
El se rio, tomo rapidamente el mando y encendio la tele.
– Acomodate en el sofa,
El ya estaba presionando los botones para acceder a la pelicula de adultos. Ella intento parecer renuente y remilgadamente cruzo las manos sobre su regazo.
– Quiza vea un poco. Siempre me han gustado las peliculas de carreras de coches.
Bobby Tom se rio tanto que casi se le cayo el mando. El continuaba riendose cuando la pantalla se lleno con cuatro cuerpos desnudos y contorsionantes.
Ella sintio como comenzaban a llamearle las mejillas.
– Oh, Dios. -Bobby Tom se rio entre dientes y se sento a su lado-. Dime si tienes algun problema para coger la trama. Estoy seguro de haberla visto antes.
No habia trama; Se dio cuenta de eso en pocos minutos. Solo unos cuerpos desnudos pasandoselo bien encima de un deportivo rojo.
Bobby Tom apunto hacia la pantalla.
– ?Ves a esa morena con el cinturon de herramientas rodeando su cintura? Es la mecanica principal. La otra mujer es su ayudante.
– Y ese chico con esa gran…
– Si -susurro Gracie-. El de la derecha.
– No, carino. Ese no. Te hablo del que tiene las manos bien grandes. Como sea, es el dueno del coche. El y su amigo lo han llevado para que las chicas le arreglen la valvula.
– ?Arreglar la valvula?
– Y una manguera que tiene un agujero que requiere atencion.
– Ya veo.
– Les preocupa la junta de la culata. Y la inclinacion de la varilla del aceite.
Gracie se giro rapidamente y vio que su pecho se estremecia.
– ?Te lo estas inventando!
El solto una carcajada y se enjugo las lagrimas.
Ella alzo la barbilla.
– Podria coger la trama yo sola si dejaras de hablar.
– Si,
Gracie se giro hacia la pantalla y trago con dificultad cuando el hombre de las manos grandes sumergio una en una lata de aceite y despues dejo que goteara sobre el pecho desnudo de la mecanica principal. Su pezon se arrugo cuando las gotitas de aceite resbalaron sobre el monticulo blanco. Los mismos pezones de Gracie se tensaron en respuesta.
Los juegos sexuales continuaron y Gracie no pudo apartar los ojos de la pantalla, aunque era dolorosamente consciente de que no estaba sola. Se lamio los labios resecos. Su corazon latia con fuerza. Nunca habia pasado tanta verguenza ni habia estado tan excitada en toda su vida; queria hacer cada cosa que estaba viendo en la pantalla con el hombre que estaba sentado a su lado.
El actor de las manos grandes comenzo a jugar con el cinturon de herramientas de la mujer. Su boca siguio el camino de sus dedos, mas abajo y mas abajo. La humedad surgio entre los pechos de Gracie cuando su lengua se paseo por una grieta justo a la izquierda del conector.
Ella apreto los muslos y se retorcio. Bobby Tom cambio de postura. Ella lo miro por el rabillo del ojo y vio para su alivio que la miraba a ella en vez de a la pantalla. Y ya no se reia.
– Tengo unas cosas que hacer -dijo el bruscamente-. Apagala cuando quieras. -Cogiendo con rapidez el maletin del ordenador, entro en el dormitorio.
Gracie lo siguio con la mirada desconcertada. ?Por que estaba tan grunon de repente? Y luego su mirada regreso a la pantalla.
?Oh, Dios!
Bobby Tom permanecio de pie en el dormitorio a oscuras y miro ciegamente por la ventana. De fondo, oia los gemidos y susurros de la television. Jesus. En los ultimos seis meses no habia tenido ni el mas leve interes en hacer el amor con ninguna de las bellas mujeres que se le ponian por delante como trofeos, pero hacia un momento, Gracie Snow, con su cuerpo delgado, sus feas ropas, el peinado mas horroroso que habia visto en una mujer y unos modales tan mandones que hacian rechinar sus dientes lo habia puesto duro.
Apoyo los nudillos contra el marco de la ventana. Si no fuera tan ridiculo, se reiria. Esa pelicula no era ni siquiera totalmente pornografica, pero en cinco minutos, ella estaba tan absorta que podria haber explotado una bomba y no se habria enterado.
Por un momento mientras la estaba observando, habia realmente considerado aceptar lo que ella parecia ofrecer, y eso era lo mas estupido de todo. El era Bobby Tom Denton, por el amor de Dios. Puede que estuviera retirado, pero eso no queria decir que tuviera que rebajarse a estar con un caso de caridad como Gracie Snow.
Dandole la espalda a la ventana, el camino hacia el escritorio, enchufo el modem del portatil a la linea telefonica y se sento. Pero dejo caer las manos antes de meter las contrasenas de su correo electronico. No estaba de humor para ninguno de sus contratos.
El seguia viendo la expresion de la cara de Gracie cuando habia visto el rio Mississippi. ?Cuanto habia pasado desde que el habia sentido un entusiasmo similar? Durante todo el dia, Gracie le habia mostrado cosas en las que no se fijaba desde hacia anos: la forma de una nube, el conductor de un camion que se parecia a Willie Nelson, un nino que los saludaba desde la ventanilla trasera de una caravana familiar. ?Cuando habia dejado de disfrutar de esos placeres simples?
El miro el teclado y recordo cuanto le solia gustar los regateos. Al principio le habia divertido la bolsa, pero luego habia comprado acciones de una pequena empresa de deportes. Despues, habia invertido su dinero en una emisora de radio y de un equipo de tercera. Habia cometido algunos errores, pero tambien habia hecho mucho dinero. Ahora no podia recordar en que punto habia dejado de disfrutar. Habia pensado que hacer una pelicula podia ser una buena manera de distraerse, pero tampoco parecia emocionarle mucho la idea.
Se froto los ojos con el pulgar y el indice. Esta noche le habia prometido a Shag ayudarle en su nuevo