Bobby Tom parecio tan contento como si le acabaran de dar un regalo de Navidad.

– Ahora si que se pone interesante.

Para alivio de Gracie, Shag el amigo de Bobby Tom dio un paso al centro del circulo, levantando las mangas al mismo tiempo.

– Dos contra dos, B.T. No me gustan las desigualdades.

Bobby Tom le indico que se fuera.

– No hay necesidad de que te despeines tu tambien, Shag. Estos tios solo quieren un poco de ejercicio y yo tambien.

El Nearderthal se movio. Los reflejos de Bobby Tom no parecian estar afectados por su lesion de rodilla. Esquivo al hombre al tiempo que Warren se inclinaba y golpeaba el costado de Bobby Tom.

Bobby Tom se tambaleo, giro sobre si mismo, y lanzo un punetazo al estomago del ex de Trish que acabo en el suelo. No parecio tener interes en levantarse.

El Neandertal habia bebido poco, pero no duro mucho mas. Incluso logro conectar algunos golpes, pero finalmente no pudo vencer la rapidez letal de Bobby Tom. Por fin se dio por vencido. Sangrando por la nariz y jadeando, se tambaleo hacia la salida.

Bobby Tom arrugo la frente con desilusion. Miro a la gente con una vaga expresion de tristeza en la cara, pero nadie mas se adelanto. Cogio una servilleta de papel, la presiono contra un pequeno corte de su labio y se inclino para susurrar algo al oido de Warren. La palidez del hombre se acentuo aun mas y Gracie llego a la conclusion de que Trish no tendria mas problemas con su ex-marido. Despues de ayudar a levantar a Warren, Bobby Tom puso el brazo sobre los hombros de Trish y la condujo hacia la gramola.

Gracie suspiro de alivio. Al menos no tendria que llamar a Willow para decirle que su estrella habia sido noqueado en una rina de bar.

Dos horas mas tarde, Bobby Tom y ella estaban ante la recepcion de un hotel de lujo localizado a veinte minutos de alli.

– ?Sabias que no soy capaz de dormir tan temprano? -se quejo el.

– Son las dos de la madrugada. -Gracie se habia pasado la mayor parte de su vida acostandose a las diez para poder levantarse a las cinco, y estaba muerta de cansancio

– Eso he dicho. Todavia es temprano. -Termino de registrar la suite que habia pedido y despidiendose del recepcionista se puso la correa de su bolsa en el hombro y cogio el maletin del portatil que habia puesto sobre el mostrador-. Te veo por la manana, Gracie. -Y se dirigio a los ascensores.

El recepcionista la miro impacientemente.

– ?La puedo ayudar?

Poniendose roja como una amapola, tartamudeo:

– Yo… eh… estoy con el.

Ella cogio su maleta y corrio tras de el, sintiendose como un cocker siguiendo a su dueno. Se deslizo dentro del ascensor justo cuando la puerta comenzaba a cerrarse.

El la miro con curiosidad.

– ?Ya te has registrado?

– Como tu… eh… pediste una suite, pense que dormiria en el sofa.

– Pues has pensado mal.

– Te prometo que ni te enteraras de que estoy alli.

– Pide una habitacion, senorita Gracie -dijo con suavidad, pero la amenaza disimulada de sus ojos la molesto.

– Sabes que no lo puedo hacer. En cuanto te deje solo, te marcharas sin mi.

– Eso no lo sabes. -Las puertas se abrieron y el salio al momento al pasillo alfombrado.

Ella corrio tras el.

– No te molestare.

El miro los numeros de las puertas.

– Gracie, perdona que te lo diga, pero te estas poniendo realmente pesada.

– Lo se y lo siento.

Una sonrisa surco su rostro y desaparecio cuando se detuvo delante de la ultima puerta del vestibulo y deslizo la tarjeta magnetica por la ranura. Parpadeo una luz verde y oprimio el pomo. Antes de entrar, se inclino y le dio un rapido beso en los labios.

– Me ha encantado conocerte.

Alucinada, vio como le daba con la puerta en las narices. Le cosquilleaban los labios. Los presiono con las puntas de los dedos, deseando poder conservar alli su beso para siempre.

Pasaron unos segundos. El placer de su beso se desvanecio, y bajo los hombros bruscamente. El iba a marcharse. Esa noche, al dia siguiente por la manana… No sabia cuando, pero sabia que tenia intencion de irse sin ella, y supo que no podia dejar que ocurriera.

Exhausta, apoyo su maleta sobre la alfombra, se sento sobre ella y se apoyo contra la puerta. Simplemente tendria que pasar la noche alli. Doblando las rodillas apoyo en ellas los brazos y luego la mejillas sobre ellos. Si por lo menos le hubiera dado un beso de verdad…, los ojos se le cerraron.

Con una suave exclamacion, cayo hacia atras cuando se abrio la puerta a su espalda. Poniendose en pie, se preparo para enfrentarse a Bobby Tom. Como el parecia particularmente sorprendido de verla, sospecho que habia estado mirando por la mirilla, esperando que ella se fuera.

– ?Que crees que haces? -pregunto con exagerada paciencia.

– Trato de dormir.

– No pensaras pasar la noche delante de mi puerta.

– Si alguien me ve, solo pensara que soy una de tus admiradoras.

– ?Pensaran que eres una loca, eso es lo que pensaran!

Para alguien que era tan amable con todos los demas, ciertamente se habia puesto borde con ella. A veces, ella tambien hacia eso con algunas personas.

– Si me das tu palabra de honor que no te iras sin mi por la manana, pedire una habitacion.

– Gracie, ni siquiera se lo que hare dentro de una hora, asi que mucho menos manana.

– Entonces mucho me temo que me quedare aqui.

El se froto la barbilla con el pulgar, un gesto que ella ya habia notado que significaba que el habia tomado una decision sobre algo pero que queria que pareciera que aun estaba pensandolo.

– Mira. Es demasiado temprano para dormir. Podemos entretenernos juntos.

A pesar de que estaba agradecida, se pregunto que consideraria entretenimiento para el.

Entro su maleta en la suite y cerro la puerta. Cuando ella paso, percibio una amplia sala decorada en colores verde y melocoton.

– Esto es precioso.

El miro alrededor como si lo viera por primera vez.

– Supongo que es agradable. No lo habia notado.

?Como podia no haber notado algo tan maravilloso? Habia un grupo de sofas y de sillas ocupando el centro de la habitacion. Habia un escritorio delante de un gran ventanal y montones de flores llenaban la estancia de color. Ella lo contemplo con deleite.

– ?Como es posible que no lo hayas notado?

– He estado en tantos hoteles que supongo que ya no me fijo.

Ella apenas lo oyo mientras se acercaba a las ventanas y miraba el agua oscura que corria por debajo y las luces centelleantes.

– Ese es el rio Mississippi.

– Aja. -El se quito el stetson y entro en el dormitorio.

La admiracion la embargo mientras trataba de asimilar que iba a permanecer en una habitacion con una vista tan maravillosa. Se paseo de un lado a otro, probo la comodidad del sofa y las sillas, abrio los cajones del escritorio y toco el material que tenia encima. Fijo la atencion en el imponente mueble que contenia la television. Sus ojos automaticamente leyeron la guia de las peliculas de la semana y se detuvieron en una que se llamaba Red Hot Cheerleaders [10].

Las palabras la llamaron. Las pocas ocasiones que se habia alojado en un hotel, habia estado tentada en ver

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