– No creo -dijo Toolee-. Nadie los podra ver ahi.
Esa habia sido la esperanza de Gracie. Deseaba que Bobby Tom interrumpiera la utilizacion indiscriminada de su imagen, pero no iba a sacar el tema a colacion cuando ya habia tanta tension entre ellos. Se hablaban educadamente, e incluso, cuando habia gente cerca, el pasaba su brazo alrededor de su cintura para disimular, pero pasaban muy poco tiempo juntos y todas las noches se retiraba a dormir cada uno a su dormitorio.
Cuando Gracie llevaba un monton de ceniceros a los estantes y comenzaba a colocarlos, llego Terry Jo desde la sala con un lapiz en la oreja y un portapapeles en la mano.
– ?Alguien ha encontrado la caja de las tazas?
– Aun no -contesto Toolee.
– Probablemente la habre dejado en algun lugar estupido. Os lo juro, desde que Way Sawyer ha anunciado que no cerraba
– Luther lo ha hecho presidente honorario del festival -agrego Toolee como si no lo hubieran hablado ya varias veces. El anuncio de Way Sawyer habia aliviado a todos, y Way habia pasado de ser el enemigo publico numero uno de Telarosa a ser el heroe local.
– Finalmente las cosas van bien en el pueblo. -Terry Jo sonrio y observo los estantes que habia ante los ventanales que las rodeaban. Justo delante de ella habia un despliegue de imanes para nevera donde se leia la aburrida leyenda: “?Me crie en el infierno de Heaven, Texas!”-. Recuerdo el verano que el Sr. Denton cerro este porche. Bobby Tom y yo soliamos meternos mano aqui y Suzy nos traia zumo de uva. -Suspiro-. Ver esta casa reconstruida ha sido como un viaje a mi infancia. Suzy dice que siente como si retrocediera veinte anos cada vez que entra por la puerta, pero creo que es muy duro para ella ya que el Sr. Denton no esta aqui para compartirlo. No se. No parece estar bien ultimamente.
Gracie tambien estaba preocupada por Suzy. Cada vez que la habia visto desde aquella tarde en San Antonio, parecia mas fragil. Al colocar el ultimo de los ceniceros en el estante, decidio que ese podria ser un buen momento para mencionar una idea que habia hablado antes con Suzy.
– Es una lastima que la casa este vacia casi todo el tiempo.
– Poco podemos hacer sobre eso -dijo Toolee-. Los turistas solo vendran los fines de semana y en fechas especiales, como el Festival de Heaven.
– Ya, pero es una pena mantenerlo cerrado el resto del tiempo, especialmente cuando se podria utilizar para mas cosas.
– ?Cuales?
– He visto que en Telarosa no existe un lugar de reunion para la gente mayor. Esta casa no es muy grande, pero tiene un salon y una sala de estar muy comodos. He pensado que seria el lugar ideal para que los ancianos se reunan para jugar a las cartas o hagan talleres o traigan un orador de vez en cuando.
Toolee apoyo la mano en la cadera.
– ?Como no se me habra ocurrido a mi?
– Es muy buena idea -convino Terry Jo-. Estoy segura que podriamos encontrar voluntarios. ?Por que no ponemos en marcha un comite? Llamare por telefono a mi suegra tan pronto llegue a casa.
Gracie suspiro aliviada. Windmill terminaria de rodar alli en pocas semanas y ella se sentiria mejor sabiendo que habia aportado su granito de arena en ese pueblo que habia llegado a amar y que podia mejorar tanto.
Varias horas mas tarde, Bobby Tom aparco su camioneta delante de la casa donde habia crecido. Su T-Bird era el unico coche a la vista, asi que supo que Gracie estaba todavia alli, pero que el resto de voluntarios se habian ido a cenar a sus casas. Mientras miraba la pequena casa blanca de una sola planta, tuvo la extrana sensacion de que el tiempo se habia detenido y era nino otra vez. Casi podia ver a su padre saliendo del garaje con la vieja cortadora de cesped Toro y parpadeo varias veces. Por Dios, como echaba de menos a su padre.
