sus ex-companeros de equipo aparecio en la puerta y se habia quedado varios dias, requiriendo cada minuto del tiempo libre de Bobby Tom. Al siguiente fin de semana, Bobby Tom habia volado a Houston para una reunion con la gente de American Express para negociar si hacia un anuncio para ellos, y luego, habian estado ocupados rodando una secuencia de persecucion que involucraba a Bobby Tom y al villano de la pelicula. Pero si bien ella sabia que no habian tenido ninguna oportunidad real para tener intimidad, todavia pensaba en la preocupante posibilidad de que la oferta solamente hubiera sido una de esas bromas de Bobby Tom y no tuviera intencion de enrollarse con ella. Como estaba a punto de llegar el fin de semana y el no habia hecho planes para salir del pueblo, pronto lo sabria.
Durante la ultima semana, habian estado rodando una secuencia de Bobby Tom y Natalie en un canon al norte del pueblo. Los camiones del equipo y las caravanas estaban aparcadas en la boca del canon, lo sufientemente lejos como para que el ruido de los vehiculos no interfiriera con el del tiroteo.
– Gracie.
Gracie levanto la mirada para ver a Connie Cameron que la llamaba desde el camion de aprovisionamiento. Sus labios formaban una sonrisa maliciosa mientras salia desde atras del mostrador.
– Bobby Tom te anda buscando. Fue duro hablar con el, asi que estoy bastante segura que lo has contrariado otra vez. Oh, querida…
Connie miro su traje criticamente, y Gracie se recordo que no habia ninguna razon para sentirse intimidada. Esa manana se habia vestido con un top amarillo y escotado y una faldita estilo sarong con un estampado selvatico. Unos pendientes de ambar se balanceaban en las orejas y completaba su atuendo unas sandalias con finas tiras de cuero que exhibian las unas de sus pies pintadas en color coral oscuro. Deseaba tener el atrevimiento de comprar una discreta pulsera de oro para el tobillo, pero cuando le habia pedido a Bobby Tom su opinion, se habia reido tanto que habia descartado la idea. Probablemente habia sido lo mejor. De todas maneras no se la hubiera podido permitir.
Pagar a Bobby Tom, a plazos, el vestido negro de coctel brutalmente caro que le habia comprado sin su permiso en la Boutique de Millie disminuia bastante su magro sueldo, pero Gracie habia encontrado la manera de devolverselo de todas maneras. Al principio, cuando habia sabido que Millie no aceptaba la devolucion del vestido, habia decidido que simplemente se lo devolveria a Bobby Tom y le diria que se lo pusiera el. Desafortunadamente, habia cometido el error de probarse el vestido primero, y se habia visto tan exquisito que no habia podido resistir la tentacion. Era estupido, lo sabia, poseer algo tan extravagante, pero queria ver la expresion de su cara cuando finalmente se lo pusiera para el. Y para entonces, le habria pagado la deuda hasta el ultimo penique, lo que haria el momento todavia mas dulce.
Ese era el dia de paga, y en cuanto tuviera el dinero tenia intencion de pagar el alquiler y un plazo del vestido negro, quedaria una cantidad casi insignificante para cosas de primera necesidad. Aun asi, para ser alguien al borde del desastre financiero, se sentia sumamente aliviada. Se habia prometido a si misma que su amor seria ofrecido libremente y poder cumplir su promesa la llenaba de orgullo y de un frivolo sentido de libertad.
Los pechos de Connie presionaban su cenido top cuando se inclino para pasar una bayeta sobre una de las mesas que habia bajo el toldo azul marino dispuesto al lado del camion de aprovisionamiento.
– Es gracioso que vosotros dos no os lleveis mejor. Se que Bobby Tom nunca se enfada conmigo. Eres la unica mujer con la que lo he oido discutir.
– Creemos que es mejor decirnos a la cara todo lo que pensamos. -Informo Gracie con tanta dulzura como pudo reunir.
– ?Estas aqui! ?Que te entretuvo? -Mark Wurst, el ayudante de decorado, se abalanzo sobre ella, quitandole de las manos la manta navaja.
Durante el mes pasado, todos los del rodaje la habian llegado a considerar como la chica de los recados de la compania. Bobby Tom decia que la gente se aprovechaba de ella y que tenia intencion de acabar con eso, pero ella le habia pedido que no interfiriera. A pesar de la elaboradas historias que el urdio sobre que necesitaba una ayudante, no le habia llevado demasiado descubrir que el era una de las peresonas mas competentes que conocia, y conforme pasaban los dias, progresivamente, se habia vuelto mas claro para ella que el no tenia suficientes cosas pendientes como para mantenerla ocupada. Afortunadamente, Windmill si, y como era quien la tenia contratada, se sentia satisfecha de poder trabajar por el dinero que le pagaban. Si bien nunca haria carrera en Hollywood, estaba decidida a trabajar duramente mientras tuviera ese trabajo.
