sabia que Buddy creia que al menos un par de esos diamantes le pertenecian, y Bobby Tom lo creia tambien. ?Cuantos miles de pases le habia lanzados Buddy durante anos? Cortos, largos, en los entrenamientos, sobre el campo. Buddy le habia lanzado balones desde que tenian seis anos y vivian el uno al lado del otro.
Buddy tomo el anillo y se lo puso en su dedo.
– ?Cuanto cuesta un anillo como este?
– No se. Un par de miles, supongo.
– Ya, bueno, eso es lo que pensaba. -Buddy hizo como si valorara uno de esos caros anillos todos los dias cuando Bobby Tom sabia que Terry Jo y el apenas tenian para llegar a fin de mes-. ?Quieres entrar y tomar una cerveza?
– Esta noche no puedo.
– Vamos, B.T. -dijo Terry-. Tengo que hablarte de una amiga mia, Glenda. Acaba de divorciarse y se que eres exactamente lo que ella necesita para olvidarse de sus problemas.
– Lo siento, Terry Jo, pero ha desaparecido una amiga mia y estoy preocupado por ella. ?No le habras alquilado un coche a una chica flaca con un pelo espantoso, no, Buddy? -Ademas de poseer el taller, Buddy tenia la franquicia de coches de alquiler del pueblo.
– No. ?Forma parte de la gente de la pelicula?
Bobby Tom asintio con la cabeza.
– Si la veis, apreciaria que me llamarais. Temo que se haya metido en algun problema.
El charlo con ellos unos minutos mas y prometio oir todo lo de Glenda en su siguiente visita. Cuando se estaba yendo, Buddy saco el anillo de la Super Bowl de su dedo y se lo tendio a Bobby Tom.
Bobby Tom no lo tomo.
– Voy a estar realmente ocupado los proximos dos dias, y me temo que no voy a poder tener tiempo para ver pronto a tu madre. Se que querra verlo. ?Por que no te lo quedas unos dias y se lo ensenas tu? Lo recogere el fin de semana.
Buddy asintio con la cabeza como si lo que Bobby Tom hubiera propuesto solo lo apropiado y se volvio a meter el anillo en el dedo.
– Estoy seguro de que te lo agradecera.
Despues de haber eliminado la posibilidad de que Gracie hubiera alquilado un coche, Bobby Tom fue a hablar con Ray Don Horton, que poseia el deposito de coches de Greyhound, luego con Donnell Jones, el unico taxista del pueblo, y, finalmente, con Josie Morales, que se pasaba la mayor parte de su vida sentado sobre las escaleras y vigilando lo que hacia todo el mundo. Como habia jugado al futbol tanto con ninos negros como blancos o hispanos, Bobby Tom siempre se habia movido libremente entre los limites raciales y etnicos del pueblo. Habia invitado a todos a su casa y comido en sus mesas; se habia sentido a gusto en todas partes, pero a pesar de su red de contactos, nadie con quien hablo habia visto a Gracie. Todos ellos, sin embargo, expresaron su desilusion de que no llevara el anillo y todos o tenian una chica que presentarle o necesitaban un prestamo.
A las once, Bobby Tom estaba convencido de que Gracie habia hecho algo tan estupido como irse en coche con un desconocido. Solo pensarlo lo sacaba de quicio. La mayor parte de los texanos eran gente de principios solidos, pero habia muchos no muy recomendables y conociendo lo optimista que era Gracie con la naturaleza humana, era probable que se hubiera topado con uno de ellos. Ademas no podia creer que no hubiera intentado recuperar su maleta. A menos, claro, que no hubiera podido. ?Y si le habia ocurrido algo antes de que hubiera tenido la oportunidad?
Su mente se rebelo ante ese pensamiento, y se encontro pasando delante de la comisaria para hablar con Jimbo Thackery, el nuevo jefe de policia. Jimbo y el se habian odiado desde la escuela primaria. No recordaba como habia comenzado, pero cuando llegaron a secundaria y Sherri Hopper decidio que preferia los besos de Bobby Tom a los de Jimbo, el resentimiento habia aumentado hasta convertirse en algo de escala mundial. Cuando Bobby Tom regresaba al pueblo, Jimbo siempre encontraba alguna excusa para tomarla con el, pero de alguna manera Bobby Tom no podia imaginarse que el jefe de policia no lo ayudara a encontrar a Gracie. De todas maneras, decidio intentarlo una ultima vez antes de entrar en lo que recibia la dudosa denominacion de Departamento d e Policia de Telarosa.
El
Cuando Bobby Tom llego al aparcamiento, paso con la camioneta entre un Ford Bronco y un BMW. Habia una variada coleccion de vehiculos familiares, un par de motocicletas y una pareja hispana que no conocia subiendose en un viejo Plymouth Fury. Como era una noche entre semana, no habia mucha gente, pero aun asi, habia mas de los que queria ver, y si no hubiera estado tan preocupado por Gracie, nada lo hubiera hecho entrar en ese panteon a sus viejas glorias, el lugar donde sus companeros de equipo de secundaria y el celebraban las victorias los viernes por la noche.
Aparco en el extremo mas alejado de la puerta y se obligo a si mismo a bajar de la camioneta. Sabia que, salvo usar un altavoz, era la manera mas rapida de saber algo de Gracie, pero aun asi, desearia no tener que entrar. La puerta del DQ se abrio y salio una figura familiar. Maldijo entre dientes. Si alguien le hubiera pedido que hiciera una lista de gente que no querria ver en ese momento, el nombre de Wayland Sawyer ocuparia el lugar justo debajo de Jimbo Thackery.
Cualquier esperanza que hubiera tenido de que Sawyer no le viera quedo desterrada cuando el dueno de
– Denton.
Bobby Tom saludo con la cabeza.
Sawyer tomo un poco de helado mientras clavaba en Bobby Tom una fria mirada. Cualquiera que viera al dueno de
Desde que habian surgido los rumores sobre el cierre de
Aunque los de Telarosa habian seguido su carrera, Sawyer nunca habia regresado al pueblo. Por consiguiente, todo el mundo se sorprendio cuando despues de anunciar su retiro de la empresa, habia mostrado un gran interes por
Sawyer senalo con el cono la rodilla lesionada de Bobby Tom.
– Veo que ya no llevas baston.
Bobby Tom apreto los dientes. No le gustaba pensar en esos largos meses cuando se habia visto forzado a caminar con baston. En marzo pasado, durante su recuperacion, se habia encontrado con Sawyer en Dallas a instancia del consejo municipal para tratar de persuadirle de no cerrar la planta. Habia sido una reunion infructifera, y Bobby Tom le habia tomado una fuerte aversion a Sawyer. Cualquiera que fuera lo suficientemente cruel como