La soledad lo envolvio. Se sentia separado de las personas mas importantes de su vida. Su madre y el no habian sido mas que educados el uno con el otro desde el incidente en San Antonio, hacia tres semanas y el apenas podia admitir ante si mismo cuanto echaba de menos a Gracie. No era que no la viera, sino que no era lo mismo. Ella lo trataba como si no fuera nada mas que su jefe, haciendo todo lo que le pedia sin ningun tipo de queja. Si alguien le hubiera dicho antes que echaria de menos la manera en que trataba de mangonearlo, habria respondido que no le contaran chorradas, pero no podia negar que ella se habia hecho un hueco en su vida.
Pero bueno, tenia que demostrarle quien mandaba alli y ahora que estaba bastante seguro que habia entendido su punto de vista, era el momento de hacer las paces. Tenia intencion de dejarle muy clarito todo eso. Podia ser condenadamente terca, pero en cuanto la hiciera callar a besos, todo estaria bien otra vez. A medianoche, estaria en su cama, donde pertenecia.
Cuando bajo de la camioneta, Suzy aparco tras el. Ella le echo una mirada al salir del coche, luego se dirigio a la parte posterior del vehiculo y abrio el maletero. El se acerco cuando ella estaba a punto de coger una gran caja de carton.
– ?Que es esto?
– Tus viejos trofeos del instituto.
El tomo la caja.
– ?No habras bajado tu sola todo esto del atico?
– Hice varios viajes.
– Deberias haberme llamado.
Ella se encogio de hombros. El vio las sombras bajo sus ojos y la palidez de su tez. Su madre se cuidaba bastante y nunca habia pensado en ella como en alguien mayor, pero esa tarde, aparentaba cada uno de sus cincuenta y dos anos e incluso mas. Tambien parecia profundamente infeliz y su conciencia lo acuso de que era probable de que fuera el responsable de las ojeras. Las palabras de Gracie resonaron en su cabeza, haciendole sentir todavia peor. Ella habia tratado de decirle que su madre necesitaba su apoyo, pero no la habia querido escuchar.
El puso la caja de carton bajo el brazo y se aclaro la voz.
– Lamento no haber podido pasar mas tiempo contigo ultimamente. Hemos trabajado doce horas cada dia y… bueno… he estado ocupado -termino el de forma poco convincente.
Parecia que ella no podia mirarlo a la cara.
– Se por que no te has pasado por casa, y soy yo quien lo siente. -Le temblo la voz ligeramente.
– Es culpa mia. Lo se.
– No voy a volver a verlo, te lo prometo.
Un sentimiento de alivio aplastante lo inundo. A pesar de que Way Sawyer era el nuevo heroe del pueblo, habia algo en ese hombre que a Bobby Tom le desagradaba. Le rodeo los hombros con el brazo y la abrazo.
– Me alegro.
– Fue…, es algo dificil de explicar.
– No tienes que hacerlo. Simplemente nos olvidaremos de este tema.
– Si. Probablemente sea lo mas conveniente.
Rodeandola con su brazo libre, la condujo hacia la casa.
– ?Por que no os llevo a cenar fuera a Gracie y a ti esta noche? Podriamos ir a O’Leary.
– Gracias, pero tengo una reunion.
– Pareces cansada. Quiza deberias tomartelo con mas calma.
– Estoy bien. Es que ayer me quede hasta muy tarde leyendo. -Se adelanto para subir las escaleras. Llevo la mano al pomo, pero la puerta estaba cerrada con llave. El la estaba rodeando para llamar al timbre pero detuvo el brazo en el aire cuando ella empezo a presionar freneticamente el pomo.
– ?Maldito seas!
– Esta cerrada con llave -dijo el, alarmado por su comportamiento.
– ?Contestame! -golpeo con el puno contra la puerta, con la cara contraida por la desesperacion-. ?Contestame, maldito seas!
– ?Mama? -alarmado coloco rapidamente la caja con los trofeos sobre el suelo.