Gracie entrego la manta al ayudante de decorado.
– Me dijiste que no habia prisa, y Willow me pidio que cogiera unos documentos en la oficina para ella. -Gracie habia estado algo molesta de lo facilmente que Willow se habia olvidado de que habia llegado a despedirla.
– Hay cambios de ultima hora-explico Mark-. Vamos a filmar la escena de amor en el canon hoy en vez de manana y necesitamos la manta.
Gracie sintio un nudo en el estomago. Habia sabido que tendria que enfrentarse a eso tarde o temprano, pero habia esperado que fuera mas bien tarde. Pocas peliculas se rodaban en orden cronologico, y aunque esa seria la primera escena de amor que filmaban, era de hecho el final de la pelicula y la mas romantica. Se recordo seriamente que tenia que comportarse como una profesional. Bobby Tom y Natalie tenian varias escenas ardientes de amor, y no se podia permitir comportarse como una bruja celosa en cada una de ellas.
Gracie sabia que no hablaba bien de ella que le dieran tanto placer las dificultades que Bobby Tom tenia con Natalie, sobre todo cuando Natalie se habia convertido en una amiga. Pero todo lo que Natalie explicaba sobre Elvis y la lactancia lo habia puesto de los nervios. Incluso asi, trataba a su pareja de rodaje tan cortesmente que Natalie no se percataba de que lo sacaba de quicio.
– Creo que algunas cosas se deberian mantener en privado -habia protestado Bobby Tom a Gracie durante uno de los descansos del dia anterior-. No quiero saber nada de su subida -o como se llame- de leche.
– Reflejo de subida.
– Lo que sea, yo no quiero estar al tanto.
– Pienso que es admirable que Natalie de de mamar a su bebe. No es facil para una mujer que trabaja.
– Tambien pienso que es admirable. Pero no soy su marido, Elvis no es mi hijo, y no hay necesidad de que yo conozca los detalles.
Gracie bostezo mientras caminaba hacia la caravana de Bobby Tom. Despues de pasarse la semana pasada rodando de noche, ahora lo volvian a hacer de dia otra vez, y su reloj interno no se habia acostumbrado. Aparentemente, le pasaba lo mismo a Bobby Tom. La noche anterior cuando se habia levantado para ir al cuarto de bano, habia mirado por la ventana de su habitacion encima del garaje y habia visto el parpadeo de la television a traves de la ventana del estudio.
Ella paso junto a Roger, uno de los maquilladores, que llevaba a Elvis en una mochila. Natalie todavia no habia encontrado la ninera perfecta y el bebe estaba con cualquiera del equipo cuando ella rodaba. Gracie se paro un minuto a hacer cosquillas en la barbilla de Elvis. El se rio con deleite y empezo a patalear en la mochila. Realmente era un bebe precioso, a pesar de que parecia un Gerber. Le dio un beso rapido en la frente y le recordo a Roger que se mordia el puno cuando se empezaba a dormir.
Ella subio las escaleras de la caravana y cuando abrio la puerta, Bobby Tom se levanto de un salto.
– ?Pero donde demonios te has metido?
– Fui a recoger la manta que usaras en la escena con Natalie esta manana.
El se acerco a ella con el guion en la mano. Ella noto con alivio que aunque fuera por una vez estaba cubierto por completo. Resultaba ironico que la escena de amor era una de las pocas que se rodarian donde el llevaba puesta toda la ropa. Para variar, sus vaqueros estaban cerrados hasta arriba y una camisa vaquera, con las mangas enrolladas, cubria la desnudez de su pecho.
– Ya no eres ayudante de produccion. Eres mi ayudante y ademas recoger una manta no lleva tres horas.
Como ella no ofrecio ninguna explicacion pues seria muy larga, el la miro suspicazmente.
– ?Y bien?
– Tuve que recoger unos documentos en la oficina para Willow.
– Y…
Ella se rindio a lo inevitable.
– Pare en
– ?
– Es el asilo local, Bobby Tom. Seguramente lo conoces. Lo vi un dia, cuando hacia un recado de Willow.
– Ya, lo se. ?Pero para que fuiste alli? Pensaba que huias de los asilos como de la peste.